“Lo llamaron paz. La violencia de los imperios” sitúa las guerras imperiales menores en el centro de una nueva historia del orden global. Se trata de cuestionar hasta qué punto lo que se conoce como “guerras menores” o “guerras limitadas” son un mal menor. Y es también una sugerente reflexión sobre el derecho y el uso de la fuerza armada o violencia en la era de los imperios y el orden internacional de los siglos XX y XXI. La autora es Lauren Benton, profesora de Historia Barton M. Biggs en la Universidad de Yale y ha sido galardonada con el Premio Toynbee.
Como señala, para escribir sobre esta historia, tuvo que buscar nuevas formas de estudiar las guerras menores. Los analistas militares tienden a describirlas como manifestaciones de insurgencia y contrainsurgencia. Para ella, el sesgo los ha llevado a centrarse en cuestiones sobre cómo y por qué las potencias mundiales fracasaron tan a menudo frente a enemigos no convencionales. Mientras investigaba patrones desarrollados por los imperios, especialmente los europeos, se sorprendió por la frecuencia con la que las series de conflictos menores abrían caminos a la violencia extrema.
Las guerras que se anunciaban como “reducidas y manejables” exponían a las poblaciones civiles a feroces ataques de combatientes que parecían repentinamente liberados de cualquier obligación de abstenerse de la crueldad. Indica que “no solo no podía fiarme de los analistas militares como guías, sino que también debía cultivar un saludable escepticismo hacia algunos enfoques comunes del derecho y la guerra”. En su estudio explica que la era de los imperios sigue presente en muchos sentidos.
En el siglo XX, los tratados e instituciones internacionales trataron de prohibir la guerra, y es tentador describir la proliferación de guerras menores como señal del fracaso del derecho internacional o considerar que algunas partes del mundo están cayendo en la guerra incontrolada del pasado premoderno. En cambio, en “Lo llamaron paz” sugiere la continuidad de numerosos mecanismos, justificaciones y ritmos de la guerra a través de los órdenes globales e internacionales. “Escribir este libro me ha ayudado, más de lo que imaginaba, a concebir de forma crítica la guerra en mi época. También me ha devuelto a los problemas sobre los que reflexionaba en mi juventud: qué explica el persistente pensamiento mágico de que la guerra supuestamente limitada es un equivalente aproximado de la paz, y la facilidad con la que minimizamos las guerras lejanas y sus efectos haciéndolas parecer pequeñas”. La cuestión que plantea no es ya si un pacifismo es políticamente posible, sino si nos dejaría indefensos ante regímenes sanguinarios y actos de agresión manifiestos.
Esta es una tensión antigua y conocida que nos recuerda que la historia podría no ser una guía útil para la acción. “Pero -afirma-, al menos, podemos esperar que la política del pasado nos eduque, por analogía, acerca de la política del presente”. El objetivo no debería ser el de ayudar a la humanidad a dominar el arte de la guerra, sino el de comprender la trayectoria de esta: la lógica y las prácticas que mueven a los antagonistas con exquisita precisión de un conflicto a otro y de los ejercicios de moderación hasta el borde de la atrocidad. La obra está dividida en dos partes, “Un mundo de saqueos” y “Un mundo de paz armada”, contiene imágenes, mapas, numerosas notas y un extenso índice analítico. La profesora Benton es autora de los libros “A Search for Sovereignty: Law and Geography in European Empires, 1400–1900” y “Law and Colonial Cultures: Legal Regimes in World History, 1400–1900 (Studies in Comparative World History)”. (Gabriel Cortina)
Ficha técnica:
Lo llamaron paz. La violencia de los imperios
Lauren Benton
Editorial Crítica
244 páginas
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