El gobierno de Uruguay ha anunciado la rescisión del contrato con el astillero español Cardama para la construcción de los dos buques OPV 87 para la Armada Uruguaya argumentando presuntas irregularidades en la presentación de la garantía contractual. El astillero vigués, como informamos recientemente en defensa.com, habría completado ya alrededor de un 58% de la estructura del casco del primero.
El contrato para la adquisición fue firmado por el Ministerio de Defensa de Uruguay en diciembre de 2023, durante la Administración de Lacalle Pou, por un valor de 92 millones de dólares. El actual presidente, Yamandú Orsi, afirmó este miércoles en una rueda de prensa que existen indicios de "estafa o un fraude al Estado uruguayo" y que se ha ordenado iniciar acciones judiciales civiles y penales. El problema se deriva de la garantía de fiel cumplimiento, el instrumento financiero exigido en contratos públicos y privados para asegurar que el contratista o proveedor cumplirá con todas las obligaciones pactadas en el contrato. Cardama, según el prosecretario de la Presidencia, Jorge Díaz, no habría presentado en plazo la garantía de fiel cumplimiento requerida (45 días), solicitando sucesivas prórrogas que derivaron en casi 11 meses de incumplimientos.
Eurocomerce, ¿una “empresa de papel”?
Según el Gobierno uruguayo, el astillero logró finalmente presentar una garantía de fiel cumplimiento, de la empresa Eurocomerce Ltda., con sede en el Reino Unido. "Ante la inminencia del vencimiento del plazo, porque el 22 de septiembre Cardama nos debió decir cuál era la nueva garantía, el presidente de la República resolvió iniciar el proceso de ejecución de la garantía y dio instrucciones al embajador en el Reino Unido que se constituyera en las oficinas de la empresa Eurocomerce Ltda. en el Reino Unido a los efectos de notificar de manera formal a la empresa de que depositara el dinero de la garantía en una cuenta a nombre del Estado uruguayo", explicó Jorge Díaz.
Y ahí se destapó la caja de los truenos, pues, siempre según el ejecutivo uruguayo, en ese domicilio nunca tuvo actividad la empresa y un estudio jurídico les habría informado que “está en proceso de liquidación”. Las investigaciones técnicas del gobierno uruguayo detectaron así que la empresa encargada de la garantía tenía actividad casi nula, lo que hace sospechar que Eurocomerce pudiera ser una “empresa de papel”.
La rescisión de este contrato marca uno de los escándalos más relevantes en la adquisición de equipamiento naval en el país. El proceso de dotación de los que habrían sido los primeros navíos de nueva fabricación que incorporara la Armada de Uruguay en medio siglo, queda ahora en una situación de impasse, que podría exponer a Uruguay a demandas internacionales, amén de dejar a la Armada Nacional sin los buques necesarios para el control y protección de sus recursos marítimos.
El programa naval cuenta, además, con la participación de otras empresas relevantes: la también española Escribano Mechanical & Engineering aporta las torretas principales de armas a los OPV 87 para la Armada Uruguaya, destacando la integración de un cañón Bushmaster Mk44 de 30 mm y dos ametralladoras de 12,7 mm, todas sobre sus torretas navales automatizadas. Estarían equipados con motores principales Caterpillar modelo C-280-16, cada uno con una potencia de 5.060 kW a 900 RPM, cuya llegada a Vigo desde Estados Unidos estaba programada antes del fin de este año. Así mismo, la danesa Terma es responsable de los sistemas de comando, control y vigilancia, específicamente el sistema integrado C2 C-Flex.
Cardama
Cardama es un astillero ubicado en Vigo, fundado en 1916 por Francisco Cardama Godoy. Tiene una trayectoria centenaria en la construcción, reparación y transformación de buques. Comenzó como una empresa familiar dedicada a la fabricación de barcos de madera y pintura industrial, evolucionando con la aparición de nuevos materiales hacia la reparación y construcción de barcos de acero, principalmente para armadores gallegos y clientes internacionales.
En el siglo XXI, tras fusionarse con el astillero vecino Asgalo, amplió su capacidad productiva y entró en el mercado de nuevas construcciones de alto valor añadido. Ha construido más de 40 nuevos buques en los últimos 20 años, abarcando patrulleros oceánicos, pesqueros, remolcadores, dragas, buques de inspección y barcos multipropósito, para mercados de Europa, África y América Latina.







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