Las necesidades de la Brigada de Infantería de Marina “Tercio de Armada”, BRIMAR, están transformándose a la vez que lo hace su estructura y su potencial combativo, ahondando en que sea clave como Fuerza de Desembarco para abordar acciones expedicionarias en diferentes puntos del planeta.
En los planes de la Infantería de Marina, de los que la BRIMAR es su Fuerza más consistente y optimizada para acciones más allá de nuestras fronteras, se ha venido considerando la necesidad de contar con un sistema de lanzacohetes múltiple que en su caso vendría a reforzar y complementar armas como los lanzacohetes desechables Instalaza C90 y los puestos de tiro de misiles contracarro Spike LR.
Lo que se pretendería es incorporar un nuevo material que complemente a ambos sistemas de armas. Buscarían, según hemos conocido a través de diversas fuentes, un concepto similar al del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (USMC), un lanzador portátil que puede disparar municiones contra personal, contracarro, bivalentes, fumígenas…
La llegada de este sistema de armas a la BRIMAR, o de uno con capacidades similares, es imprescindible para dotar a sus pelotones de la necesaria potencia de fuego para afrontar cometidos en los que seguramente tendrán que enfrentarse a adversarios más contundentes, con más medios blindados y hasta fortificados en posiciones defensivas.
Un lanzacohetes múltiple ligero les daría una potencia de fuego nada desdeñable y, aprovechando que dispara distintos tipos de granadas, una consistencia mayor ante enfrentamientos en entornos convencionales o asimétricos.
El Plan Anual de Contactación (PACDEF) del Ministerio de Defensa incluye una partida de 1,2 millones de euros para abordar el inicio de la compra de estos lanzacohetes cuya llegada se enmarca dentro de la adquisición de un sistema contracarro de defensa inmediata para la Fuerza de Desembarco, que es un elemento clave y operativo que se conforma principalmente con los medios de la BRIMAR. (Octavio Díez Cámara)






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