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Viernes, 26 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El trasfondo de la entrada de SAPA en el accionariado de Indra

Este pasado miércoles se formalizaba la adquisición de un 5 % del accionariado de Indra por parte de la guipuzcoana SAPA a la Corporación Financiera Alba, operación valorada en 90,8 millones de euros y financiada por el Deutsche Bank.

De esta manera, el accionariado de la tecnológica española pasará a estar encabezado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con un 18,75 %, seguida del fondo estadounidense Fidelity Management con un 9,8 seguida por SAPA que se posiciona tercera con el citado 5 %, NorgesBank con el 3,6 y la Corporación Alba, que pasa de ser el tercer accionista al quinto con un 3,2 % de las acciones (llegó a ser el segundo accionista).

Este movimiento podría explicarse desde varios enfoques. En primer lugar el deseo de Corporación Financiera Alba de salir de Indra tras las injerencias del Gobierno en la tecnológica y la politización de la gestión al punto de que terminarán cediendo su asiento en el  Consejo de Administración a SAPA.

Por otra parte, la operación de entrada de SAPA en el capital de Indra estaría directamente relacionada con la entrada de SAPA en ITP Aero y el interés de que Indra haga lo mismo. Esto permitiría al Gobierno tener mayor peso en una empresa de defensa que el Gobierno consideraba estratégica, pero que permitió vender totalmente a Rolls Royce en 2016 y en la que querría entrar ahora de la mano de Indra y SAPA. Además tanto Indra como SAPA forman parte de TESS Defence, el conglomerado empresarial creado para la fabricación del primer lote de producción del Vehículo de Combate de Ruedas (VCR) 8x8 “Dragón” para el Ejército de Tierra.

En la actualidad el fondo de inversión estadounidense Bain Capital es el propietario de ITP Aero después de su compra a Rolls Royce por 1.700 millones de euros, habiéndose gestionado la entrada de SAPA con un 5 por ciento y el grupo financiero JB Capital Markets con un 10 por ciento. Hasta junio del año próximo se extiende el plazo dado por Bain Capital para que puedan entrar accionistas españoles hasta un 30 por ciento con lo que podría repetirse la intentona fallida del Gobierno vía Indra de 2018 de entrar en ITP Aero.

En cualquier caso el mercado ha valorado negativamente la operación con la mayor caída de las acciones de Indra desde marzo del año pasado, perdiendo un 11,51 % el pasado miércoles cuando se formalizó la operación. A pesar del miedo de los inversores a las injerencias políticas en la gestión de Indra, sus acciones han subido más de un 33 % en lo que va de año. (José Mª Navarro García)

Fotografía: Logo de SAPA (SAPA)


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