1948-1955. El as de la caza alemana, Adolf Galland y la Fuerza Aérea Argentina
Revista Defensa nº 326, Junio 2005, Walter Marcelo Bentancor
Miguel Martinez, 20 de mayo de 2017
Instalado en el gobierno el general Juan Domingo Perón, una de las políticas del Justicialismo fue darle impulso a la modernización de las Fuerzas Armadas argentinas, una de las cuales, la Fuerza Aérea, se había independizado del Ejército el 4 de enero de 1945. La República Argentina se encontraba por aquel entonces en una situación económica- financiera favorable con respecto a los países europeos, ya que durante la Segunda Guerra Mundial, abasteció de suministros —sobre todo alimentos— a los aliados, en especial al Reino Unido. Dada la imposibilidad en la que se encontraba de saldar la deuda con divisas, el gobierno de Londres propuso el envío de productos bélicos de distinta índole pese a la férrea oposición de los EE.UU. Tras llegarse a un acuerdo, diversas comisiones de oficiales y suboficiales viajaron a las Islas Británicas para familiarizarse con el nuevo material que pronto equiparía a las FFAA, en especial a la Aeronáutica Militar. Consecuentemente en estos años de posguerra, la Fuerza Aérea Argentina creció de forma notable: fue renovado el orden de batalla con modernos aviones de combate y de transporte; Gloster Meteor FMk-IV, Avro Lancaster y Lincoln, Fiat G-55, DC-3, DC-4, Vickers Viking, Bristol 170, De Havilland Dove, entre otros.
También, la industria aeronáutica recibió un impulso que la llevaría a diseñar y fabricar aviones como los IAe DL.22 de adiestramiento, los bombarderos livianos IAe. 24 Calquín (similar al célebre Mosquito británico) (1), y los legendarios IAe.27 Pulqui I e IAe. 33 Pulqui II, primeros reactores construidos en Sudamérica. ...
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