El avión de combate chino J-10C está en el punto de mira tras la pérdida el pasado mes de mayo de 3 aviones de combate de la Fuerza Aérea india, entre ellos uno de sus Dassault “Rafale”, en el marco de los ataques aéreos lanzados contra Paquistán en la escalada del conflicto en Cachemira. Tras la primera oleada de ataques, la respuesta de la Fuerza Aérea de Paquistán logró, según confirmó el ministro de Asuntos Exteriores del país islámico, Ishaq Dar, el derribo de “todos los aviones de combate indios atacantes, incluyendo ‘Rafale’”, usando sus cazabombarderos chinos J-10C. ¿Hasta qué punto es capaz?
A medida que se asientan las aguas de los últimos enfrentamientos entre India y Paquistán está claro que sus respectivas fuerzas aéreas desempeñaron un papel muy activo en los combates. Muchos observadores apuntan el impacto potencialmente significativo de los cazas polivalentes chinos J-10C de la Fuerza Aérea paquistaní, así como sus misiles aire-aire PL-15, trambién descritos en este articulo. Antes de examinar con más detalle el J-10C, hay que señalar que las afirmaciones de los dos países son contradictorias y que siguen siendo difíciles de obtener pruebas fehacientes de cómo se utilizaron estos cazas y de su rendimiento general.
También cabe señalar que las imágenes relacionadas con la guerra aérea que se publicaron en redes sociales, junto con las afirmaciones sobre posibles derribos, deben considerarse no verificadas. Las operaciones de propaganda e información a gran escala, así como la avalancha de intercambios en las redes sociales basados en el vitriolo, siguen en curso y es probable que así siga siendo durante algún tiempo. En cuanto a los enfrentamientos, está claro que el J-10C fue el más destacado, lo que tiene implicaciones no sólo en el enfrentamiento entre India y Paquistán, sino también en el contexto del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China, que es el operador más prolífico de este tipo de aviones.
Siempre que los éxitos que se atribuyeron al J-10C sean exactos, se trata de una pequeña muestra de eficacia en combate en unas circunstancias muy particulares. En general, las conclusiones que pueden extraerse son limitadas. Las mejoras en términos de nuevas tecnologías de misiles, sensores y redes en las plataformas de combate se producen con regularidad y podrían inclinar la balanza en cualquier dirección. Al mismo tiempo, el combate aéreo moderno no es tanto de cazas contra cazas, como un cóctel de redes, entrenamiento, empleo de armas, guerra electrónica, tácticas y armas combinadas.
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“Selfie” de un piloto del 313º Regimiento de Caza de la FAELP.
Reclamaciones de derribos
Paquistán afirmó haber derribado 5 cazas de la Fuerza Aérea india, entre ellos nada menos que 3 Rafale. Se ha informado de que un alto funcionario de los servicios de inteligencia franceses confirmó el derribo de 1 Rafale y las imágenes publicadas en las redes sociales parecen mostrar los restos de uno de los aviones de fabricación francesa. Fuentes oficiales y extraoficiales atribuyeron al menos algunos de los derribos reivindicados a la combinación del avión de combate J-10C y misiles aire-aire PL-15. En cuanto a la posible pérdida del Rafale que parecen confirmar las imágenes, no hay que sacar conclusiones precipitadas, como se ha hecho en informes anteriores.
El hecho de que un par de funcionarios estadounidenses hayan salido a decir que parece haber sido un J-10 el implicado en el derribo del ‘Rafale’ es interesante. Eso hace que sea bastante probable que estemos ante un derribo, pero en realidad no significa lo fuera con seguridad. El hecho de que el motor y la cola parezcan estar un poco alejados apoya la idea de que no se desintegró, pero es posible, por ejemplo, que se quedaran sin combustible al haber pasado demasiado tiempo en poscombustión y a bajo nivel intentando evadir los disparos y tuvieran que eyectarse por falta de combustible de camino a la base. O fuego amigo, o un disparo a larga distancia de HQ-9, aunque sospecho que eso es un poco menos probable, explica Bronk, analista del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).
Otras imágenes bien podrían apuntar a la pérdida de un MiG-29 Fulcrum de la Fuerza Aérea india y posiblemente también de un Su-30MKI Flanker. Por ahora, tampoco sabemos con certeza si hay algo que vincule específicamente estas posibles bajas aéreas con el J-10C. Por otra parte, los restos de varios PL-15 recuperados en territorio indio apuntan a enfrentamientos de algún tipo en los que participó el J-10. Cuando el ministro de Asuntos Exteriores paquistaní, Ishaq Dar, declaró ante el Parlamento que los cazas de su Fuerza Aérea habían derribado Rafale, dijo que había informado a los chinos y que estaban satisfechos, señalando de nuevo a los J-10 y PL-15.
Sea cual fuera el resultado, el empleo en combate de los cazas J-10 y los misiles PL-15 también proporcionó a China datos muy valiosos sobre las capacidades de su material, así como de los equivalentes occidentales utilizados por India. Les da la oportunidad de evaluar su rendimiento en condiciones mucho más complejas y difíciles de lo habitual y, en el caso de Paquistán no se trata sólo de los cazas en sí, sino de misiles, sistemas de radar y toda la columna vertebral tecnológica de su ejército, desde capacidades de guerra electrónica hasta sistemas de satélite, declaró Andrew Small, investigador del German Marshall Fund a The Guardian. Las afirmaciones sobre el combate aire-aire fueron aprovechadas por comentaristas de la blogosfera china y alentaron una reevaluación de las capacidades del J-10.
Es posible que tengamos que reevaluar las capacidades de combate aéreo del EPL, que pueden estar acercándose o incluso superando el nivel de despliegue de la USAF en Asia Oriental, declaró Shu Hsiao-Huang, asociado del Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad Nacional de Taiwan, a Bloomberg. La sorprendente victoria de los J-10 y PL-15 chinos obligará a reconsiderar el equilibrio de poder militar en caso de una contingencia en Taiwan, dijo Yun Sun, director del programa sobre China del think tank estadounidense Stimson Center.
Por parte de Beijing no hay ningún reconocimiento oficial sobre el papel del J-10C en el combate. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China declaró que no estaba familiarizado con la situación del J-10C.
Desarrollo del caza J-10
Antes de examinar específicamente la versión J-10C, merece la pena repasar brevemente la trayectoria de desarrollo que condujo a este caza, que es numéricamente el más importante de fabricación nacional en uso por el Ejército Popular de Liberación. China comenzó a trabajar en lo que se convertiría en el J-10 a principios de llos ochenta, con la necesidad de un tipo polivalente monomotor para sustituir al J-7 (MiG-21 Fishbed de fabricación local) en el papel de defensa aérea, así como al avión de ataque al suelo Q-5 Fantan. Como es habitual en el desarrollo de aviones militares chinos, el programa se retrasó, principalmente por falta de un propulsor adecuado.
Cuando finalmente apareció, el J-10 presentaba un ala delta con anteplanos canard, una entrada de motor montada en la barbilla y controles de vuelo fly-by-wire. Se ha hablado mucho de las similitudes conceptuales con el caza israelí Lavi, aunque hay que señalar que el chino es más grande y pesado. Si bien es cierto que hubo cierto contacto entre Chengdu e Israel, el J-10 también se basó en el anterior proyecto de caza J-9 de la empresa, que fue abandonado a principios de los años ochenta. A lo largo de la década de los ochenta, el desarrollo siguió retrasado por la falta de un motor adecuado y por cambios en el diseño, pero en 1991 se había completado una maqueta a tamaño real.
Cuando el J-10 voló por primera vez en forma de prototipo, en marzo de 1998, estaba equipado con un turboventilador AL-31FN de fabricación rusa. A finales de 2003 las pruebas de vuelo habían concluido y estaba en la fase de construcción en serie. El nuevo caza entró en servicio en la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (FAEPL) en junio de 2004. Tres lotes de la producción inicial fueron seguidos poco después por el J-10A, que incorporaba mejoras en la aviónica, como el radar de control de tiro por impulsos doppler Tipo 1473G más potente y una cabina revisada. Los originales se modificaron posteriormente con los mismos estándares. Mientras tanto, el J-10AH se fabricó como un derivado para el servicio naval en tierra.
También existe una versión biplaza de entrenamiento, la J-10AS, con una gran espina dorsal que aloja la electrónica desplazada por la cabina trasera. Es totalmente apto para el combate y el derivado naval es el J-10ASH. Incluso en su forma básica, el J-10 es un avión de caza bastante avanzado, cuya cabina cuenta con una pantalla de visualización frontal HUD (Hud-Up Display) gran angular, 2 pantallas multifuncionales MFD (Multifunctional Display) monocromáticas y 1 en color.
El piloto dispone de un visor montado en el casco y mandos HOTAS (Hands on Throttle and Stick). En el momento de su introducción, el armamento aire-aire principal del J-10 estaba compuesto por los misiles aire-aire AAM (Air-to-Air Missile) de medio alcance PL-11 guiados por radar semiactivo y los de corto alcance PL-8 por infrarrojos.
Este avión de combate ha recibido progresivamente nuevas armas y sensores, incluidos AAM de medio alcance PL-12 guiados por radar activo. Más recientemente, los PL-8 y PL-12 empezaron a ser sustituidos por los mucho más capaces PL-10 y PL-15, respectivamente. Para aumentar la capacidad para portar misiles se incorporó un nuevo pilón de lanzamiento de doble raíl para los AAM de alcance medio. Las cargas típicas de armamento aire-tierra incluyen un par de bombas guiadas de precisión LS-500J de 1.102 libras, utilizadas junto con módulos de puntería por infrarrojos/láser y de contramedidas electrónicas ECM (Electronic Counter Measures). Otras municiones aire-tierra incluyen el misil antirradiación YJ-91.
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Mostrtando el enorme paracaídas de frenado.
El desarrollo
Una vez completados unos 270 J-10A/AS, la producción pasó al J-10B mejorado, que se presentó en 2008. Externamente se diferencia por el uso de una entrada supersónica sin desviador, una característica que reduce el peso estructural y la sección transversal del radar de aspecto frontal. El radomo remodelado aloja un radar PESA (Passive Electronic Scanned Array) de banda X, capaz de rastrear 10 objetivos y atacar simultáneamente a 4 de ellos. Otras novedades son un sensor de búsqueda y seguimiento por infrarrojos situado delante de la cabina, 3 MFD en color en la cabina y HUD holográfico de gran angular. La producción se limitó a unos 60 ejemplares antes de ser sustituido por el J-10C, que introdujo un radar de barrido electrónico activo AESA (Active Ellectronically Scanned Array).
Contar con un radar AESA de cualquier tipo es una gran ventaja, ya que este tipo de matrices suelen ofrecer mayores alcances de detección y seguimiento, una mejor discriminación e identificación de objetivos y la capacidad de captar blancos que vuelan bajo con firmas de radar reducidas, como misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados, o UAV (Unmanned Aerial Vehicle). Sin necesidad de desplazarse físicamente alrededor de una antena parabólica dirigida mecánicamente, pueden escanear rápidamente grandes volúmenes de espacio aéreo. Además, la tecnología AESA es más resistente a las interferencias y mucho más fiable que su predecesora de escaneo mecánico.
Como señala Bronk, hay muchas incógnitas sobre el radar del J-10C: Obviamente tiene un AESA funcional. Según todos los indicios, parece razonablemente capaz. Pero si se profundiza un poco, hay radares AESA y radares AESA. Algunos proporcionan simplemente una capacidad automática mucho más eficaz para escanear un volumen muy grande en comparación con un conjunto escaneado mecánicamente, de modo que no se trata de barras en términos de escaneo vertical y horizontal. Se puede escanear básicamente todo casi simultáneamente. Se reduce la carga de trabajo en la cabina y se mejora la capacidad de trabajar entre el desorden.
Con el AESA del J-10C, todavía no está muy claro hasta qué punto puede gestionar eficazmente su energía en determinados modos. Esto sería especialmente importante para dificultar la detección del radar cuando está escaneando activamente, en términos de capacidades de baja probabilidad de interceptación y de detección (LPI/LPD). Es muy difícil saber cómo se comporta el AESA del J-10C en este sentido, sobre todo porque rara vez se utiliza en modo de combate, especialmente cuando existe la posibilidad de que un adversario esté recogiendo emisiones.
Teniendo esto en cuenta, el uso del J-10C de Paquistán contra la India podría tener un impacto significativo a la hora de realizar un análisis retrospectivo de estos enfrentamientos en particular, así como una evaluación más amplia del J-10 en general. Otra advertencia es la sugerencia de Bronk de que el radar utilizado en los J-10CE de Paquistán, configurados para exportación, casi seguro que no cuenta con los mismos modos que los J-10C de la FAELP. Sería ligeramente sorprendente que así fuera. Hay muchas cosas que no sabemos [sobre el radar]. Lo mismo ocurre con sus capacidades ECM o incluso de ataque electrónico limitado. Algunos AESA tienen una capacidad significativa en esa región. Otros, mucho menos, afirma Bronk.
Desde aproximadamente 2019, el J-10C está equipado con el motor WS-10 de producción nacional. Cualquier duda persistente sobre la fiabilidad de este propulsor y de los otros aeronáuticos chinos en general debería despejarse con el hecho de que el WS-10 ya lo utiliza el J-10C en producción, el caza furtivo J-20A, así como los desarrollos Flanker de producción local, a saber, la serie J-15 con base en portaaviones y la serie J-16 con base en tierra. Sorprendentemente, en 2022 apareció una subvariante del J-10C, con una espina dorsal agrandada muy prominente. Se especuló con la posibilidad de que se hubiera diseñado para misiones de defensa y supresión, pero en su lugar se destinó al equipo de exhibición acrobática del 1 de agosto.
Evaluación comparativa
En general, Bronk considera que el J-10C es la variante definitiva y madura del J-10 y un caza comparable en líneas generales a un F-16C/D Block 50 modernizado en cuanto a tamaño bruto, capacidad de carga y agilidad. En lo que respecta al rendimiento cinético, la relación empuje-peso entre ambos es probablemente bastante similar, dependiendo de la dotación de motores de cada uno. Un F-16CM ‘Block 50’ con motor General Electric probablemente tenga una relación empuje-peso ligeramente mejor en cargas de combate que un J-10 y un ‘Block 529 ligeramente más pesado con el Pratt & Whitney. Por ejemplo, una variante big-spine que es un poco más pesada, podría tener una relación empuje-peso ligeramente peor que un J-10C, dependiendo del peso en combate.
Al igual que muchos F-16 ‘Block 50’ en la actualidad, el J-10A era probablemente bastante limitado en términos de rendimiento del radar en comparación con algo así como un ‘Flanker’, por no hablar de los aviones de quinta generación, debido a que tiene un morro bastante pequeño y una potencia relativamente limitada para un radar de barrido mecánico. Por supuesto, el J-10C soluciona esto en cierta medida, al menos con un AESA, al igual que la actualización del radar de haz ágil escalable SABR (Scalable Agile Beam Radar) para un F-16. Se ha sugerido que Paquistán hizo un amplio uso del J-10C en los recientes combates aéreos con India, mientras mantenía su flota de F-16 alejados del combate como consideración política.
A lo largo de los años, ha habido una considerable oposición política estadounidense a la venta de F-16 a Paquistán por parte de miembros del Congreso. Sobre todo, huboacusaciones de que el aparato de seguridad del Estado es, como mínimo, cómplice de diversas actividades terroristas, y quizás incluso las apoye abiertamente. Teniendo esto en cuenta, puede que se lo piense dos veces antes de utilizar sus F-16 contra India para evitar restricciones en la futura ayuda militar de Estados Unidos.
En el pasado, entregas previstas de esos cazabombarderos también han sido embargadas. Al mismo tiempo, como sostiene Bronk, habría ciertas misiones para las que el avión de fabricación china tendría más posibilidades de éxito, especialmente en aire-aire de largo alcance.
Los F-16 y los AMRAAM (Advanced Medium Range Air-to-Air Missile) que operan tienen, desde el punto de vista del radar y del misil, casi seguro un alcance máximo y una zona de no escape significativamente menores que los J-10CE con PL-15, afirma Bronk. Se trata de un AESA y un misil con mejor cinemática frente a un radar de barrido mecánico y un ingenio con menos capacidad cinemática. En términos de ese tipo de enfrentamientos potenciales, que parece que hemos estado viendo en el reciente conflicto, en el que ambas partes se mantienen cuidadosamente en su propio lado de las líneas, al menos mientras se realizan algunos disparos de misiles de largo alcance, el J-10C representaría una mayor probabilidad de muerte en comparación con los F-16 de Paquistán.
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Uno de los primeros J-10CE paquistaníes asignados al 15 Escuadrón “Cobras”. Paquistán ha recibido un lote inicial de 20 aparatos, estimándose el total en 80.
Disparos de misiles
Según al menos un informe no confirmado en medios paquistaniés, citando fuentes anónimas, el disparo más largo del PL-15, que no se exporta, efectuado durante los enfrentamientos fue de unas 112 millas. En general, se considera que tiene un alcance máximo de unas 124 millas. También ha habido informes en los medios de comunicación occidentales de que Paquistán podría haber recibido una versión de mayor alcance del PL-15E de exportación, lo que explicaría los enfrentamientos a este tipo de distancias. Hay varias razones que podrían explicar la aparición de PL-15 gastados en territorio indio.
La pérdida de misiles, especialmente en un estado relativamente intacto, puede ser el resultado de muchas circunstancias. Entre ellas se incluyen los disparos efectuados al máximo alcance de las capacidades de un misil de alcance superior al visual, sin el apoyo prolongado del guiado de la aeronave de lanzamiento. Pueden utilizarse de forma defensiva u ofensiva, siendo lanzado hacia un objetivo y entrando en su modo disparar y olvidar, sin asistencia de la aeronave de lanzamiento, mucho antes de que se active su propio buscador. Se realizan cuando el misil predice mejor dónde estará el objetivo basándose en la telemetría inicial hasta que su avión potador deja de enviarle actualizaciones a mitad de curso.
El radar de a bordo del misil, de corto alcance, se enciende entonces y busca el blanco cuando cree que está a su alcance. Este modo reduce drásticamente la probabilidad de derribo, pero también puede aumentar enormemente la capacidad de supervivencia del caza lanzador. Teniendo en cuenta que ningún avión indio o paquistaní cruzó la frontera durante estas extensas escaramuzas aire-aire, es probable que se produjeran disparos de largo alcance con un guiado limitado por parte del avión portador y que la mayoría de los aviones se mantuvieran lo suficientemente lejos el uno del otro como para sobrevivir a las máximas capacidades de los sistemas de armas de la fuerza contraria. Las actualizaciones a mitad de recorrido proporcionadas por el radar del lanzador.
También se verían truncadas debido a la proximidad de la aeronave a la frontera y a la necesidad de alejarse físicamente de ella para no cruzarla o entrar profundamente en las envolventes de combate de los cazas y sistemas de misiles tierra-aire contrarios. El simple hecho de encender el radar de un caza durante un tiempo prolongado en una zona de tan alta amenaza puede conducir a una rápida detección y el derribo. Los disparos a larga distancia también significan que es más probable que los misiles se encuentren en un estado de muy baja energía cuando acaben impactando contra el suelo. Una vez más, hay muchas razones por las que un misil podría aparecer relativamente intacto de esta forma, pero, teniendo en cuenta lo que sabemos sobre la situación táctica a lo largo de la frontera, parece muy probable.
Significado del PL-15
Otro aspecto que podría haber influido en el éxito potencial del J-10C es el hecho de que India probablemente conoce mucho mejor el funcionamiento del AMRAAM y, por tanto, está en mejores condiciones de optimizar las contramedidas para él, en comparación con el PL-15, y en particular con el modelo de exportación PL-15E. Bronk continúa: La capacidad del sistema de contramedidas electrónicas a bordo y del receptor de alerta radar del ‘Rafale’ para detectar potencialmente un buscador de misiles entrantes y/o responder para intentar mejorar la eficacia de las maniobras de derrota de misiles mediante ECM es potencialmente menor contra el PL-15 que contra el AMRAAM, sólo por el hecho de que puede que se sepa menos sobre él.
Junto con el J-10C, el PL-15 lo presentan algunos observadores como uno de los jugadores decisivos en los enfrentamientos, aunque sus capacidades están en la mente de los planificadores occidentales desde hace años. La principal importancia del PL-15 es que probablemente sea la primera vez que China produce un misil aire-aire autóctono, que no sólo es superior a las alternativas rusas, sino que también a la mayoría de los equivalentes fabricados en Estados Unidos en términos de capacidades de largo alcance, explica Bronk. Anteriormente, el PL-12 era interesante en el sentido de que tiene una cinemática bastante desagradable de cerca, pero, en términos generales, el AMRAAM seguía siendo cómodamente el mejor arma en la mayoría de los escenarios, en particular el último modelo 'Charly' y el AIM-120D-3.
El PL-15 está, como mínimo, nivelando el campo de juego y, en algunos casos, planteando problemas que ponen a Estados Unidos en desventaja en cuanto a alcance con los AMRAAM, añade Bronk. De hecho, la aparición del PL-15 ya ha contribuido a que Washington se apresure a impulsar los AAM de mayor alcance, como el AIM-260 y el AIM-174B. El PL-15 también debería caracterizarse por las ventajas de su buscador AESA, señala Bronk. Sólo por la física de un buscador AESA frente a un buscador de escaneo mecánico o un buscador fijo de tipo PESA, debería tener mayor resolución, ser más resistente a ECM y funcionar mejor en entornos de interferencia. Además, es probable que tenga más capacidad para localizar objetivos sigilosos.
Los chinos, durante mucho tiempo, fueron esencialmente seguidores y, o bien eran clientes de armas rusas, o bien producían esencialmente copias de sistemas occidentales lo mejor que podían, ya fueran del ‘Python’ israelí o de ‘Sidewinder’ y ‘Sparrow’ de Estados Unidos, prosigue Bronk. El PL-15 es diferente, por lo que representa una maduración significativa de la base industrial y de investigación y desarrollo china. Mientras tanto, el PL-15 es sólo uno de los varios programas AAM chinos que están buscando un rendimiento de muy largo alcance en particular. Al tiempo que los sigue desarrollando y mejorando, China también es capaz de producirlos en grandes cantidades.
Entre las incógnitas que plantea el uso del J-10 en combate por parte de Paquistán, Bronk plantea la cuestión de la integración de los medios aerotransportados de alerta temprana y control AEW&C (Airborne Early Warning and Control) o, más exactamente, el grado en que los cazas pueden cooperar con estos aviones radar. ¿Hablamos de comunicaciones de voz, de interoperabilidad total de los enlaces de datos, de capacidad de apuntar a terceros y se extiende eso al apoyo de misiles de terceros en vuelo? Nadie más allá de la Fuerza Aérea de Paquistán o de Chengdu tendrá la imagen completa de este importante aspecto de las capacidades del J-10C, aunque es de vital importancia, especialmente en términos de enfrentamientos aire-aire de largo alcance.

J-10C disparando una salva de cohetes.
Perspectivas de desarrollo y exportación
En cuanto al futuro del J-10, Bronk considera improbable que la FAELP busque una versión D del caza, ya que es probable que sus esfuerzos se centren ahora en el caza furtivo J-35 de peso medio, por no hablar de los programas de sexta generación. Probablemente estén pensando en sustituirlo, dice Bronk sobre el J-10C, aunque sin duda seguirán mejorando y manteniendo la relevancia de los J-10 que tienen. Eso también podría implicar un reequipamiento de los J-10B al estándar C con el radar AESA y el nuevo motor. No sé cuánto trabajo supondría, pero tendría sentido, suponiendo que su coste no sea prohibitivo. Lo más probable es que la suerte del J-10C esté más en el lucrativo mercado de la exportación.
Sospecho que lo que se verá es un impulso de las exportaciones, afirma Bronk, estableciendo un paralelismo con las ventajas que la exportación masiva reportó a la USAF y a la US Navy en términos de sus propias flotas de F-16 y F/A-18, mucho después de haber dejado de comprarlos en grandes cantidades para sus propias fuerzas y de haber pasado, al menos nominalmente, a los F-35 y F-22. Teniendo en cuenta que China podría ofrecer para la exportación un J-10C a un coste unitario de entre 50 y 60 millones de dólares, según la evaluación de Bronk, esto tendría mucho sentido para ciertos operadores, especialmente para aquellos que buscan suplantar a tipos de fabricación rusa, cada vez más difíciles de mantener, en particular.
Ese tipo de precio haría que el J-10C fuera extremadamente competitivo como opción para países no alineados con Estados Unidos o Europa que quieran reemplazar los viejos MiG-29, Su-27 y Su-30 con algo que sea más barato, no sólo de comprar, sino de operar, que sea más fácil de mantener y que tenga compatibilidad con una amplia gama de pertrechos aire-aire y aire-tierra y de un proveedor que no esté sometido a sanciones masivas. Mientras tanto, es muy posible que algunos países vean un posible alejamiento de la dependencia de Estados Unidos para las exportaciones, basándose en diversas posturas adoptadas por la administración Trump que han creado malestar.
Aunque esto solo sería un factor fuera de la OTAN y excluiría a otros aliados cercanos de Estados Unidos, proporciona otra posible apertura para China. Por otro lado, los clientes potenciales de este grupo podrían optar por comprar el JF-17 como una alternativa de menor coste, aunque menos capaz, al J-10. El JF-17 ya ha sido vendido a Azerbaiyan, Myanmar y Nigeria y lo opera Paquistán, que lo desarrolló conjuntamente. Incluso el J-10C podría resultar más barato de comprar y operar que un F-16 Block 70/72, dice Bronk, y se ofrece con la opción de misiles altamente potentes PL-15, lo que podría ayudar decidir compras. Sospecho que la lista de países autorizados a comprar AIM-260 será bastante corta durante un tiempo y el ‘Meteor’ no es compatible con un F-16.
Los cazas son como los coches deportivos, dice, en el sentido de que los países no tienden a comprar la solución más barata. A menudo acaban comprando un caza más caro, mientras se engañan a sí mismos pensando que pueden permitírselo a largo plazo, añade. Eso podría acabar jugando en contra del J-10C, siempre que la solución china resulte más barata. En definitiva, el mercado de los cazas y armas lanzadas desde el aire es dinámico y en él China tiene cada vez más peso. La consecución de un pedido pakistaní del J-10C fue importante en sí misma, pero a medida que se conozcan mejor las prestaciones del caza en el enfrentamiento con la India, sus perspectivas de exportación también podrían mejorar mucho, junto con su reputación general y la de las exportaciones chinas de reactores tácticos.
Lo más importante de la batalla aérea entre India y Paquistán: la “Kill Chain”
El elemento más importante de un enfrentamiento aéreo en el último conflicto entre India y Paquistán puede ser la forma en que el segundo integró sus armas y defensas aéreas de origen chino para derribar al menos un caza Rafale indio, según un experto en el Ejército chino. La eficacia de la cadena de destrucción puede haber sido más importante que las capacidades de los cazas específicos, afirmó Michael Dahm, experto en asuntos militares de la gran nación asiática. Paquistán puede integrar radares terrestres con aviones de combate y aviones de alerta temprana, afirmó Dahm. La Fuerza Aérea paquistaní desplegó A lanzado por B y guiado por C y alcanzó el objetivo, añadió, citando un informe del 12 de mayo de China Space News, una revista china sobre la industria de la defensa.
Dahm afirmó que la cadena podría haber comenzado con un radar terrestre paquistaní, quizás un sistema de misiles tierra-aire o algún otro tipo de sistema de radar que iluminó el objetivo indio. A continuación, un caza J-10C lanzó sus misiles, probablemente a distancia, y finalmente, un avión de alerta temprana y control aerotransportado utilizó un enlace de datos de medio recorrido para actualizar y guiar el misil hacia el caza indio. Se trató de un disparo de largo alcance, más allá del alcance visual, probablemente utilizando la versión de exportación del misil aire-aire PL-15 de China, que, según Dahm, tiene un alcance de 80 millas náuticas.
La cadena de destrucción es del mismo tipo que la que Estados Unidos está tratando de crear dentro y entre sus servicios a través del concepto de Mando y Control Conjunto de Todos los Dominios (CJADC). Esto puede revelar más sobre la integración de los sistemas y lo bien que Paquistán ha llevado a cabo la integración de los sistemas, en comparación con lo bien que lo ha hecho la India, dijo Dahm. No hay detalles disponibles sobre dónde se encontraba el Rafale cuando fue derribado, aunque las agencias de noticias paquistaníes mostraron restos que podrían ser o no los restos en territorio paquistaní.
Paquistán afirmó tras el enfrentamiento que había derribado 5 aviones indios (4 cazas y un UAV) que habían llevado a cabo un ataque aéreo en su territorio. Parece haber convertido muy recientemente varios aviones chinos de alerta temprana y control aéreo en aviones de guerra electrónica, según Dahm, pero se desconoce si estaban gestionando el entorno electromagnético. ¿Qué dice esto sobre la tecnología china frente a la occidental? Probablemente no mucho, pero posiblemente dice mucho más sobre los sistemas de sistemas, el entrenamiento, las tácticas y todas esas cosas difíciles de cuantificar, en lugar de sobre las capacidades relativas del J-10 frente al Rafale, dijo Dahm.
También señaló que, aunque la Fuerza Aérea de la India es más grande que la de Paquistán, incluye una mezcolanza de tecnología occidental, israelí, rusa e india, lo que dificulta mucho la integración de los sistemas. Dahm afirmó que, aunque muchos medios de comunicación están dando mucha importancia al hecho de que el J-10C de cuarta generación derribara un Rafale de cuarta y media. La comparación entre ambos aviones probablemente no nos dice absolutamente nada. Se desconoce si el Rafale estaba abandonando la zona objetivo o si había disparado algún misil contra el avión paquistaní, añadió.
El Rafale se vendió a la India con el misil Meteor, que Dahm describió como una bestia, un misil ramjet de combustible sólido con una velocidad máxima de Mach 4 y un alcance de 108 millas náuticas, con una zona de escape imposible. Pero por la información muy limitada de que disponemos, no hay indicios de que el ‘Rafale’ fuera derribado con un misil ‘Meteor’ intacto. Encontraron los restos. Se encontró un misil [infrarrojo] de menor alcance entre ellos, pero no había indicios de que el ‘Meteor ‘estuviera allí. Ahora bien, tal vez el ‘Rafale’ tenía un ‘Meteor’ y lo disparó. Tal vez no llevaba ninguno. Pero no creo que esto nos diga realmente nada sobre la calidad del J-10 en comparación con el ‘Rafale’, ni sobre la calidad de la tecnología china en comparación con la occidental. (Salvador Mafé Huertas)






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