El texto señala un conjunto de sectores de la defensa en los que se podrá llevar a cabo la cooperación bilateral, entre los que se encuentran la organización de las Fuerzas Armadas, la política de defensa, la industria de la defensa, la investigación tecnológica, la gestión de crisis, las operaciones de mantenimiento de la paz y la formación. Asimismo, el establecimiento de un marco de relación entre ambos países más amplio y fluido facilitará los intercambios comerciales de carácter bilateral, y favorecerá la presencia de la industria española de defensa en la región iberoamericana.
También se delimitan los sectores concretos en que ambos países desarrollarán la cooperación. Entre ellos, se encuentran la política de defensa, la gestión de crisis, el apoyo a las operaciones humanitarias, la organización de las Fuerzas Armadas y la formación. Se recoge, igualmente, el propósito de facilitar la participación recíproca de representantes de las Fuerzas Armadas como observadores en las maniobras y ejercicios militares nacionales.