El Ministerio de Defensa de Dinamarca ha habilitado fondos para la futura compra de baterías de defensa costera de misiles antibuque, capacidad muchas veces reclamada por el Ejército de Tierra español.
La posición estratégica de Dinamarca es clave para controlar el paso entre el Mar del Norte y el Báltico, una ruta naval vital para la flota rusa. El pasado 28 de abril en un comunicado de prensa del ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, se afirmaba: “Una de las tareas fundamentales de las Fuerzas Armadas es mantener el control de las aguas danesas y de las rutas marítimas hacia el mar Báltico y garantizar su libertad de acción. Las baterías de misiles costeras aumentarán significativamente la capacidad de combate (…) Con la adquisición de un sistema costero de defensa estamos enviando una señal clara de que podemos defender y defenderemos las aguas y regiones costeras danesas”, lo que dejará entrever que se trata de una medida ante Rusia.
En el comunicado no se mencionan tipos o sistemas de misiles concretos. Sin embargo, en marzo se supo que Dinamarca está en proceso de adquirir el misil de ataque naval o NSM (Naval Strike Missile) de la firma noruega Kongsberg Defence & Aerospace KDA como arma antibuque para dotar a sus fragatas de la clase Iver Huitfeldt. Como el NSM también está disponible en una variante de defensa costera con base en tierra, esta sería una elección más que lógica, a todos los efectos, logísticos o de entrenamiento.
Aunque la denominación originaria en noruego es la de Nytt SjomalsMissil (NSM), que en español se traduciría como nuevo misil antibuque, para su comercialización internacional lo denominan Naval Strike Missile, que también se adapta esas siglas.
El NSM es un misil bastante difícil de detectar con un alcance que, según las fuentes, estaría entre los 200 y 250 km, se guía por un sistema de navegación inercial asistido por GPS y se desplaza a altas velocidades subsónicas gracias a su motor turborreactor. La baja detectabilidad del misil se ve mejorada por el uso de un sistema de guiado infrarrojo pasivo y una trayectoria programable. Tiene un peso total de 410 kg, incluida una cabeza de combate de 120 kg, de ser el elegido se adquiría la versión terrestre, que actualmente utiliza la Marina de Polonia y el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos o USMC (United States Marine Corps), que lo designa como NMESIS (Navy Marine Expeditionary Ship Interdiction System).
Este sistema, o alguno similar, ha sido demandado en varias ocasiones por parte del Ejército de Tierra español, que actualmente solo cuenta con piezas de artillería remolcadas para este fin, en concreto los obuses Santa Bárbara Sistemas 155/52 APU (V07).
Según el comunicado de prensa danés, las baterías de misiles antibuque costeros se comprarán a través del denominado «Fondo de Aceleración», aunque los plazos y costes no se han comunicado por el momento, ya que dependen de la disponibilidad de venta de los sistemas, más teniendo en cuenta la gran demanda del NSM, y de la capacidad de las Fuerzas Armadas danesas para formar al personal en el uso de los sistemas y desarrollar la doctrina necesaria.
Aunque no se menciona explícitamente en la comunicación, los medios locales mencionan que su instalación en la pequeña isla danesa de Bornholm, que se encuentra en el mar Báltico, entre Suecia y Polonia, sería un punto vital, no sólo para la de defensa de la zona, sino también daría plena capacidad a Dinamarca para denegar el acceso y el paso en las estrechas aguas del Mar Báltico. (Julio Maíz)
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