La llegada de Donald Trump de nuevo a la presidencia de Estados Unidos ha traído consigo el papel del millonario Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) que amenaza con aplicar la tijera al renovado programa espacial estadounidense y que preocupa a las empresas del sector.
En 2017 en su primera presidencia, Donald Trump consideró la exploración espacial humana una prioridad que era necesario retomar, firmando la Directiva de Política Espacial 1 que incluía el programa Artemis de retorno a la Luna. En este es parte importante la empresa Space Launch System, formada por Boeing y Norhtrop Grumman. En lo que va de su nuevo mandato, Trump ya ha anunciado que astronautas estadounidenses “plantarán las barras y estrellas en Marte”.
Sin embargo en fechas recientes Boeing ha anunciado 400 despidos después de que Donald Trump y Elon Musk estén pensando en recortar el programa, como también otros dentro del Pentágono según analizábamos recientemente. El magnate de origen sudafricano usaba una vez más su red social X para anunciar que consideraba “extremadamente ineficiente” el uso de Space Launch System para llegar a la Luna en lugar de su propuesta basada en el cohete Starship de SpaceX, que podría llevar humanos directamente a Marte. Para Musk, Artemis es “un programa que maximiza los empleos, no los resultados”, por lo que considera que se necesita “algo completamente nuevo”.
Boeing anunció el pasado día 10 que “para alinearnos con las revisiones del programa Artemis y las expectativas de costes” habrá 400 despidos en el equipo de Space Launch Systems antes de abril de 2025. De hecho, en las próximas semanas comenzarán los avisos con la antelación legal de 60 días.
Aunque la NASA no ha anunciado ninguna revisión de Artemis, sí que se ha anunciado un retraso en el segundo lanzamiento, previsto en septiembre de 2025, que pasa ahora a mediados de 2027. La NASA también anunció que emplearía la compañía privada SpaceX para traer de vuelta a los astronautas que están en la Estación Espacial Internacional (ISS) que deberían haber regresado con la cápsula Starliner el pasado mes de septiembre, algo que no se produjo tras problemas con esta.
Mientras, SpaceX ha progresado notablemente con su cohete Starship desde los primeros vuelos en abril de 2023, con el objetivo de alcanzar 25 misiones de prueba al año, a pesar de la explosión sobre el océano Atlántico del último cohete. (José Mª Navarro García)






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