¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Viernes, 26 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Así ha llevado el terror a las trincheras de Ucrania el ataque con drones: dron-fobia

GUERRA DE UCRANIA, OTRO FOCO

DJI Mavic. Dron ligero de un solo disparo.

Hasta no hace mucho, los enfrentamientos en las trincheras se resolvían mediante la lucha cuerpo a cuerpo, donde la preparación, el valor y la astucia de los combatientes era determinante. En la guerra de Ucrania los drones, de pequeño y gran tamaño, están cambiando las reglas del juego. La crudeza de las imágenes mostradas en algunos vídeos que enlazamos al final de este texto, advirtiendo ya de su dureza, no dejan lugar a dudas. Su presencia es tan ubicua y temida que el zumbido de sus motores se ha convertido en un arma psicológica que crea un gran estrés de combate e incluso trastornos psicológicos: la ya bautizada dron-fobia.

En una anterior publicación,  “King Dron, el rey de la batalla en Ucrania”, analizábamos la irrupción de los drones de medio y largo alcance que se vienen empleando a todos los niveles: táctico, operacional y estratégico.

En el artículo que ahora presentamos nuestro análisis se dirige a los drones, que se han convertido en elementos determinantes de los enfrentamientos incluso en las distancias más cortas. El cuerpo a cuerpo en los ramales, parapetos y reductos de las posiciones de primera línea ha dejado de ser competencia exclusiva de los combatientes de carne y hueso, el dron se ha convertido en el terror de las trincheras.

Al principio, el ejército ucraniano partía con ventaja, pues supo anticipar las grandísimas posibilidades de empleo de los drones ligeros: cuando las fuerzas rusas emprendieron la invasión, se vieron sorprendidas sufriendo grandes pérdidas en los ataques de estos pequeños y furtivos artefactos voladores. Sin embargo, los rusos han reaccionado dedicando un especial esfuerzo a potenciar estos sistemas de armas. En el momento presente, el balance de capacidades UAV está muy equilibrado. 

A continuación vamos a analizar las características y las posibilidades de empleo de algunos de los más temidos UAV que se vienen utilizando en el conflicto: el ucraniano Aerorozvidka R18, el ruso Kvazimachta y el chino DJI Mavic.

 

Aerorozvidka R18. El ejército ucraniano ha organizado unidades especializadas en el empleo de este dron.

Aerorozvidka R18

Se trata de un aparato de fabricación ucraniana hecho a partir de un dron comercial de ala rotatoria con ocho hélices. Al diseño original se le han retirado todas las partes no esenciales para aligerar peso y así ampliar la carga de pago hasta 5 kilogramos. Esta notable capacidad se emplea para adosar diversos tipos de granadas y otros artefactos explosivos en el vientre del dron. Tiene un radio de acción de unos ocho kilómetros y una autonomía de alrededor de 40 minutos. El R18 va equipado con cámaras térmicas que le permiten operar en condiciones de oscuridad localizando sin problema personal y vehículos.

Respecto a sus posibilidades de empleo, este dron se utiliza como bombardero de precisión contra personal al descubierto o poco protegido y contra todo tipo de vehículos,  incluso blindados y tanques (las granadas se suelen dirigir contra la cámara motor para provocar incendios que hacen que las tripulaciones abandonen el vehículo que, en muchas ocasiones, acaba estallando a pesar su de su coraza). El R18 vuela hasta situarse en posición cenital a una altura de entre 100 y 300 metros sobres las unidades enemigas, fija el objetivo mediante sus cámaras que transmiten imágenes en tiempo real al operador y, finalmente, es éste quien activa la suelta de la carga explosiva.

Kvazimachta

Es un dron polivalente de fabricación rusa evolucionado a partir de un diseño israelí que, en principio, se concibió como dron de vigilancia. Se trata de un quadricóptero algo más ligero que el R18 y con una menor carga útil, aproximadamente unos 2 kg. Una de las características más interesantes de este desarrollo es su velocidad, pudiendo alcanzar puntas cercanas a los 200 km hora.

Se puede emplear en vuelo libre con una autonomía de entre 30 y 50 minutos dependiendo de la carga o como dron cautivo conectado a tierra con un cable de de unos 300 metros, este cable proporciona electricidad de modo continuo lo que le permite permanecer en vuelo hasta tres días (el artefacto no baja por falta de energía sino para realizar tareas de mantenimiento). Esta familia de drones también va equipada con cámaras y sensores para su empleo en condiciones de visibilidad reducida. 

Respecto a las posibilidades de empleo, se trata de un sistema polivalente. En primer lugar, al igual que el R18, puede ser usado como bombardero de precisión aunque su carga útil es bastante menor. Sin embargo, gracias a su velocidad también puede ser empleado como dron suicida buscando la rápida aproximación e impacto con el objetivo. Además, sigue conservando su utilidad primigenia, la vigilancia. Esta capacidad es de altísimo valor, pues un adecuado despliegue de estos UAV cautivos permite obtener imágenes en directo del campo de batalla, esta información se transmite a otras unidades (infantería, artillería, aviación…e incluso a otros drones) que son las que finalmente atacan y neutralizan el objetivo.

Foto: Kvazimachta. Un operador ruso controla el despegue de la versión de observación y vigilancia (obsérvese el cable para alimentación)

DJI Mavic

Se trata de una familia de drones de fabricación china que fueron concebidos y diseñados para aplicaciones de fotografía y filmación. Sin embargo, en la guerra de Ucrania, por su versatilidad y bajo coste fueron readaptados para usos militares. Resulta imposible señalar sus especificaciones técnicas pues se trata de una gran familia con un elevado número de modelos en el mercado. Hay alrededor de una veintena de versiones - más o menos ligeras - cuyo peso oscila entre los 200 y 950 gramos y su autonomía entre los 20 y 45 minutos.

Son, por tanto, drones muy ligeros, por ello su capacidad de carga es muy limitada e, incluso los más potentes, solo pueden transportar una única granada de no más de 500 gramos. También pueden ser equipados con cámaras y sensores para su empleo  nocturno.

Este dron se ha hecho muy popular entre los combatientes de ambos bandos. Incluso las más pequeñas unidades (escuadras y pelotones) suelen llevarlos consigo para reconocer el terreno a vanguardia, identificar al enemigo y, en su caso, neutralizarlo. Han sido profusamente utilizados en operaciones nocturnas para atacar posiciones, localizando y eliminando al adversario individuo por individuo. No obstante, con el paso del tiempo se ha descubierto una gran vulnerabilidad, la propia compañía DJI fabrica un sistema de radar para efectuar el seguimiento de algunos de sus modelos, sistema denominado DJI Aeroscope, que permite localizar tanto el UAV como la estación de control. El Aeroscope puede proporcionar esta información a unidades de infantería o artillería que se encargan de neutralizar a los operadores que se encuentran pilotando el dron desde la terminal de control.

El terror en la trinchera: dron-fobia

Decíamos que los drones ligeros se han integrado de tal forma en los combates próximos que constituyen elementos de la lucha cuerpo a cuerpo. Las informaciones que nos llegan de Ucrania así lo certifican. Circulan una gran cantidad de videos donde se muestra como el dron localiza, persigue y elimina a combatientes individuales; ha habido situaciones en las que el dron se ha acercado tanto al individuo objetivo que éste lo ha capturado o derribado con sus propias manos, e incluso se han registrado casos  – también documentados en videos - en los que soldados acosados han llegado a rendirse al UAV que como espada de Damocles levitaba sobre sus cabezas.

La presión de los drones en los combatientes está teniendo tal impacto que ya se habla de una enfermedad emergente que comienza a extenderse en los diversos frentes ucranianos: la dron-fobia. A falta y a la espera de diagnóstico oficial, la dron-fobia podría definirse como un trastorno psicológico de carácter obsesivo compulsivo producido por un terror irracional a los drones.

En términos coloquiales se trataría de una especie de manía persecutoria en la cual el individuo se cree continuamente acosado por imaginarios enjambres de drones y reacciona como si de verdad estuviese siendo atacado. La enfermedad se detecta cuando en el afectado comienzan a apreciarse algunos de los siguientes síntomas:

 

  • Estrés continuo (dificultades para descansar y perdida de sueño).
  • Desplazamientos erráticos y sin sentido (temor a quedar parado).
  • Vigilancia compulsiva del espacio sobre la cabeza (miradas al cielo).
  • Zumbido constante en los oídos (imaginario ruido de motores).
  • Ataques de ansiedad y pánico (colapso nervioso).

Las historias de ciencia ficción que anticipaban la lucha entre el hombre y la máquina han dejado de serlo para convertirse en simples, cotidianas y dura realidad.

Videos relacionados (advertimos al lector de la crudeza de las imágenes):

https://southfront.org/in-video-18-russian-drone-hit-ukrainian-manpower/

https://southfront.org/videos-illustrating-numerous-successful-combat-actions-of-russian-units-in-recent-days/

https://southfront.org/in-video-russian-soldier-repels-attacks-of-ukrainian-drones-with-his-bare-hands/

https://southfront.org/in-video-18-night-hunt-on-donbass-front-lines/

https://southfront.org/in-video-18-uavs-of-dpr-sparta-battalion-destroy-hit-ukrainian-positions-near-donetsk-airport/

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.