La Fuerza Aeroespacial de Israel ha combinado las capacidades de varias de sus unidades de élite para crear un nuevo Ala Aérea, una decisión que obedece a la puesta en marcha del plan plurianual de sus Fuerzas Armadas para preparar su capacidad para una guerra futura.
Las poderosas Fuerzas de Defensa de Israel, o Israel Defence Force (IDF), anunciaban así a principios de este mes la creación de la denominada 7ª Ala de su Fuerza Aeroespacial. La iniciativa es parte de una importante reorganización a más alto nivel, conocido como Momentum. El esfuerzo prevé más combinaciones de unidades de altas capacidades, una potente inteligencia, la digitalización a las fuerzas de primera línea, el uso principal de los aviones de combate Lockheed Martin F-35i Adir, futuros vehículos de uso remoto de combate y otras renovadas capacidades de defensa aérea.
El general de la Fuerza Aeroespacial de la IDF, Amikam Norkin, afirmó que Israel se enfrenta a una era de cambio regional en medio de la pandemia del coronavirus, lo que Israel llama amenazas de “tercer círculo” por parte de Irán, y operaciones continuas para prevenir el tráfico de armas iraníes a la organización terrorista Hezbolá.
En los últimos años, la IDF ha concentrado muchos de sus esfuerzos en contrarrestar las amenazas procedentes del norte, entre ellas las de Hezbolá (que amenaza desde el sur de Líbano la frontera del país) y las de Siria e Irán, estas últimas presentes en territorio sirio desde el inició de la Guerra Civil en 2011. Además, Israel también ha librado tres conflictos de alta intensidad en la Franja de Gaza contra los terroristas islámicos de Hamas entre 2009 y 2014. En este contexto, según el general, “Se trata de un “campo de batalla” cada vez más complejo. Este cambio ha sido comprendido por los jefes militares de la IDF, lo que requiere ahora que nos adaptemos y nos preparemos mejor para los retos futuros”.
El comandante de la Fuerza Aeroespacial confirmó, en el marco de una ceremonia del pasado 12 de julio, que la 7ª Ala tendrá una capacidad mejorada basada en la las de las fuerzas especiales que integra. Así, la nueva unidad encuadra a las más importantes unidades de élite de la Fuerza Aeroespacial, como son: la Unidad 5101 (comando Shaldag) especializados en reconocimientos en profundidad, designación de blancos, golpes de mano, y otras capacidades de las fuerzas de operaciones especiales; la Unidad 669, especializada en rescate en combate o Combat Search and Rescue (CSAR) que está dotada con helicópteros Sikorsky UH-60 y CH-53; una unidad de inteligencia propia; y una Unidad de Aterrizaje Avanzado. Esta última fuerza es responsable de tomar aeródromos o señalizar pistas de aterrizaje ad hoc, además de facilitar las operaciones aéreas de transportes tácticos gracias a sus equipos de controladores de combate.
En suma el nuevo Ala, que estará bajo las ordenes de un coronel, tendrá una gran variedad de capacidades para operar en territorio hostil, con el apoyo de helicópteros, vehículos especiales y de los aviones de transporte táctico Lockheed Martin C-130H Hercules y C-130J Super Hercules, que pueden aterrizar en las referidas bases improvisadas partiendo desde su sede, la base aérea de Nevatim (sur de Israel).
El concepto, según las IDF, es racionalizar y organizar estas unidades dispares, especializadas en apoyo de combate a la Fuerza Aérea, ya sea realizando reconocimientos en profundidad con vehículos pequeños, habilitando pistas de aterrizaje, efectuando incursiones y CSAR.
Uno de los varios nuevos conceptos previstos en el plan Momentum es la concentración de capacidades en nuevas estructuras de mando, así como crear estructuras nuevas. Sería el caso de un cuartel general, dedicado al seguimiento y que proporcione inteligencia acerca de la amenaza iraní. Bajo esa reorganización un nuevo escuadrón de F-35I entró en funcionamiento en enero de este año y se ha desactivado un batallón de tanques y un escuadrón de aviones de combate F16. (Julio Maíz Sanz)
Foto: Fuerzas especiales de la IDF subiendo en uno de sus C-130H “Hercules”. (foto IDF)
