La potenciación de capacidades de la Brigada de Infantería de Marina (BRIMAR) “Tercio de Armada” requiere impulsar su potencial artillero con nuevos medios de proyección de fuegos hacia tierra y con material antiaéreo más capaz y eficiente.
Esa aseveración se enmarcaría entre las conclusiones a las que llega el coronel de Infantería de Marina en la Reserva Juan López Díaz en un reciente artículo, titulado “Las operaciones anfibias en el s.XXI” que ha sido publicado en el último Boletín de la Infantería de Marina. Ya conocíamos algunos de los programas en los que se está trabajando tras la entrevista personal que realicé hace un tiempo a Rafael Roldán Tudela, que ahora es Comandante General de la Infantería de Marina (COMGEIM).
Las operaciones y escenarios de un futuro más cercano que lejano requerirán a la Brigada de Infantería de Marina de más precisión, más capacidad y una mayor eficiencia de sus fuegos, potencial que sólo se logrará con nuevos sistemas de armas, en especial los de Artillería, pues los que ahora se emplean son valedores de una tecnología que pronto podría estar totalmente desfasada.
Para potenciar la capacidad de generar fuegos propios precisos que se apliquen sobre objetivos terrestres está en marcha el programa de mortero embarcado de 81mm que situado en un vehículo Uro VAMTAC ST5 estaría en proceso de recepción en la Brigada de Infantería de Marina española. Aunque se han reemplazado parte de su Artillería al cambiar sus antiguos obuses M109 de 155/32 milímetros por piezas mejores del mismo modelo pero del tipo A5 procedentes del Ejército de Tierra, el mencionado artículo revela que en las baterías del Grupo de Artillería se requiere más precisión y potencia, con un planteamiento que podría ser satisfecho con opciones que incluyen el lanzador HIMARS (High Mobile Artillery Rocket System) que podría disparar cohetes y misiles ATCMS (Army Tactical Missile System) para batir objetivos tanto terrestres como navales.
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Piezas como este obús Oto Melara 105/14mm no responden ya a las necesidades actuales y menos a las futuras (Octavio Díez Cámara)
Se requiere un rápido impulso
Una solución más económica -comenta López Díaz- sería el obús móvil francés Caesar. Es una pieza de Artillería de 155/52mm que está situada en la zona de carga de un camión 6x6 u 8x8, lo que facilita sus movimientos tácticos y estratégicos y genera una rápida entrada y salida en posición, dificultando así la contrabatería del adversario; en mi opinión, un sistema a lo mejor más versátil y fácil de desplazar desde los buques hacia la costa.
Analiza que también debería dotarse a la Brigada de Infantería de Marina con sistemas de armas del tipo Capacidad Indirecta de Fuego de Protección (IFPC, Indirect Fire Protection Capability) que ofrecerían más versatilidad en lo que son los fuegos generados al poder disparar distintos tipos de misiles. Lo idóneo sería que ese sistema incluyese misiles tierra-aire más capaces que los puestos de tiro Mistral ahora en uso, porque hay que hacer frente a la necesidad de detectar y derribar a misiles de crucero, RPAS (Remotely Piloted Aerial Saystem) o municiones de piezas artilleras y morteros, una solución a la que podría responderse con conceptos como el Iron Dome israelí que ha demostrado su versatilidad y fiabilidad al hacer frente a numerosas amenazas reales. (Octavio Díez Cámara)
Fotografia portada: El sistema francés Caesar, que monta un obús 155/52 sobre camión, podría ser una opción económica para la BRIMAR. (Octavio Díez Cámara)
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Se hace patente la necesidad de contar con capacidades IFPC que podrían llevar a incorporar conceptos como el israelí Iron Dome. (Octavio Díez Cámara)
