(defensa.com) Durante la última edición del encuentro aeronáutico ILA, en Berlín, Airbus quiso incidir en las virtudes del A400M para misiones humanitarias y de intervención tras desastres naturales. Para empezar, el avión está certificado por la autoridad civil EASA, tiene capacidad para realizar vuelos de largo recorrido y poder operar en pistas sin preparar, lo que reduce las distancias que los suministros necesitan recorrer si son transportados por aviones que solo pueden operar en aeropuertos o bases militares.
Asimismo, su gran capacidad de carga es vital para portar equipos de emergencias, contenedores, agua, comida o incluso un hospital desplegable, siendo una opción muy interesante para aquellas agencias que actualmente hacen uso de aviones de transporte rusos y ucranianos dados los elevados costes que estos suponen, caso de Naciones Unidas o la Cruz Roja.
Incluso se ilustraron dos ejemplos de cómo el avión podría haber operado hasta Filipinas o Etiopía, dos ejemplos de desastre natural y de crisis humanitaria respectivamente.
El mecanismo ideal sería la creación de un pool de aviones que estuviera a disposición de un grupo de socios que los operaran a través de un operador conjunto. Esta es la opción elegida por ejemplo por la OTAN para solucionar su necesidad de transporte estratégico en el programa SALIS (Strategic Airlift Interim Solution) hasta la llegada, precisamente, del A400M. (J.N.G.)