(defensa.com) Desde que en 2008 fueran descubiertas dos hectáreas de coca plantadas del lado brasileño de la triple frontera amazónica Brasil-Colombia-Perú y exterminadas, así como otros plantíos embrionarios aprovechando territorios demarcados como reservas indígenas, las Fuerzas de Defensa y Seguridad brasileñas no cesan en su lucha- por ahora exitosa- contra los cultivos de drogas transfronterizos.
Al mismo tiempo, en otras partes de la frontera, especialmente la boliviana, se persigue a los derivados de la coca, además de la cocaína, la pasta base de la misma- que ha invadido las calles de todos los países del Cono Sur y un nuevo y potente compuesto llamado Oxi.
En tal sentido, el Comandante Militar de la Amazonia, General Eduardo Villas Boas, expresó : "si además, nos transformamos en productores de coca, esto cambia el estatus jurídico del país, internacionalmente y atrayendo una cantidad aún mayor de organizaciones criminales, contaminando potencialmente a las instituciones."
Según el jerarca militar, Brasil es, tras Estados Unidos, el segundo mercado mundial de la cocaína, lo que obliga a aumentar crecientemente la vigilancia para evitar o exterminar plantaciones locales. (Javier Bonilla)