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Jueves, 9 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Entrevistamos al Jefe de la Brigada Aragón I del Ejército de Tierra, general de brigada Javier Mur Lalaguna

A la espera de recibir este año los primeros VCZ “Castor” para sus unidades de Zapadores y con la previsión de desplegar a partir de noviembre en Letonia, constituyendo el grueso del contingente español EfP XIV, donde pondrán sobre el terreno por primera vez una batería autopropulsada de su Grupo de Artillería, “algo muy anhelado por todos nuestros artilleros durante años”, hemos conversado con el Jefe de la Brigada Aragón I del Ejército de Tierra, el general de brigada Javier Mur Lalaguna

Sabemos que tiene una dilatada experiencia en Unidades de Montaña ¿qué carácter destacaría de ellas como diferenciador respecto de otras del Ejército de Tierra?

Las unidades de montaña se caracterizan por dotar a su personal de un espíritu duro y austero y, esto es sin duda, un elemento diferenciador en combate, que hace de estas unidades algo especial. Sus oficiales y suboficiales tienen que tomar, en ejercicios o en su actividad diaria, decisiones importantes dado que el riesgo y el peligro en la montaña están siempre presente.

Creo que los batallones de Cazadores de Montaña son las mejores escuelas de mandos, y así se aprecia en operaciones. Los mandos curtidos en unidades de montaña no dudan en tomar decisiones difíciles y en cortos periodos de tiempo, para proteger a su unidad. Además, los lazos del compañerismo se hacen aquí más fuertes. Nada hay que una más a los hombres y mujeres de una unidad que el peligro o el riesgo permanente y cada hombre aprende pronto a confiar siempre en su compañero de cordada, como hacen los Cazadores de Montaña.

Manda ahora, como general de Brigada, la Brigada “Aragón” I ¿qué puntos fuertes puede destacar de la organización que dirige?

La Brigada “Aragón” I ha pasado por un periodo excesivamente prolongado de cambios orgánicos hasta alcanzar su estructura definitiva en 2021, integrando unidades que anteriormente se encuadraban en las desaparecidas Brigada de Caballería “Castillejos” II y Jefatura de Tropas de Montaña. Sin embargo, considero que este profundo proceso de transformación ha sido un verdadero éxito y se debe, en gran parte, a la capacidad de adaptación de sus líderes, en todos los escalones. Hoy es una Brigada potente, con cuatro batallones de maniobra y todos los apoyos de fuego, zapadores, logísticos, etcétera. Reúne también otras capacidades clave para el combate actual -Inteligencia, NBQ, Mando y Control,….- que además se pretende potenciar.

Nuestra brigada tiene como seña característica su constante preocupación, muy intensa, por el adiestramiento de sus unidades y la instrucción de su personal. La facilidad de acceso a campos de maniobras nos facilita mucho nuestra preparación diaria.

Además, se ha sabido inculcar una cultura de mantenimiento, creo heredada de la antigua Brigada de Caballería. Esta preocupación por nuestro material y equipo es indispensable para garantizar la mejor disponibilidad operativa de sistemas de armas cada vez más complejos que demandan buenos especialistas y magníficas tripulaciones y sirvientes.

Otro rasgo distintivo es su versatilidad para afrontar operaciones de todo tipo, desde el apoyo a autoridades civiles como “Balmis” o “Baluarte”, a operaciones de estabilización en Líbano o las más exigentes, como la disuasión militar en Letonia, estando preparados para las operaciones convencionales de alta intensidad. Ahora, falta a la brigada potenciar estas capacidades y consolidar ese  espíritu de cuerpo único y diferenciador del resto de brigadas de la Fuerza.

¿Qué definiría a los soldados que la integran respecto de otros militares del Ejército de Tierra?

Nuestros hombres y mujeres están especialmente motivados y aportan una gran ilusión, que confiamos no defraudar. Es una de las brigadas con la media de edad más baja en el Ejército de Tierra. Soldados jóvenes que se complementan bien con un suficiente número de militares veteranos de los que aprender. Esto facilita enormemente la preparación, qué aunque no exenta de dificultades, se ve facilitada por este espíritu innovador y con constante espíritu de superación.

Desde que se incorporan a nuestras unidades insistimos a nuestros jóvenes en que la preparación física, la profesionalidad, la disciplina y el compañerismo son los pilares básicos en los que se asienta la cohesión y la operatividad de sus compañías, escuadrones o baterías. Además, prestamos una especial atención a la promoción profesional y, año tras año, un buen número de nuestros soldados ingresan en las academias de oficiales, suboficiales o en la Guardia Civil. Esto hace que la “Aragón” I sea también muy atractiva.

Sí que es cierto que una menor rotación de personal de tropa en nuestras unidades nos permitiría mejorar el encuadramiento y alcanzar mejores cotas de preparación, y confiamos en mejorar tanto la retención como la formación interna de nuestra gente.

¿Y qué definiría a su equipamiento como punto positivo para desarrollar las misiones que tienen encomendadas? ¿Están a la espera de reforzarlo o han recibido recientemente nuevos equipos?

Nos preparamos con los medios y materiales que el Ejército de Tierra pone a nuestra disposición y a los que tratamos de sacar el máximo rendimiento. Es cierto que hay plataformas que ya han cumplido su ciclo de vida, como el VEC en las unidades de Caballería, y que esperamos su sustitución por el “Dragón” en el medio plazo.

Pero contamos con otros vehículos de combate modernos y capaces como el carro “Leopardo” 2E o el VCI “Pizarro”. Estamos avanzado en la dotación de medios de mando y control con los vehículos PC BON en distintas configuraciones, los nuevos Mercurio IP, o los terminales satélite ATQH, y se ha generalizado el empleo del sistema BMS en todas nuestras unidades. Esperamos continuar mejorando con las nuevas radios o la instalación del SC2N-ET permanente en nuestro Cuartel General este año.

Igualmente, esperamos recibir este año 2023 los primeros VCZ “Castor” para nuestras unidades de Zapadores, lo que supondrá un salto importante en sus capacidades, y estamos pendientes de que se nos dote de nuevos medios RPAS para la obtención de inteligencia, ya que ahora sólo contamos con el “Raven”, y nos gustaría disponer con sistemas en el nivel Brigada como el “Orbiter”. La dotación de vehículos VAMTAC de nuestro Batallón Motorizado ha ido mejorando poco a poco, y confiamos ir completando las plantillas en los próximos años.

También esperamos que se nos asigne el material para nuestro equipo JTAC, una capacidad recién adquirida y en la que esperamos poder certificar nuevos controladores. Finalmente, contamos con mejorar nuestro material de campamento, equipo individual o material y equipamiento sanitario que es fundamental para nuestro trabajo diario, a la vez que esperamos en que progresivamente se vaya renovando la flota de vehículos ruedas, algo imprescindible para nuestras unidades logísticas.

Sabemos que ha ejercido el Mando interino de la División “Castillejos” ¿qué nos puede destacar de su experiencia? ¿Y de las capacidades de la División como la más potente del Ejército de Tierra?

En efecto, ejercí el Mando interino de la División “Castillejos” durante casi dos meses, hasta que se produjo el nombramiento del actual General Jefe. El Cuartel General de la División alcanzó la capacidad operativa plena en 2022 y creo que en un tiempo record se ha consolidado como el único CG operativo de nivel División.

Es cierto que tiene aún retos importantes, en particular los relacionados con la mejora del mando y control, y la integración de muchas otras capacidades como ciberdefensa, gestión de espacio aéreo, Inteligencia, targeting que son imprescindibles en los combates actuales y futuros. La División realmente es la Gran Unidad más potente del Ejército de Tierra, con una doble faceta. Primero, como Cuartel General operativo para planear y conducir operaciones en todo el espectro del conflicto y, luego, con su parte orgánica donde debe coordinar y facilitar la preparación de sus brigadas y regimientos.

Para mí, ha sido una experiencia extraordinaria el Mando de la División, y consciente de que era una situación de interinidad, mi única preocupación fue que no se resintiera la operatividad de esta Gran Unidad, continuar facilitando el adiestramiento de sus unidades y que continuará su trabajo de preparación con el mayor grado de exigencia hasta la llegada de su nuevo General Jefe.

Volviendo a la “Aragón”, sabemos que está dislocada en distintos emplazamientos ¿Supone ello un hándicap o tiene sus ventajas? ¿Las tiene también, para sus adiestramientos, el disponer de campos de maniobra como CENAD “San Gregorio” y la Base de San Clemente?

Como es sabido, la Brigada tiene unidades en San Clemente de Sasebas, en la provincia de Gerona, en Barcelona y en Zaragoza. La diversidad de emplazamientos no afecta a nuestro trabajo diario y mi comunicación con los jefes de unidad es fluida y frecuente, y además, estos últimos años hemos incrementado los ejercicios en los que reunimos personal o unidades de toda la brigada, para intercambiar conocimientos y estrechar lazos. Por ejemplo, todos los tiradores de precisión, los jefes de transmisiones o los equipos contracarro de la brigada se reúnen una o dos veces al año, y se instruyen juntos. El adiestramiento en común es fundamental para ir consolidando ese espíritu de cuerpo tan necesario.

Respecto al acceso a los campos de maniobras, nos podemos considerar afortunados por disponer de zonas de adiestramiento de las que podemos hacer uso todos los días. Incluso el Regimiento “Barcelona” 63, ubicado en el acuartelamiento barcelonés del Bruch hace un uso intenso del campo de San Clemente, mediante lo que llamamos instrucciones continuadas, cortos ejercicios de dos días pero de gran intensidad. Además, estos campos cuentan con instalaciones muy diversas, como polígonos para combate urbano, torres multiusos, campos de tiro con blancos móviles y abatibles, etcétera.

Si a esto le sumamos que en estos emplazamientos se han ido instalando todo tipo de simuladores de armas podemos considerarnos una de las Brigadas con mejores instalaciones para la preparación. Este año 2023 esperamos finalizar la instalación del nuevo Simulador de Torre de “Leopardo” 2E en un nuevo edificio de simulación, completamente reformado en la Base San Jorge de Zaragoza, y los nuevos simuladores de VCI “Pizarro” en San Clemente.

Vemos, por lo que detalla, que la “Aragón”, aunque joven, es una Brigada con futuro. ¿Nos podría concretar algo al respecto de las previsiones a medio largo plazo que puedan incidir en cambios de orgánica, capacidades o potencial?

La estructura orgánica parece ya definitivamente asentada, y ya no prevemos en el medio plazo nuevos cambios. Esto facilitará la cohesión y servirá para mejorar nuestro adiestramiento, a la vez que estamos en condiciones de incorporar nuevas capacidades que son necesarias. Veremos cómo avanza el proyecto Fuerza 2035 que supone una transición importante hacia un Ejército de Tierra con medios tecnológicamente avanzados que marquen la diferencia en el campo de batalla en el futuro.

Esto supone no sólo recibir e instruirnos en los nuevos sistemas de armas sino también un cambio de mentalidad, orientada a dar más iniciativa a todos los Jefes de Unidad, lo que denominamos “Mission Command”, aunque considero que no es algo novedoso en el Ejército de Tierra español, cuyos cuadros de mando siempre han destacado por su iniciativa. No obstante, es importante continuar formando verdaderos líderes, y esto requiere tiempo en el campo de instrucción y experiencia en operaciones.

El año pasado fue un año muy intenso para nuestra brigada donde acometimos la fase de adiestramiento general, con la evaluación de los batallones y grupos, fase que culminó con el ejercicio “TORO 22”, donde la brigada desplegó al completo en el mayor ejercicio anual del Ejército. Este año 2023, la Brigada “Aragón” I se encuentra en la denominada fase de Respuesta Inmediata, y nuestra principal misión es prepararnos para las misiones en el exterior que acometeremos en 2024.

Repasando el historial de la brigada, vemos que ha realizado ya distintas misiones internacionales ¿se preparan para alguna activación a corto o medio plazo? ¿qué nos puede explicar al respecto?

La previsión es desplegar en Letonia, constituyendo el grueso del contingente español EfP XIV a partir de noviembre de este año. Esta es ahora la misión más exigente de las Fuerzas Armadas, un compromiso de España en su contribución al esfuerzo disuasorio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en el flanco este, y en el que junto a pequeñas unidades mecanizadas y de carros de combate, desplegará por primera vez una batería autopropulsada de nuestro Grupo de Artillería, algo muy anhelado por todos nuestros artilleros durante años.

Igualmente a final de año iniciaremos la preparación para la operación “Libre Hidalgo”, en Líbano, donde esperamos volver en mayo de 2024,  y  donde el General Jefe de la Brigada asume el mando del Sector Sureste de UNIFIL con fuerzas de más de 10 países diferentes.

Y finalmente, estamos en disposición de contribuir al esfuerzo de asistencia al Ejército ucraniano en la denominada operación EUMAN-UA que se desarrolla en territorio nacional, y que dirige y coordina todas las unidades que sirven para adiestrar unidades ucranianas que luego combatirán en el frente.

Y junto a todos estos compromisos seguiremos apoyando a los centros de enseñanza como hacemos habitualmente y aquellas otras misiones de apoyo a autoridades civiles que puedan ordenarse. En definitiva, estamos, como dice nuestro lema, listos “Para todas las misiones”.

Otro aspecto que nos interesa sobre las tropas que manda es el estado operativo y lo referente al espíritu y la moral ¿Nos podría dar algún detalle al respecto de esos ámbitos?

En lo referente al estado operativo de nuestras unidades, es cierto que en los últimos años los créditos necesarios para el sostenimiento de las unidades no permitían cubrir todas las necesidades. La guerra de Ucrania iniciada en febrero de 2022 ha obligado a todas las naciones europeas a reflexionar sobre la necesidad de una inversión permanente en seguridad y defensa. La mayor dotación de créditos asignada al Ministerio de Defensa para 2023 nos debería permitir mejorar la operatividad de nuestras unidades, y dotarnos de nuevas capacidades necesarias.

Pero lo más importante, sin lugar a dudas, es el capital humano, los hombres y mujeres que tengo el honor de mandar y cuyo espíritu y moral es excelente. Su disposición para servir es encomiable como lo demostraron durante las operaciones “Balmis” o “Baluarte” donde trabajaron incansablemente o en sus despliegues anteriores fuera de España.

Todos son conscientes de que deben prepararse permanentemente para afrontar los retos que tenemos, que un buen grado de instrucción y adiestramiento no se improvisa, que deben ser los mejores profesionales, cada uno en su puesto táctico, y que cualquier obstáculo puede ser vencido. Cuando veo trabajar a nuestros militares en el campo de maniobras con profesionalidad y entrega sé que estamos en el buen camino, buscando mejorar cada día.

Para acabar, ¿qué transmitiría a los lectores de defensa.com sobre la Unidad bajo su Mando?  

Para alguien como yo, con casi 40 años de servicio, el poder ejercer el mando de una brigada del Ejército de Tierra es un privilegio. Mi responsabilidad es tener la Brigada “Aragón” I siempre dispuesta, con el grado de adiestramiento exigido, y en condiciones de atender a los compromisos que se nos asignen.

Hasta ahora, hemos dado siempre una magnífica respuesta y, a la vez, hemos sido ejemplo de unión y cohesión. Estoy convencido que nuestra brigada está a la altura de cualquier otra de las grandes unidades del Ejército como lo ha demostrado en los últimos años y en las operaciones en las que ha participado.

Algunas notas biográficas del General de Brigada Mur Lalaguna:

“A lo largo de mi carrera militar he alternado destinos de mando de Unidades en todos los empleos -Sección, Compañía, Batallón, Regimiento y Brigada- junto con destinos en estados mayores de Brigada, División, Mando de Personal o en el Estado Mayor del Ejército. Además, tenido la ocasión de participar en cinco ocasiones en diferentes operaciones en los Balcanes, Afganistán o Líbano. Todos y cada uno de estos destinos y misiones han ido sumando a mi bagaje profesional la necesaria experiencia. He podido confirmar que las unidades del Ejército de Tierra español son verdaderas unidades de combate comparables con las de otras naciones amigas y aliadas.

Para mí, el mando de unidades es la esencia de la vocación militar, y nuestra mayor responsabilidad es preparar unidades para operaciones, cohesionarlas, liderar hombres y mujeres, en definitiva, servir en los puestos más exigentes.  En todos estos destinos he tenidos subordinados, superiores y compañeros de quienes siempre he aprendido algo nuevo, y muchos de ellos han sido un verdadero ejemplo para mí y a todos les estoy agradecido por ello”. (Octavio Díez Cámara)


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