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Domingo, 14 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

¿Puede el Ejército de Tierra prepararse como un todo para afrontar una crisis compleja e imprevisible?

A esa pregunta quiere dar respuesta el trabajo del comandante Ángel Andrés Ibarzo titulado “¿Es posible mejorar la respuesta de los ejércitos frente la complejidad?”, ganador de la última edición del premio Hernán Pérez del Pulgar.

Incorporado a la iniciativa #LecturasMADOC, que fomenta el pensamiento crítico, la investigación y la producción literaria entre los componentes del Ejército,  se enfoca específicamente en la gestión de las crisis, definidas como los momentos en los que la realidad compleja contradice las expectativas y hace falsos los supuestos en los que se basan los planes.  El autor plantea la pregunta “¿qué diferencia los ejércitos que son capaces de entender el entorno en el que operan de aquellos que no lo hacen?” La respuesta a esta pregunta, afirma, es el objeto de su trabajo.

Busca explorar así, desde el pensamiento sistémico, cómo el Ejército de Tierra puede integrar en su orgánica, doctrina, preparación o liderazgo los elementos necesarios para una rápida adaptación al inevitable shock resultante de la complejidad del entorno operativo.

Desde el punto de vista del origen del aprendizaje, el comandante Ibarzo afirma que se pueden establecer dos modelos básicos: “el de un ejército en permanente estado de guerra, cuyo aprendizaje está impulsado por la realidad y el contacto con el enemigo;  y el de los ejércitos en paz, cuyo aprendizaje está restringido a ejercicios y desarrollos teóricos que prevén las condiciones geopolíticas, humanas, tecnológicas... del futuro conflicto para ejercitarse y desarrollar experiencias similares a la realidad”.

Dado que embarcarse en una guerra para estar mejor preparado no parece un medio proporcionado para alcanzar el fin deseado, este trabajo, explica el autor,  trata de encontrar factores que favorezcan que un ejército se adapte a la realidad que se encuentra una vez que se inician las operaciones. Para ello, trata de resolver la siguiente pregunta: ¿Puede el Ejército de Tierra prepararse como un todo para afrontar una crisis  que por naturaleza es compleja e imprevisible?

Para concretar medidas prácticas, el autor adapta el modelo de los anillos estratégicos de Warden, argumentando que concentrarse en un único centro de gravedad genera vulnerabilidades frente a las «incógnitas desconocidas», aquello que ni siquiera sabemos que desconocemos. Sobre la base de esta metodología, la investigación propone iniciativas en áreas como la orgánica, la doctrina, el liderazgo o la preparación, al tiempo que señala resistencias internas y externas que requerirán paciencia y determinación para ser superadas.

Basándose en la premisa de que el ser humano no puede comprender plenamente los fenómenos que emergen de esta complejidad, el estudio plantea que los ejércitos deben desarrollar una «adaptación orgánica» sobre la base de un ciclo continuo de comprensión, acción y mejora que se realice en todos los niveles de la organización.

Finalmente, concluye que el ciclo del conocimiento es la herramienta clave para impulsar este cambio en el Ejército Tierra. En este sentido el Mando de Adiestramiento y Doctrina, principal motor de la transformación, debe incorporar la complejidad del entorno operativo como un elemento central en el diseño de sus procesos. 

Libro completo: ¿Es posible mejorar la respuesta de los Ejércitos ante la complejidad? 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

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