(defensa.com) El consejo independiente que se constituyó el pasado 25 de agosto publicó recientemente las conclusiones del informe con el que se pretendía esclarecer el origen del fallo que supuso el posicionamiento erróneo de los dos primeros satélites Galileo. A partir de los datos suministrados por los contratistas se ha podido descartar fallo en el lanzador Soyuz que forman las tres primeras fases del vector de lanzamiento y también se descarta que los satélites influyeran en el desenlace.
Finalmente se confirmó que la cuarta fase del vector de lanzamiento, la fase Fregat construida por NPO Lavochkin en Rusia fue responsable del fallo. El fallo se desencadenó después de que parte de la hidracina, el combustible empleado en los motores de la Fregat, se congelara por la proximidad de los tubos que conducían el combustible y el helio.
Esto supuso que se produjera un error en la orientación proporcionada por los motores durante el segundo impulso de la fase de propulsión. Se produjo la pérdida de referencia inercial que impidió el posicionamiento preciso de los satélites. La conclusión principal es que existe un fallo de diseño en la fase Fregat ya que no se tuvo en cuenta la transferencia de temperatura entre la hidracina y el helio que deberá ser solucionado para los siguientes lanzamientos que comenzarán en diciembre de este año y para los que también se cuenta con los cohetes Soyuz. (J.N.G.)
