A casi 14 años de haber comenzado contactos y gestiones varias e infructuosas para establecer un dispositivo VTS (Vessel Traffic System) inicialmente de forma bastante anárquica e informal, luego de acuerdo a las imprescindibles normas IALA, y habiendo abandonado el tema tras gran desgaste de proveedores y especialistas hacía 2018, el asunto se retomaría ahora, aunque de forma notoriamente acotada.
En efecto, se estudia la posible instalación de dos módulos iniciales,para potencial crecimiento futuro, instalados a una distancia de 99 kilómetros cada uno. Los emplazamientos serían en lo alto del Cerro de Montevideo, con cobertura de puerto,área portuaria, terminales de hidrocarburos, puertos deportivos de Buceo ,al Esté y Marina de Santa Lúcia al Oeste ( ambos sin aduanas y con sendos casos de narcotráfico en sus historiales recientes),etc .,y, el otro, sobre el Cerró de San Antonio, en el balneario de Piriápolis, vecino a Punta del Este, con influencia hacia ambas urbes y puertos, de alto trasiego de embarcaciones.
Se trataría de contar en cada uno con una estación AIS- Radar- Comunicaciones,con opción a componentes electro ópticos y Meteorología Automática.
A posteriori,sería muy previsible,ampliar rápidamente estos recursos a la costa atlántica hacia el entorno fronterizo próximo a Brasil, dónde se dan casos diversos de pesca costera clandestina y transporte de drogas hacia navios en alta mar, lo que hace muy probable el tráfico de armas o personas hacia Uruguay y la región.
Lógicamente hay que considerar Reales disponibilidades financieras para llegar a una alternativa IALA válida internacionalmente y sus periféricos ( solamente una simple torre apta para esos sistemas significa 120.000 euros en año de restricción de gastos electoral),o,si se recurrirá a opciones anteriores no homologadas, de magnetrones.
Algunas de las ubicaciones, además, precisan un gran refuerzo en materia de seguridad de las instalaciones,como la del Cerro montevideanos, uno de los barrios más violentos de Uruguay, en el cual,sin embargo,quedan aún las estructuras de una vieja torre de radar de 40 anos atrás,cuyo uso actual no sería sostenible (Javier Bonilla)
