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El problema del futuro que ya está aquí: Impresoras 3D

CIBERSEGURIDAD

La pólvora fue inventada en China para usos ociosos y de investigación, principalmente fuegos artificiales, de todos modos, no se tardó mucho en darle un nuevo uso más armamentístico. El día 14 de septiembre de 2020 la policía arrestó a un hombre con un taller ilegal de impresoras 3D en España. A la hora de judgar a un invento, nueva tecnología o desarrollo científico… debemos pensar primero si realmente es culpa del objeto o del uso que se le da.

Las impresoras 3D cada día son más asequibles y llegará un punto, que al igual que las impresoras convencionales, las impresoras 3D estarán en la mayoría de hogares ofreciendo un uso lúdico y para trabajos más específicos… Y si no se regula que cosas se pueden imprimir y que no, podrían surgir consecuencias muy perjudiciales como el ejemplo de este titular.

El protocolo que se lleva a cabo para una buena impresión 3D es bastante complicado y de poco requerimiento de conocimientos en el tema, ya que con obtener el plano correcto de lo que se quiere crear, el material necesario y un poco paciencia puedes elaborar cosas sencillas como pelotas de beisbol, cepillos de dientes, llaveros, incluso cuchillos; todo depende del uso que se le dé , y en este caso, un mal uso de una y con un poco de conocimiento de montaje de armas puedes conseguir un taller ilegal de armas bastante rápido.

Se proponen varias formas para solventar este gran problema de actualidad y que condicionará al futuro de las impresoras 3D: 

La primera solución posible sería controlar la compra de las impresoras y que solo empresas de uso industrial puedan conseguir manipularlas, de esa forma se llevarían a cabo controles más fácilmente. En mi opinión es muy mala idea ya que impiden el futuro desarrollo en este mundillo a personas que realmente les pueden llegar a dar un uso muy noble como es el caso de un particular llamado Guillermo Martínez que adquirió una a sus 23 años y empezó a desarrollar prótesis para un orfanato en Kenia donde allí él era un voluntario, pienso que si se le prohíbe la oportunidad de poder experimentar de primera mano algo tan interesante como las impresoras 3D se podrían perder muchos avances para un próximo futuro.

Otra solución propuesta sería desarrollar algún mecanismo de detención para impresiones sospechosas como es el caso de los billetes que, si se intentan escanear, el propio escáner insertará barras blancas invalidando una posterior impresión. Esta solución pasaría a ser la más válida pero la más complicada de llevar a cabo porque un arma tiene muchos posibles diseños a diferencia de los billetes más comunes que tienen el patrón “Constelación de EURión”. Aparte que la mayoría de talleres ilegales imprimen por piezas en vez del arma en su totalidad y detectar pequeñas piezas específicas como un gatillo o un silenciador es más complicado porque pueden tener su formato y tamaño distintos.

El último intento por detener este mal uso de las impresoras agrediría con la protección de datos personales ya que consistiría en publicar de forma transparente el uso que le demos a las impresoras y que estas pasaran por una entidad que fuera capaz de reconocer la finalidad de cada producto impreso ya que es fácil diferenciar un plano de un cepillo que el de un cargador. A su vez esta solución conllevaría problemas con la privacidad ya que se sabría qué se imprime y con qué frecuencia.
Sea cual sea la decisión que se tome, esta debería aplicarse lo antes posibles porque ya surgen casos de organizaciones que buscan la producción y venta de armas mediante estos procesos de fabricación los cuales son complicados de encontrar por la policía. Si no se detienen estos actos cada vez irá a peor y las consecuencias podrían acabar en tiroteos escolares ya que tal como están las cosas, un chico de 16 años puede comprar con su paga mensual una impresora 3d nueva por 200$, gratuitamente conseguir un plano de un arma básica que capaz de matar a media distancia y todo esto podría transcurrir solo en una semana.
Unas buenas medidas capaces de parar este tipo de acontecimientos son indispensables para conseguir que una invención tan útil y educativa no caiga en malas malos y si fuese así, que no tuvieran tanto impacto en la vida cotidiana.

Raúl Cañizo Novelle (Consultor DLTCode)


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