La Fuerza Aérea Brasileña está realizando el relevamiento electrónico de áreas estratégicas de Río de Janeiro, en el marco de la operación de Garantía de la Ley y de la Orden, por medio de los aviones sin piloto del Escuadrón Horus, transferidos de la Base Aérea de Santa María, en Rio Grande do Sul. Los vehículos aéreos no tripulados (Vants) tendrán ahora sus misiones intensificadas y expandidas, eventualmente implicadas en la vigilancia de las líneas de divisa con los Estados vecinos a Río.
De acuerdo con un oficial de la Aeronáutica, además de monitorear los principales ejes carreteros, las aeronaves tienen capacidad para observar grandes partes del terreno e identificar situaciones de anormalidad también en las carreteras secundarias. El principal Vant brasileño (o drone, en la denominación internacional) es el Hermes RQ-450. Cada uno puede permanecer 20 horas en el aire y a altitudes de hasta 5,5 mil metros. La versión de la FAB no incorpora armas.
Dos helicópteros pesados H225M Caracal se pusieron a disposición de las actividades de garantía de seguridad pública. Son los más grandes de la flota de la FAB. Cada uno transporta 29 soldados armados, dos más tripulantes a distancias de hasta 800 kilómetros y pesa cerca de 11 toneladas. El Caracal, en su versión básica inclusive, está preparado para recibir ametralladoras pesadas en soportes laterales y todo tipo de sensores
La infantería de la Aeronáutica será movilizada en las acciones que afecten a aeropuertos y estructuras de aviación o conexas, incorporada a los cuadros del Ejército y de los Fusileros Navales . Según el brigadier Nivaldo Rossato, comandante en jefe de la Aeronáutica, "la FAB está lista para participar de las acciones de intervención". (Javier Bonilla, corresponsal de Grupo Edefa en Río de Janeiro)
