En 1797 nace la Dirección de Trabajos Hidrográficos o Dirección de Hidrografía con sede en Madrid, organismo que publica las primeras cartas de la célebre «Expedición Malaspina» (1789-1794), posiblemente una de las más brillantes del siglo XVIII. Una actividad que, más de 225 años después, trasciende su labor en favor de la Armada, ya que es el organismo de España encargado de asegurar los compromisos como Estado en este vital campo de dotar de cartografía segura a la navegación, ante la comunidad internacional.
El Instituto Hidrográfico de la Marina es una de las instituciones de la Armada española más antiguas, que aúna actualmente su legado con las más modernas tecnologías, como son las que le permiten cartografiar las costas españolas con sistemas no tripulados aéreos, de superficie y submarinos, caso único en las Fuerzas Armadas españolas.
La misión fundamental del IHM viene establecida en la Ley 7/1986 de ordenación de la cartografía, que regula la producción cartográfica del Estado, donde se establece la competencia del Estado a través del IHM en la formación y conservación de la Cartografía Náutica Básica, así como de la documentación oficial de uso obligatorio para el navegante, de acuerdo con las directrices de la OHI (Organización Hidrográfica Internacional).
En aras de esta misión de Estado, los profesionales del IHM siempre han estado incorporando las más modernas tecnologías, y desde hace años se añadió de lleno el uso de medios no tripulados, lo que se denomina de modo popular como drones. Esta labor, tan desconocida como esencial para la Armada y España, tiene su escaparate en la capital de España, con motivo de las interesantes jornadas de la Semana Naval, que organiza la Armada normalmente en el mes de septiembre.
Así, desde hace años el IHM exhibe sus modernos medios al público en el Parque del Retiro, en concreto junto a su estanque, que utiliza como escenario para mostrar uno de sus sistemas remotamente tripulados. Aunque lo que más aprecian los visitantes es poder ver en acción, navegando en dicha lámina de agua, uno de la categoría USV (Unmanned Surface Vehicle) de la firma noruega Maritime Robotics, especializado en tareas hidrográficas que se ha bautizado en España como VERIL (Vehículo Explorador Robotizado Integral Ligero). Para saber más del amplio empleo de sistemas no tripulados por parte del Instituto, defensa.com visitó las instalaciones del IHM, sitas en la ciudad de Cádiz, y uno de sus navíos, el “Malaspina”, que está atracado en la gaditana Base Naval de Rota.
Este navío, aunque tiene como puerto base el cercano Arsenal de la Carraca (San Fernando), dadas las obras en el puente Ramón de Carranza, que tiene su zona central móvil para facilitar el paso de la navegación entre la localidad isleña y el Océano Atlántico, se decidió atracarlo en Rota para facilitar sus campañas hidrográficas, como la próxima que realizará en aguas de Galicia.
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El RPAS “Matrice” 300 RTK está dando magníficos servicios al Instituto Hidrográfico de la Marina. (Foto Julio Maiz)
Precisamente durante nuestra visita a este buque de la Armada, que luce en su blanco casco el numeral A-31, pudimos ver cómo se operaba en pruebas otro de los medios de ese tipo, en concreto el denominado como USV Sonda-01. Según nos comentaba su Comandante, el capitán de corbeta Francisco Javier Salazar, había debutado en la primavera del año anterior, en el curso de una campaña para actualizar la cartografía náutica oficial del golfo de Cádiz. Estamos ante un medio ostensiblemente mayor que el mencionado VERIL, también suministrado por Maritime Robotics, cuyos sensores hacen un completo estudio de los fondos marinos, facilitando datos que son fundamentales para actualizar la cartografía, en este caso, o realizar nuevas.
Posteriormente, en la sede del IHM, su actual Comandante Director, el capitán de navío Francisco Díaz Rodríguez nos comentó las ventajas que les da el uso de todo tipo de sistemas no tripulados. Más allá de los USV, también operan con todo tipo de vehículos no tripulados genéricamente denominados como UXV (Unmanned X Vehicles), entre los que se encuentran además los de tipo aéreo o UAV (Unmanned Aerial Systems) y los submarinos no tripulados o UUV (Unmanned Underwater Vehicle).
Así nos comenta el experimentado marino: “en el campo de los UAV, nos han dado un importante servicio en nuestra labor, siendo buen ejemplo la misión efectuada en 2023, cuando se desplazó una comisión hidrográfica a la costa de poniente de la isla de La Palma, donde se llevan a cabo los trabajos geodésicos y fotogramétricos necesarios para determinar la nueva línea de costa, tras los efectos de la erupción del volcán Cumbre Vieja en 2021”.
En concreto, el capitán de navío se refiere al RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) Matrice 300 RTK de la firma DJI, que entre sus capacidades incluye el uso de diferentes sensores como una cámara fotogramétrica digital, un LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging) topográfico y un sistema de navegación por satélite o GNSS (Global Navigation Satellite System). Igualmente, este mismo sistema, manejado por los pilotos del IHM, se desplegó en otoño del pasado año en las zonas afectadas en Valencia por la DANA. Así, en las semanas posteriores a las riadas, este UAV de la Armada llevó a cabo decenas de vuelos a lo largo del barranco del Poyo y municipios vecinos (Paiporta, Picanya, Catarroja y Massanassa).
El uso de estos sistemas de las Fuerzas Armadas, equipados con diferentes tipos de sensores y otras cartas de pago, permitió obtener y dar a los mandos de la operación una completa visión integral de la emergencia con gran rapidez, reduciendo el lapso de tiempo entre la observación y la toma de decisiones. Así, estos vuelos permitieron determinar dónde se había concentrado más lodo; localizar decenas de vehículos arrastrados por el agua, facilitando su retirada; identificar residuos contaminantes y lodos; cuantificar las concentraciones de partículas dañinas en el aire, para poder tomar medidas de protección para operar los equipos de limpieza y la vuelta de los desplazados; elaborar modelos 3D para evaluar el estado de infraestructuras críticas como puentes y naves industriales; y realizar simulaciones hidrológicas de la evolución de las áreas inundadas.
La tercera dimensión a la que tienen acceso directo los profesionales del IHM es la del fondo submarino, gracias a su UUV Yuco-Scan, de la firma francesa especializada en este campo Seaber. Denominado por su fabricante como un micro-AUV (Autonomous Underwater Vehicle), el Yuco-Scan es uno de los sistemas más eficaces y de bajos costos operativos para realizar estudios batimétricos, como los que realiza el Instituto, así como para poder monitorizar infraestructuras submarinas dónde el IHM apoya con su experiencia y conocimiento. El Yuco-Scan está equipado con un sonar de barrido lateral de 680 kHz de la empresa sueca DeepVision, que proporciona una gran calidad de imagen con alta estabilidad, navegación precisa y capacidad para operar en zonas costeras con olas y corrientes fuertes. Además, su software DeepVision Side Scan Sonar proporciona un fácil acceso a la visualización de datos. Tiene una autonomía de hasta 8 horas, una velocidad de hasta 6 nudos y puede descender a una profundidad nominal de 300 metros. (Julio Maíz)







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