¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Viernes, 26 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Las opciones de artillería cohete para las Fuerzas Armadas españolas

El Teruel ya es pieza de museo (Ejército de Tierra)

Recientemente analizábamos las carencias de las Fuerzas Armadas españolas en el área de artillería teniendo en cuenta la evolución del contexto actual y los desarrollos en curso. Analizaremos ahora el caso concreto de los cohetes.

Hasta hace unos años España contaba con capacidad de diseño y fabricación de artillería de campaña cohete y cañón. La última evolución del Sistema Teruel (2006) acabó en fracaso al producirse algunos incidentes que aconsejaron su retirada del servicio (2011). Desde entonces, el Ejército español no cuenta con sistemas lanzacohetes.

Una batería del Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña 63 participó el año pasado en el ejercicio multinacional Dynamic Front 21 en Alemania. Obviamente sin lanzacohetes (Ejército de Tierra)

Sistema Teruel cuando aún estaba en servicio, en proceso de municionamiento (Ejército de Tierra)

De 1987 a 2011 el Regimiento de Artillería Lanzacohetes nº 62 (hoy 63) con sede en Astorga, León, mantuvo en servicio 12 lanzadores múltiples Teruel. Además, se reservaron dos lanzadores con fines de experimentación. ​La última evolución del Teruel T-2 al MC25, obligó a modificar ligeramente el lanzador debido a la mayor longitud del cohete e incrementó el alcance de 18 a 25 km. La previsión era sustituirlos por el sistema SILAM (Sistema Lanzador de Alta Movilidad), a desarrollar por la industria española sobre la base tecnológica del estadounidense HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System), pero el proyecto no llegó a iniciarse.

¿Qué se le pide hoy a un sistema lanzacohetes? La respuesta tiene relación con la misión asignada y el área de terreno que se desea cubrir. En la actualidad, los estudiosos del asunto fijan dicho alcance máximo entre 70 y 150 km., con un futuro previsible que lo alargue hasta los 300 km.

¿Qué opciones hay?

Abandonado el proyecto HIMARS, un MLRS (Multiple Launcher Rocket System) sobre ruedas, la alternativa a un desarrollo nacional pasa por acometer uno multinacional o la adquisición directa de sistemas en servicio (ningún país europeo cuenta con sistemas propios de este tipo; los de nuestro entorno, como Francia o Reino Unido, emplean el MLRS americano).

La familia de cohetes Astros de Avibras, de interés para el Ejército de Tierra

La familia de cohetes Astros de Avibras, de interés para el Ejército de Tierra

El más renombrado es el M270, aunque resulta particularmente caro. Alcances por encima de 84 km. y la elevada precisión de las últimas versiones lo hacen especialmente adecuado para evitar la exposición de medios aéreos en zonas hostiles o para defender nuestras costas en áreas estratégicas, como la cubierta por el Regimiento de Artillería de Costa nº 4 en el Estrecho de Gibraltar. También la Infantería de Marina puede usar lanzacohetes propios desde la cubierta de buques en apoyo al desembarco e incorporarlos después al contingente en tierra.

Dudo que sistemas misil como el ATACMS (Army Tactical Missile Sustem), con hasta 500 km. de radio de acción previstos estén hoy en el objetivo de las capacidades militares españolas, aunque sería una extraordinaria capacidad disuasoria pensando en los vecinos del sur. Tampoco sistemas complejos como el GMLRS (Guided Multiple Launch Rocket System) que en algunas versiones puede llegar a los 150 km. y que todavía no ha entrado en producción, pueden resolver en un plazo razonable las carencias de nuestras fuerzas armadas.

El hecho es que en España hemos cumplido más de una década sin artillería cohete y el objetivo del JEMAD de recuperar esta capacidad hacia 2024 se ve poco factible con los exiguos presupuestos que gestiona la ministra Robles. Todavía no está claro cómo se incrementará el presupuesto de Defensa comprometido por el presidente del gobierno en la última cumbre de la OTAN en Madrid

Y tampoco lo está si la artillería de campaña tiene una prioridad suficiente frente a otros sistemas, sirva como ejemplo que con el precio de un solo Eurofighter o de medio submarino S81, el problema quedaría resuelto; basta con analizar la “tarta” del reparto anual de las inversiones militares según ejércitos para darse cuenta de lo desequilibrado de las inversiones.

Participación de la industria nacional

A mi juicio, y dado que en Europa no vamos a conseguir nada, porque no lo hay, que el sistema americano es excesivamente caro (hay que pensar en el precio del arma artillera, el proyectil, no en la boca de fuego que lo lanza) y que el escenario económico es el que es, lo ideal es buscar un sistema relativamente económico, que esté en servicio y probado y que asegure la cadena de suministro en el futuro (estoy pensando en sistemas como el brasileño o el de Corea del Sur).

Si además se promueven acuerdos industriales para fabricar en España los sucesivos lotes de munición y se usan plataformas en servicio (como el IVECO 6x6 u 8x8), podríamos contar con un grupo de dos baterías lanzacohetes (8 piezas) en la fecha objetivo de 2024 e iniciar la fabricación de cohetes en 2026.

Y a partir del cohete “españolizado”, desarrollar espoletas y sistemas de guiado que reduzcan el círculo de dispersión, así como evolucionar los cohetes sobre una base industrial española para contar con nuevas versiones de mayor alcance, potencia y precisión.

Empresas españolas como Expal, junto con Instalaza, EM&E y tal vez el INTA, Indra, Sener, GMV y MBDA podrían abordar el desarrollo y fabricación de un sistema cohete español o españolizado con y sin guiado terminal. Y todo ello apoyado por la incorporación de sistemas aéreos no tripulados (armados o no) para la observación del campo de batalla, la designación de objetivos y, en su caso, la neutralización de los mismos mediante sistemas tácticos armados o suicidas complementarios a los fuegos indirectos. Si fuéramos capaces de diseñar un cohete con guiado terminal, avanzaríamos hacia la capacidad industrial misil.

Como alternativa, y dado que ha hecho pública su voluntad de convertirse en la referencia española en sistemas terrestres, Tess Defence puede encontrar en estos desarrollos una oportunidad por gestionar la potenciación de la artillería de campaña y contar con productos propios, lo que le permitirá alcanzar parte de sus objetivos estratégicos y afianzarse como una referencia internacional. (Manfredo Monforte Moreno, GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento y Artillero de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares)


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.