Los bancos europeos están solicitando cambios regulatorios para poder desempeñar un papel más fuerte en la financiación del sector de defensa, alineándose así con la estrategia comunitaria que busca reforzar la autonomía militar del continente. Así lo señala la Federación Bancaria Europea (EBF), de la que forma parte la patronal española AEB, en un reciente documento en el que destaca la importancia de contar con un sector bancario fuerte y competitivo para alcanzar los objetivos estratégicos de la Unión Europea en materia de defensa.

La EBF ha subrayado el compromiso de los bancos europeos para ayudar a conseguir metas comunes, ejemplificado por la revisión de políticas internas y la elaboración de guías para financiar empresas vinculadas al sector defensa. En los últimos meses, muchas entidades financieras han eliminado los vetos internos y políticas de exclusión que históricamente limitaban la concesión de créditos a empresas de defensa, motivados por el miedo al daño reputacional.

Este giro en la actitud se produce en un contexto donde tanto las autoridades europeas como el sector bancario buscan facilitar el acceso a financiación para la industria de defensa. La regulación vigente permite el apoyo mediante créditos y capital, y la EBF sostiene que incluso las normativas de sostenibilidad no imponen barreras específicas para los bancos en este ámbito.

No obstante, la patronal bancaria propone ajustes para que el crédito fluya más fácilmente. Reclama un "ajuste fino" en el ecosistema legal europeo, lo que implica suavizar los procesos regulatorios que, en la práctica, dificultan el acceso de los proyectos de defensa más innovadores a fondos, sobre todo mediante instrumentos de deuda.

El documento diferencia entre empresas consolidadas, que requieren inversiones vía crédito, y aquellas con proyectos en fases iniciales, que necesitan capital más arriesgado y dirigido a la innovación. La EBF urge culminar la unión bancaria y de mercados de capitales para integrar ambas opciones. Mientras tanto, señala obstáculos como la guía del Banco Central Europeo sobre transacciones apalancadas, que restringe los préstamos a compañías endeudadas sin considerar su potencial de crecimiento.

En definitiva, la banca europea reclama ser incluida como actor clave en el fortalecimiento de la autonomía en defensa, mediante regulaciones más flexibles y un reconocimiento explícito de su rol en la transición hacia una defensa europea más fuerte y competitiva.​

El caso español

La banca española, representada principalmente por la Asociación Española de Banca (AEB), ha adoptado una posición activa en la financiación de empresas de defensa y aeroespacio, alineándose con las tendencias europeas de reforzar el apoyo financiero al sector militar y tecnológico.​

La AEB forma parte de la EBF, integración que permite que la banca española participe en iniciativas transnacionales y colabore en el desarrollo de propuestas regulatorias que faciliten el acceso a crédito para empresas consolidadas del sector de defensa, así como para aquellas innovadoras en fases iniciales de crecimiento.​

En consonancia con el viraje europeo, los bancos españoles han retirado recientemente vetos internos que limitaban la concesión de préstamos a entidades de defensa, superando las restricciones reputacionales y criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) que prevalecieron en años anteriores. Actualmente, las entidades consideran la viabilidad de negocio como criterio principal, lo que permite atender las necesidades de financiación tanto de grandes grupos industriales como de startups tecnológicas vinculadas al ámbito aeroespacial y de defensa.​

La banca española presta a empresas de defensa en condiciones similares a las de otros sectores, siempre supeditada a la normativa europea y a la prudencia financiera. No obstante, la AEB apoya la propuesta de modificar el ecosistema regulatorio para optimizar el flujo de crédito, especialmente en lo referente a operaciones apalancadas y proyectos con alto potencial de crecimiento innovador.​

En síntesis, la banca española está posicionada en el núcleo de la transformación financiera del sector defensa y aeroespacial, contribuyendo activamente en las iniciativas regulatorias europeas y ampliando el acceso al crédito para empresas nacionales dentro del marco comunitario.