En una declaración desde el Ministerio de Defensa, la secretaria de Estado calificó el hecho como “inaceptable” y subrayó el compromiso de la institución para erradicar este tipo de conductas. “El Ejército de Chile, con más de dos siglos de prestigio y servicio al país, no puede tolerar que el flagelo del narcotráfico se infiltre en sus filas. Nuestro foco está en reforzar los controles internos, implementar cambios estructurales y garantizar que esto no vuelva a ocurrir. En ese sentido, seremos absolutamente implacables”, afirmó Delpiano.
La detención de los uniformados fue posible gracias a los mecanismos de control interno del Ejército, que detectaron irregularidades y permitieron una acción coordinada con Carabineros. Los involucrados fueron dados de baja de inmediato y puestos a disposición de la Fiscalía de Tarapacá, que lleva adelante la investigación. Según fuentes del Ministerio de Defensa, los suboficiales habrían participado en actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas en la frontera norte, una zona crítica por su cercanía con países productores y rutas de narcotráfico.
Medidas preventivas y rotación en la frontera
Durante la jornada del lunes, la ministra se reunió con el comandante de Operaciones Terrestres, General Pedro Varela, para evaluar las medidas adoptadas por el Ejército tras el escándalo. Entre las acciones propuestas, Delpiano destacó la rotación periódica del personal desplegado en la macrozona norte, especialmente en sectores como Colchane, donde las Fuerzas Armadas realizan labores de resguardo fronterizo desde 2022 en el marco del Estado de Excepción Constitucional.
“La frontera norte es una zona compleja, con dinámicas que exigen máxima vigilancia. Por eso, hemos acordado con el general Varela rotar al personal que cumple funciones en estas áreas, para evitar la creación de vínculos o rutinas que puedan ser explotadas por redes criminales”, explicó la ministra. Esta medida busca reforzar la seguridad en un contexto donde el narcotráfico y el crimen organizado han aumentado su actividad en el norte de Chile, según informes recientes de la Policía de Investigaciones (PDI).
Reunión con comandantes en jefe
El caso de los suboficiales también será abordado en una reunión convocada para este miércoles con los Comandantes en jefe del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. El encuentro, programado inicialmente para analizar la seguridad de recintos militares tras el robo de armamento en la Brigada de Infantería N°2 Maipo, en Valparaíso, incluirá ahora una discusión sobre los protocolos para prevenir la infiltración de actividades ilícitas en las Fuerzas Armadas. “La vulneración de recintos militares y este caso de narcotráfico nos obligan a revisar con urgencia nuestras medidas de seguridad. El miércoles tendremos una conversación franca con los comandantes en jefe para abordar estos temas y garantizar la integridad de nuestras instituciones”, señaló Delpiano.
Pese a estos episodios, la Ministra Delpiano destacó el rol de los controles internos y la rápida respuesta del Ejército en el caso de los suboficiales. “La detección de este hecho demuestra que los sistemas de fiscalización funcionan, pero no nos conformamos. Seguiremos fortaleciendo nuestros protocolos para proteger la honra de nuestras Fuerzas Armadas y el compromiso con Chile”, afirmó.
Un llamado a la confianza
El Ministerio de Defensa reiteró su compromiso con la transparencia y la colaboración con las autoridades judiciales para esclarecer los hechos. Mientras la investigación avanza, el caso ha generado un amplio debate sobre la necesidad de modernizar los sistemas de supervisión en las Fuerzas Armadas y reforzar la formación ética de sus integrantes. Con una postura clara y decidida, la ministra Delpiano envió un mensaje contundente: “No permitiremos que estos hechos empañen el legado del Ejército ni la labor de miles de hombres y mujeres que sirven al país con honor. Seguiremos trabajando para que la confianza de los chilenos en sus Fuerzas Armadas permanezca intacta”.
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