El Gobierno de España ha programado un aumento del gasto en Defensa del 25,8% según se ha anunciado en el marco de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023.
Se pasará de los 9.791 millones de euros anunciados para 2022 a 12.317 millones en 2023,el Ejecutivo destinará 4.900 millones a los llamados Planes Especiales de Armamento, con esa partida, que no computan en el límite de gasto no financiero, la inversión en Defensa crecería globalmente hasta un 25,8%. Hablamos de montos destinados a los grandes programas de modernización de la Defensa española: Submarino S-80, Helicóptero-NH90, fragata F-110, aviones de combate Eurofighter y tanques Leopard. Esa partida en concreto tendría un aumento del 72 % respecto a 2022, en que se aprobaron 2.848 millones. El texto oficial del Consejo de Ministros señala que: “los Programas Especiales persiguen modernizar las fuerzas armadas y se computan en distintas anualidades. En 2023 la dotación se sitúa en 4.901 millones de euros que, en su mayor parte, corresponde a contratos para la industria nacional que permitirá generar 22.667 empleos inducidos”.
Según reza la información del Consejo de Ministros, “los presupuestos también incluyen un aumento de los recursos para el Ministerio de Defensa del 6,5%, cifra que aumenta al 8,4% si se incluye los fondos europeos. El incremento es mayor al incluir los Programas Especiales de Modernización, (de Armaento) aunque estos programas no computan en el límite de gasto no financiero”. Esta estadística, maquillada a efectos contables, ha sido usada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para contraponerla al incremento dedicado a los Ministerios de Derechos Sociales, que sube un 18% y el de Igualdad un 14%, ambos en manos de ministras de Unidas Podemos, formación que abiertamente se ha opuesto al incremento del gasto en Defensa.

España necesita recuperar capacidades, como las de la artillería lanzacohetes, en la imagen un HIMARS. (foto US Army)
A pesar de la división de los partidos que forman el Gobierno de España, todo indica que se intentará cumplir, al menos en parte, con lo comprometido en la Cumbre de la OTAN y llegar a destinar a la Defensa el 2% del PIB en 2029. En el caso español se parte de un bajísimo gasto, equivalente a solo el 0,9% del PIB, por lo que el esfuerzo debe ser mucho mayor si se quiere cumplir el objetivo.
Estamos ante una tendencia general de todos los países de la OTAN tras la invasión de Ucrania el 24 de febrero de este año. Un conflicto que ya se alarga casi 8 meses sin visos de finalizar y que ha puesto en evidencia las bajas capacidades de Defensa de buena parte de los aliados europeos de la Alianza. En el caso español, tras muchos años de paupérrimas partidas presupuestarias destinadas a Defensa, se han perdido importantes capacidades (aviones antisubmarinos, artillería lanzacohetes, etc) , que deberían de ser recuperadas lo antes posible.
Valoración de TEDAE
La Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE) ha valorado positivamente el aumento de inversión previsto para el sector de la Defensa recogido en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
Ricardo Martí Fluxá, presidente de TEDAE, asegura en un comunicado emitido por TEDAE que “este aumento hasta el 1,2 % en 2023, y consecutivo hasta alcanzar el 2 % en 2029, es una respuesta coherente después de muchos años solicitando una estabilidad presupuestaria. Con este aumento acercaremos la inversión de España en Defensa al nivel de nuestros vecinos europeos y podremos disponer de mejores condiciones para responder a la situación de seguridad de nuestro continente”.
Este aumento, que pasa de 9.791 millones de euros a 12.317 millones, permitirá, destaca TEDAE, la puesta en marcha de nuevos programas tecnológicos, lo que supondría que más de 500 empresas, entre pymes y grandes compañías, puedan desarrollar tecnología puntera, crear y mantener empleo de calidad y generar nuevos acuerdos y alianzas internacionales. Todo ello, repercutiría en toda la cadena de suministros y, por tanto, en el tejido industrial español.
La industria de Defensa española considera necesario que la inversión en este sector sea estable en el tiempo para ofrecer un horizonte de planeamiento constante, mantener los compromisos adquiridos y favorecer nuevas inversiones, así como establecer mecanismos de seguimiento, control y evaluación de las inversiones. Es una inversión fundamental para que las empresas puedan continuar en la vanguardia tecnológica.
“Somos una industria estratégica. Nuestros desarrollos son altamente competitivos y nos permiten disponer de producción propia, fabricada en España, para su exportación, lo que nos posiciona como referentes mundiales”, añade el presidente de TEDAE.
Por este motivo, TEDAE aboga por disponer de unos criterios claros de financiación de la Defensa para lograr una mayor operatividad y potenciar una industria tecnológica considerando el efecto tractor, dual y transversal que tienen las inversiones en este sector.
(Julio Maíz Sanz)





