La Marina de Estados Unidos ha adjudicado a BAE Systems un contrato marco de hasta 1.700 millones de dólares para mantener la producción a gran escala de los kits de guiado láser APKWS (por Advanced Precision Kill Weapon System), consolidando este sistema como una de las municiones de precisión de referencia para los arsenales estadounidenses y aliados.
El acuerdo es de tipo indefinido en entregas y cantidades (Indefinite Delivery, Indefinite Quantity o IDIQ) y tendrá una duración de cinco años, permitiendo a la US Navy cursar pedidos escalonados de “decenas de miles” de kits de guiado según sus necesidades operativas y disponibilidad presupuestaria. El contrato fija un valor máximo de 1.700 millones de dólares e incluye ya un primer pedido financiado por unos 322 millones de dólares, asociado a la producción de miles de unidades iniciales.
Según la documentación del programa, la adjudicación cubre los lotes de producción completa APKWS II 13 a 17, con todos los componentes, contenedores y servicios asociados necesarios para la fabricación, ensayo, verificación y entrega de las secciones de guiado WGU‑59A/B. El formato IDIQ permite ajustar cada año los volúmenes de compra para responder tanto al consumo en operaciones como al aumento de la demanda internacional, manteniendo al mismo tiempo visibilidad industrial a medio plazo.
Características del APKWS
El kit APKWS transforma cohetes no guiados de 2,75 pulgadas (70 mm.) en armas guiadas por láser semi‑activo, capaces de efectuar ataques de precisión contra una amplia gama de blancos estacionarios y móviles, tanto blandos como blindados ligeros. Esta solución busca ofrecer un efecto similar al de municiones de precisión de mayor calibre, pero a una fracción de su coste y con menor riesgo de daños colaterales en entornos complejos.
La munición se ha empleado en perfil aire‑superficie, superficie‑superficie, superficie‑aire e incluso aire‑aire, y puede integrarse en plataformas de ala fija y rotatoria, vehículos aéreos no tripulados, sistemas terrestres estáticos o sobre vehiculo, así como en unidades navales. El kit es compatible con inventarios existentes de motores, cabezas de guerra y espoletas, y su concepto de operación y mantenimiento se ha diseñado para reducir necesidades de adiestramiento y simplificar el sostenimiento en primera línea.
BAE Systems mantiene la producción a plena cadencia del APKWS desde hace más de una década, apoyándose en una cadena de suministro ya consolidada. Las nuevas unidades se fabricarán en las instalaciones de la compañía en Hudson (New Hampshire) y Austin (Texas), centros que han ido incrementando su capacidad a medida que el sistema se integraba en más plataformas y fuerzas armadas.
Directivos del área de guiado y soluciones de sensores de precisión subrayan que el contrato refuerza la apuesta por municiones de precisión probadas en combate y coste‑eficientes, en un contexto de elevada demanda y necesidad de reponer y expandir stocks. Para la industria, el volumen potencial del programa garantiza carga de trabajo sostenida durante varios años, favoreciendo inversiones en proceso productivo y estabilidad para proveedores especializados.
Contexto operativo y estratégico
Desde su entrada en servicio operativo a principios de la década de 2010, el APKWS ha pasado de ser una capacidad de nicho de apoyo cercano a consolidarse como elemento clave dentro de arquitecturas de fuego de precisión por capas. Su proliferación en inventarios estadounidenses y aliados responde a la necesidad de disponer de grandes volúmenes de municiones guiadas a bajo coste para hacer frente a conflictos de alta intensidad y escenarios de consumo sostenido.
La nueva adjudicación se suma a contratos anteriores, entre ellos un IDIQ de 2.680 millones de dólares firmado en 2019, confirmando que el programa se ha convertido en una línea de negocio multimillonaria para BAE Systems y en una pieza estructural de la política de municiones de precisión de Washington. Para los socios internacionales que acceden a estos kits vía ventas militares al extranjero, el acuerdo también asegura la continuidad del suministro y la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses en operaciones combinadas.
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