Aquí nos encontramos con una paradoja que la cadena de suministro estaba dedicada a la adquisición de procesos “non core” que simplemente por carga de trabajo, potenciación de la I+D por parte de los gobiernos, empresas, junto con fondos de inversión que lo potencian, e incluso, y adquisición de los activos necesarios para ello.
Y es una paradoja porque el mercado que como decía tradicionalmente subcontrataba actividades que no tenían valor para las compañías ha revertido en que la cadena de suministro tradicional es capaz de aportar un valor intrínseco e incluso adquirir conocimientos y capacidades para poder tener un conocimiento experto y producto excepcional que incluso supera a lo que el cliente puede desarrollar.
Esta situación de paradoja, por supuesto, hace que la cadena de suministro o proveedor tradicional de estos clientes de primer nivel pueda innovar, diversificar y conseguir en los mercados, no solo de defensa, un posicionamiento que años atrás solo estaba reservado al cliente de primer nivel.
Y viene refrendado por noticias y operaciones financieras donde la cadena de suministro adquiere la capacidad financiera para adquirir incluso participaciones de estos clientes para poder seguir aportando valor a las dos compañías. Todo esto quiere decir que los proveedores del sector defensa que comenzaron siendo una mediana empresa empiezan a crecer y expandirse para convertirse en una gran corporación y un actor muy relevante en los mercados no solo del sector de la defensa sino a nivel general en el sector industrial.
Ni que decir tiene que los próximos años y debido a la coyuntura internacional y la situación a nivel global va a hacer que los presupuestos de los ministerios de defensa se conviertan en tan importantes como para que la cadena de suministro al completo pueda aportar valor desde el primero hasta el último de ellos.
Por supuesto quedan muchos pasos pendientes por dar para que sea una simbiosis total y no involucione el sector como la propiedad intelectual de los productos y otros factores como la co-innovación y en que fases se produce entre cliente y proveedor. Otro de los puntos importantes en esta situación y que tarde o temprano debe ser regulado es que al producirse esta potenciación de la cadena de suministro y aprovechando el bien hacer de los gobiernos por potenciar el I+D nos encontremos desarrollos y productos similares en el mercado desarrollados por el proveedor de primer nivel (cliente principal) y la cadena de suministro ya que se desperdiciaría una cantidad de esfuerzo y energía y , por supuesto, el dinero necesario para poder seguir aportando valor al mercado y el desarrollo comercial del mismo.

La cadena de suministro adquiere valor también en la industria de defensa. Foto: Germán Díaz
El reflejo de toda esta situación se ha reflejado claramente en que la tradicional feria FEINDEF y el encuentro estratégico de las Fuerzas Armadas, los gobiernos y la cadena de suministro se ha convertido en un encuentro no solo para los mismos, sino para otros sectores que quieren aprovechar la situación y así, cada vez más, se convertirá no en un evento global de encuentro de colaboradores y empresas estratégicas y no solo del sector defensa sino de otras empresas que quieren y pueden aprovechar el retorno tecnológico que es necesario para la industria moderna.
Y por otro lado el caso contrario, donde empresas de la cadena de suministro tradicional de la Defensa, crecen en otros sectores y aprovechan estos eventos para darse a conocer a la industria en general ya que los estándares de calidad son tan altos y exigentes que les permite desarrollar casi cualquier producto o servicio y por encima del resto de estándares de calidad generales de la industria.
Y aquí quedan, por supuesto, algunos pasos adicionales pendientes de dar, ya que las Fuerzas Armadas de cada país son celosas de sus secretos y esto hace que esta cadena de suministro tenga que aceptar esas regulaciones generales y adaptarse a la colaboración general entre países.
Aquí está el salto que todavía estamos por superar para que no solamente hablemos de la Unión Europea en términos generales de economía europea sino que seamos capaces de trasladar esa globalización europea al sector de la defensa para que la cadena de suministro aporte un valor diferenciador no solo de manera nacional sino de manera internacional.
Por supuesto ni que decir tiene que el concepto de “doble uso” va a marcar en la cadena de suministro un antes y un después en el tema de “compliance” que va a obligar no solo a las cadenas regulatorias tradicionales a controlar a los proveedores de primer nivel sino a exigir a toda la cadena de suministro ese control para poder reportar toda esta información como corresponde.
Debemos esperar que este valor internacional de la cadena de suministro en las fronteras españolas y esta globalización ayuden a reforzar la posición de Europa frente a otras naciones fuera del espectro que mucha mayor cifra de negocio y de resultados, tales como Estados Unidos y Rusia.
Por último decir que ya no podemos hablar del sector de la defensa y su cadena de suministro de manera aislada, sino que tiene cabida en el contexto global industrial como uno de los pilares económicos de la economía global. (Juan Manuel Valcárcel Rosado, Consultor de la cadena de suministro y transformación digital de proveedores estratégicos)




