Este martes, 24 de septiembre, el buque de asalto anfibio de la Armada rusa “Ivan Gren” habría llegado al puerto de Casablanca, fondeando en la base naval de la Real Armada de Marruecos, la primera y más grande del país. Así lo asegura el digital marroquí Media24, que afirma que alrededor de esta base naval se ha desplegado un imponente sistema de seguridad.
No se ha publicado nada oficialmente sobre la escala del buque ruso en Casablanca. Según fuentes de Media24, que informa en exclusiva de una escala técnica de tres días y que durante su estancia se celebrarán reuniones entre responsables de las Armadas rusa y de Marruecos.
Seguimiento de la Armada española en marzo de este año
En marzo de este año, entre el 21 al 26, los patrulleros ‘Atalaya’ y ‘Vigía’ monitorizaban en aguas de soberanía española el paso de una agrupación naval de la Armada rusa en tránsito hacia el Mediterráneo Oriental formada por los buques de asalto anfibio ‘Ivan Green’, ‘Aleksander Otrakovsky’ y el petrolero ‘Kola’. Los navíos españoles se encontraban en operaciones de presencia, vigilancia y disuasión, bajo control operativo del Mando de Operaciones, y llevaron a cabo la vigilancia en sendos turnos.
En madrugada del 21 de marzo, el patrullero de altura ‘Atalaya’ (P-74) localizaba un grupo de tres unidades rusas mientras realizaba una operación de vigilancia y seguridad marítima en aguas de soberanía española en el noroeste peninsular. Una vez identificados los buques de la federación rusa, el ‘Atalaya’ hizo seguimiento a dichas unidades hasta el cruce fronterizo con Portugal, donde fue relevado por la fragata portuguesa ‘Bartolomeu Dias’.
Una vez finalizada este primer turno, y tras dos singladuras efectuando presencia naval reforzada en aguas de soberanía española ante la presencia de tres buques de la federación rusa, el ‘Atalaya’ regresó a su base en el Arsenal de Ferrol.
Así, el 23 y hasta el 26 de marzo, tras su activación como unidad transferida al Núcleo de Fuerza Conjunta NFC-1, el ‘Vigía’ releva al buque portugués en su monitorización de la una agrupación conformada por tres unidades de la Marina de la Federación Rusa, a su paso por aguas del Golfo de Cádiz. El patrullero español se encontraba realizando cometidos de vigilancia y seguridad marítima, monitorizando la línea de tráfico marítimo que une el cabo de San Vicente con el estrecho de Gibraltar.
La Clase Ivan Gren (Proyecto 11711)
Primero de su Clase, el Ivan Gren o Proyecto 11711 LLS (Large Landing Ship) es un buque de asalto anfibio, construido en los astilleros Yantar de Kaliningrado, que fue entregado a la Armada Rusa en 2015. Cuentan con una rampa en la popa para lanchas rápidas de desembarco y pueden embarcar dos helicópteros Ka-29 en su cubierta y hangar.
En líneas generales, el diseño inicial, se asemejaría bastante a naves como los buques anfibios del tipo Galicia que dotan a la Armada española.
Ahora se ha conocido, como informamos el pasado mes de agosto, un rediseño del concepto original que apuesta por cambios: una superestructura mayor y más alta en la que destaca un gran mástil para diferentes sensores, la mejora de su potencial antiaéreo y antisuperficie -sobre todo contra sistemas USV (Unmanned Surface Vehicle)- con la colocación más elevada del montaje artillero proel AK-630M2 con seis cañones de 30x165mm que pueden llegar a generar 10.000 disparos por minuto, o mejoras que afectan a sus capacidades de comunicaciones y de gestión de las operaciones propias de buques anfibios modernos.
Tienen una eslora de 150 metros y desplazan unas 8.000 toneladas, siendo su tripulación de unos 120 marineros y su velocidad máxima de tránsito máxima de unos 18 nudos gracias a sus dos líneas de ejes motrices que mueven sendas hélices. Cuentan con una gran pista de aterrizaje a popa desde la que pueden operar a la vez dos helicópteros de tipo medio y que también serviría para lanzar y recuperar vehículos autónomos aéreos (UAV, Unmanned Aerial Vehicles).
En términos genéricos, estos buques anfibios tienen capacidad para llevar unos trescientos militares a bordo y unos cincuenta vehículos de diferentes tipos que desembarcarán con los helicópteros, para los que disponen de un amplio hangar en la superestructura, y con lanchones que partirían de su interior al que se accede por un portón trasero de grandes dimensiones que ocupa toda la zona trasera; por cierto, próximo al anterior se encuentra el punto de largado del ancla.