El Museo de Aeronáutica y Astronáutica ha sido el escenario de la presentación por el Ejército del Aire y del Espacio de los actos del centenario de los Grandes Vuelos de la Aviación Española, que comenzaron con el cruce del Atlántico por el Plus Ultra. Corría el año 1926 cuando en España la aviación militar de aprestó a asumir grandes retos aéreos, en línea con otras potencias.
El pasado jueves, casi 100 años después, el jefe del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire y del Espacio (SHYCEA), general de división José Luis Figuero Aguilar, presentaba en el madrileño Museo de Aeronáutica y Astronáutica los actos que se van a llevar a cabo para conmemorar hasta ocho grandes vuelos, acaecidos entre 1926 y 1935. El general resume: "homenajeamos el entusiasmo de los pioneros de nuestra aviación por superar nuevos retos, algo que los aviadores llevamos en nuestro ADN”.
El “buque insignia” de los actos es celebrar y recordar los cien años del vuelo Plus Ultra, cuando el hidroavión Dornier J Wal realizó el primer cruce del Atlántico Sur desde la Península, enlazando España con Argentina, desde Palos de la Frontera hasta Buenos Aires. A bordo, el comandante Ramón Franco, el capitán Julio Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Durán y el sargento mecánico Pablo Rada. El vuelo partió el 22 de enero, y tras hacer escalas en las Islas Canarias y Cabo Verde, cruzó el Atlántico Sur y fue llegando a Sudamérica mediante etapas hasta llegar definitivamente a Buenos Aires el 10 de febrero.
Aquella gesta, acogida con entusiasmo, reabrió para nuestros aviadores la ansiada aventura de llegar más alto, más lejos y más rápido. El Plus Ultra fue mucho más que una travesía aérea. Representó un símbolo del progreso tecnológico español, retomando la tradición histórica de la exploración. Partió desde el mismo simbólico lugar del que partiera Colón en 1492 y su nombre Plus Ultra remite precisamente a esa voluntad expansionista de ir más allá, de traspasar barreras.
El centenario de los Grandes Vuelos de la Aviación Española abarca hasta ocho "gestas" acaecidas entre 1926 y 1935, mediante una serie de celebraciones que pretende trasladar a la sociedad el espíritu aviador y el entusiasmo de aquellos militares precursores del actual Ejército del Aire y del Espacio a través de exposiciones, congresos, conciertos y exhibiciones aeronáuticas.
El pistoletazo de los actos comenzará con un homenaje al Plus Ultra en Palos de la Frontera (Huelva), en el mismo muelle desde donde partió el hidroavión alemán Dornier J Wal hacia Buenos Aires, que se cerrará con una exhibición aérea de los helicópteros EC120 de la Patrulla Aspa.
Aunque todavía no está cerrado, se está coordinando con las autoridades argentinas la posibilidad de trasladar a ese país a la Patrulla Aspa a bordo de aviones de transporte A400M, para que realice una exhibición en el país destino de aquel épico viaje. En el Museo "Enrique Udaondo" de Lujan (Provincia de Buenos Aires) se encuentra aquel Dornier J Wal, que inauguró en enero de 1926 la década de los Grandes Vuelos.
El broche de la presentación de los actos la puso la FIO (Fundación Infante de Orleans), en concreto con una pasada de tres aviones de entrenamiento Bücker Bü 131 Jungmann y el pequeño monoplazo Comper CLA-7 Swift, como el que pilotó Fernando Rein Loring en su vuelo Madrid-Filipinas de 1933, uno de los vuelos que se recordarán. (Julio Maíz)
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