Ejercicio ‘Trueno 25’: la Brigada Paracaidista cierra el año integrando en unas maniobras todas sus capacidades

Entre los días 10 y 17 de diciembre, la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas (BRIPAC) llevó a cabo uno de sus ejercicios más importantes: el ‘Trueno 25’. En él, se integraron todas las capacidades de la BRIPAC como brigada de combate del Ejército de Tierra: infantería, caballería, zapadores y artillería.

El ejercicio inició con el despliegue de las unidades en el CENAD de San Gregorio y el CENAD de Chinchilla (ambos a la vez) para desarrollar ejercicios de tiro con fuego real tanto de fusilería y artillería como de caballería, destacando el empleo de los Vehículos de Reconocimiento y Combate de Caballería (VRCC) Centauro del Regimiento de Caballería ‘Lusitania’ 8.

Posteriormente, en una segunda fase del ejercicio, se desarrolló un supuesto táctico en el que la BRIPAC era activada como fuerza de despliegue rápido para tomar un aeródromo mediante una operación de entrada inicial, muy característica de la Brigada Paracaidista. Para ello, se planificó una acción militar táctica de aerotransporte mediante lanzamiento paracaidista de más de 200 efectivos de las diferentes banderas y regimientos de la BRIPAC como escalón de asalto.

Si bien la meteorología adversa impidió que se efectuara el lanzamiento propiamente, sí que se realizaron todas las acciones previas y posteriores al mismo: traslado a la base aérea de Zaragoza, colocación del equipo, revista de seguridad, embarque en tres aviones A400M del Ala 31 y un avión C-295 del Ala 35, ambas del Ejército del Aire y del Espacio, y vuelo hasta la zona de lanzamiento con cancelación en el último momento. 

Cabe destacar que en este tipo de ejercicios las unidades militares no solo buscan adiestrar al personal en el salto paracaidista como tal, sino que es incluso más importante poner a prueba la capacidad de toda la BRIPAC para desplegar los medios y planificar la operación, que en este caso se canceló en el último momento (ya en vuelo) e incluía también el lanzamiento de una pieza de artillería Light Gun para reforzar las posiciones tomadas y una mula que ejercería de puesto de mando.

Un ejercicio de reconocimiento con vehículos VAMTAC y exploradores a pie en el CENAD de San Gregorio. (foto: Esteban Maiza)

Previamente al escalón de asalto, 48 horas antes, se infiltró mediante un lanzamiento paracaidista en modalidad HALO (High Altitud Low Opening) desde un C-295 un reducido grupo de miembros de la Compañía de Reconocimiento Avanzado (CRAV) para efectuar acciones de reconocimiento sobre el aeródromo objetivo. Con la información que los miembros de la CRAV transmitieron, el jefe de la operación de entrada inicial evaluó las distintas posibilidades y el momento indicado para efectuar la ya mencionada acción militar táctica de aerotransporte mediante lanzamiento paracaidista, a la cual en caso de una intervención real seguiría una segunda acción de aerotransporte por aterrizaje con medios pesados del escalón de refuerzo una vez la seguridad del aeródromo estuviera garantizada por el escalón de asalto.

Cabe destacar en este ejercicio de la BRIPAC la utilización de drones First Person View (FPV) en acciones militares tanto ofensivas como defensivas, una tendencia muy reciente de la guerra de Ucrania y de la que todas las unidades militares están extrayendo valiosas lecciones, pero de la que poco se puede contar sin comprometer la seguridad de las operaciones. Sí que vale la pena destacar que en el ‘Trueno 25’ el papel del enemigo en posición defensiva fue ejecutado por los propios miembros de la BRIPAC y no por la Unidad Enemigos del CENAD de San Gregorio, aumentando el realismo y adiestramiento de los paracaidistas.

Durante el ejercicio, también se extrajeron valiosas lecciones de cara al futuro empleo de redes de camuflaje térmicas por los miembros de la CRAV para evitar ser detectados por los drones FPV con cámara térmica del enemigo, circunstancia que también se ha convertido en el día a día en la guerra de Ucrania y de la que las unidades del Ejército de Tierra en general y la BRIPAC en particular han tomado nota. (Esteban Maiza)