El gobierno brasileño ha puesto fin a una negociación que se había prolongado durante casi cinco años. Los mandos militares han sido finalmente informados de que Brasil no concretará la adquisición de los sistemas de defensa aérea Pantsir S-1. El Ministerio de Defensa ya había señalado a los fabricantes rusos que no seguiría con las negociaciones, en la que uno de los participantes ha sido la controvertida firma Odebrecht Defensa, interesada en su representación y fabricación local.
Considera "inviable" hoy por parte de Brasil, la venta fue manejada por Rusia como muy posible. Durante el proceso también se evaluó el Spyder-SR, ofrecido por el grupo israelí Rafael, el SRSAM Bamse, fabricado por Saab, así como los sistemas europeos IRIS-T SL, de la alemana Diehl, y el SeaCeptor (CAMM-M), de MBDA - en negociaciones aparentes con la brasileña AVIBRAS para diseñar un sistema basado en el CAMM- L. Rusia fue el único postulante que ofreció una transferencia de tecnología completa a Brasil, lo que explicaría la cotización de un paquete de alrededor de $ 750 millones de dólares, por debajo de los más de 900 millones reportados en la prensa (esto incluiría una fábrica instalada en Brasil, que también produciría los misiles portátiles IGLA-S, de los cuales se iban a adquirir algunas baterías), pero la presencia del grupo Odebrecht Defesa & Tecnologia, con su filial MECTRON, interesada en participar en este y otros programas (con la cual finalmente Rosoboronexport no firmó contratos), encausada judicialmente por corrupción y con varios ejecutivos procesados ayudó muy poco en la oferta.
Rusia aún no ha perdido su oportunidad, ya que Brasil sí estaría dispuesto a considerar el más ambicioso sistema antiaéreo S-300. (Javier Bonilla)
Fotografía: Sistema de defensa aérea Pantsir S-1.