La entrega del primer buque de guerra construido íntegramente en Bulgaria en un siglo marca un hito para la Armada del país y consolida la posición del grupo alemán NVL como uno de los actores de referencia en el mercado europeo de buques de combate de pequeño y medio porte. Se trata del primero de los dos Multipurpose Modular Patrol Vessels (MMPV 90), unas corbetas de diseño alemán y construcción búlgara que se convierten en el principal programa naval de la Marina de Sofía y en una pieza clave de la postura de la OTAN en el mar Negro.
El contrato, firmado en 2020 entre el Ministerio de Defensa búlgaro y NVL Group, contempla la construcción de dos corbetas modulares de 90 metros en el astillero MTG Dolphin de Varna, con un amplio recurso a proveedores locales e internacionales. Con un desplazamiento superior a las 2.300 toneladas, las unidades del programa MMPV 90 son el mayor proyecto de nueva construcción de la Armada búlgara y el primer buque de combate completamente construido en el país en aproximadamente un siglo, lo que les otorga una fuerte carga política e industrial.
Bautizada Hrabri (“Valiente”), la primera unidad ha superado su fase de pruebas de mar en la bahía de Varna y en áreas seleccionadas del mar Negro antes de su entrega formal a la Armada, situando a Bulgaria en una nueva fase de modernización naval. El segundo buque de la serie, Smeli (“Audaz”), se encuentra en un avanzado estado de construcción y mantiene el calendario previsto con vistas a su incorporación alrededor de 2026.
Capacidades y configuración de las MMPV 90
Las nuevas corbetas, basadas en un diseño probado de NVL derivado de la familia OPV-90, alcanzan unos 90 metros de eslora, 13,5 de manga y una autonomía del orden de las 3.000 millas náuticas. El diseño se articula alrededor de un enfoque modular, con una cubierta de misión preparada para alojar contenedores, embarcaciones rápidas u otros equipos, además de una cubierta de vuelo y hangar para helicóptero.
En el plano de combate, las MMPV 90 integran un sistema de gestión de combate de Saab y un paquete de armamento que incluye un cañón de 76 mm., un sistema Rheinmetall Millennium de 35 mm. de defensa cercana, misiles superficie‑superficie (Saab/Diehl Defence RBS15 Mk3), misiles superficie‑aire (MBDA VL MICA) y capacidad antisubmarina mediante torpedos ligeros (dos lanzadores triples de torpedos de 324 mm. del modelo Leonardo A244/S), complementados por sistemas de guerra electrónica y señuelos.
La arquitectura de comunicaciones incorpora el sistema integrado TactiCall de Saab y enlaces de datos tácticos alineados con los estándares de la OTAN (Link 11 con previsión de actualización a Link 22 y Link 16), lo que permite a las corbetas operar plenamente integradas en grupos navales aliados.
NVL dirige el programa en estrecha cooperación con su filial Naval Technology Bulgaria (NTB) y con el astillero privado MTG Dolphin, fundado en 1991 en Varna. La construcción local de los buques y la integración de numerosos suministradores nacionales —desde interiores hasta sistemas de climatización y ventilación— han generado efectos positivos sobre el empleo y la cadena de valor industrial búlgara, reforzando la base tecnológica del país.
MTG Dolphin, con más de 550 especialistas y experiencia en programas navales y comerciales complejos, se consolida así como polo de construcción militar regional, apoyado por el know‑how de NVL en plataformas de superficie tripuladas y en el desarrollo de soluciones de teaming tripulado‑no tripulado. La entrega puntual de la primera corbeta y el avance del segundo buque se presentan por las partes como prueba de la madurez alcanzada por esta asociación industrial germano‑búlgara.
Relevancia estratégica en el mar Negro
En un contexto marcado por la guerra en Ucrania y el aumento de incidentes con minas y drones en el mar Negro, las nuevas corbetas proporcionan a Bulgaria una capacidad creíble para vigilar, escoltar y proteger rutas marítimas, infraestructuras energéticas y cables submarinos. Su combinación de sensores modernos, elevada potencia de fuego relativa a su tamaño y plena interoperabilidad OTAN permite a la Armada búlgara afrontar amenazas aéreas, de superficie y submarinas, y asumir un papel más activo en operaciones aliadas y de la UE.
Con la entrada en servicio del “Hrabri” y la futura incorporación del “Smeli”, Sofía cierra una brecha de décadas en buques de combate de nueva construcción y avanza en un paquete más amplio de modernización de sus Fuerzas Armadas, que incluye la adquisición de cazas F‑16 y nuevos vehículos blindados. La apuesta por una solución diseñada por NVL pero construida en Varna refuerza tanto la credibilidad naval de Bulgaria como la resiliencia industrial de la OTAN en el flanco oriental.
Fotos:
El “Hrabri” durante sus pruebas en el mar Negro (Ministerio de Defensa de Bulgaria)






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