A mediados de octubre se ha hecho público un interesante documento originado desde la Comisión Europea que aborda diversas actuaciones, dentro de una hora de ruta que finalizaría en 2030, para preservar la paz y mejorar las capacidades de la Defensa de Europa.
En dieciséis páginas expone diferentes asuntos. Relevante es el hecho que como objetivo se busca ahondar en las inversiones públicas y privadas en Defensa y que se obtenga el mayor nivel de eficiencia y de impacto en aquel apoyo de programas en los que se invierten fondos de la Unión Europea. Con el apoyo de todos los países se van a impulsar unas inversiones, sustanciadas desde los presupuestos propios, que suponen un gasto de un billón de euros, proceso que ya se va a generar a partir del primer cuatrimestre de 2026 y que se busque que se complete con instrumentos operativos ya a finales de 2027.
Las inversiones, argumentadas con la fase “Europa tiene que moverse ahora para estar preparada en 2030”, son una programación, u hoja de ruta, que tiene ya algunos objetivos claros y definidos. Se focaliza en el que hay que prepararse para ser autosuficientes en Defensa y poder reaccionar a provocaciones de guerra híbrida como a otras de mayor escala que podrían originarse por parte de Rusia; se cita que en 2025, alrededor del 40% del presupuesto de esta última es para Seguridad y Defensa.
Los aliados de la Unión Europea, que buscan conseguir la paz a través de la disuasión por el mantenimiento de capacidades que les permitan estar preparados para hacer frente a las necesidades que surjan en un futuro, tienen que desarrollar sus propias tecnologías para ser menos dependientes. Se citan en el documento áreas como drones, satélites o vehículos autónomos.
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La hoja de ruta de la Unión Europa busca un notable esfuerzo inversos para soslayar, hasta 2030, numerosas carencias en Defensa.
También se señala que la capacidad europea, además de ser independiente de terceros, debe incidir en una mejor interoperabilidad entre los países. Como instrumentos que apoyarán la voluntad de la Unión Europea se cita que la Agencia Europea de Defensa (EDA, European Defence Agency) coordinará revisiones anuales de la Defensa, analizando carencias y priorizando objetivos.
Se hace mención también a el uso cada vez más intensa de herramientas incluidas en el programa industrial EDIP (European Defence Industry Programme) o los programas que surjan de las iniciativas sustanciadas en los proyectos generados desde la cooperación estructurada permanente (PESCO, Permanent Structured Cooperation).
No se olvida que hay instrumentos de la Unión Europea que serán especialmente útiles, como SAFE (Security Action for Europe), que proveerá de apoyo financiero a los países miembros para acelerar sus capacidades de Defensa y permitir inversiones urgentes que solucionen carencias de capacidad que puedan ser críticas. Se aprovecharán también actividades generadas desde la Comisión Europea para obtener una mejor iniciativa en la defensa contra drones en el flanco este; por cierto es interesante señalar que se cita que a finales del 2026 la industria de Defensa europea tendrá nada menos que 200.000 empleados trabajando directamente en las diferentes empresas del sector o que deben impulsarse proyectos que faciliten la movilidad de tropas de los países europeos para generar una respuesta más creíble de todos frente a una amenaza que se concentre sólo en unos pocos. (Octavio Díez Cámara)







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