El Ministerio de Defensa Nacional no admitió las objeciones planteadas por el ex Comandante en Jefe de la Armada uruguaya, Almirante Carlos Abilleira, contra sus sanciones administrativas (que también afectó a otros siete altos oficiales involucrados directamente en los asuntos investigados) por ser reglamentariamente responsable durante su mandato de conductas fraudulentas por parte de diversos integrantes de la Comisión Técnica Asesora de la Dirección Registral y de Marina Mercante, consistentes en inspecciones u horas extras cobradas y no ejecutadas, laudos dudosos y otras faltas respecto a trámites de diversas índole, con dolo para el Estado y particulares del ámbito marítimo.
El ex jerarca adujo que no era responsable porque los inspectores son libres "de distribuir entre ellos libremente los viáticos asignados" y que la Administración no tuvo en cuenta "las costumbres de la Comisión Técnica respecto a las inspecciones", así como luego afirma (lo cual es más que controvertido), que los fondos usualmente recaudados se manejaron "con probidad", cosa que la Secretaría niega, ratificando la situación de Abilleira en todos sus extremos, con lo cual, queda habilitado plenamente el pase a la Justicia del sancionado y los otros acusados.
Medidas disciplinarias por el caso ROU 51 "Isla de Flores"
Por otra parte, ante la publicación en un artículo de estilo sensacionalista del diario uruguayo El Observador (ahora propiedad de un grupo argentino) de lo ya publicado entre noviembre y principios de diciembre pasados en defensa.com sobre el hundimiento en dos oportunidades seguidas- en el puerto de Montevideo de la lancha auxiliar del ROU 51 "Isla de Flores" en un ejercicio naval para el cual, como explicamos, no se habían pedido los permisos pertinentes a la autoridad competente, el gobierno uruguayo ha reaccionado ahora, según altas fuentes, dando un plazo de 24 horas al Comando de la Armada, y en especial al Comando de Flota y Prefectura Nacional Naval, para que explique el suceso, bien conocido desde noviembre pasado.
En la época de los insucesos,se decidió usar la citada lancha SAR auxiliar del Isla de Flores para sacar viejas embarcaciones de su base a remolque hasta el canal de acceso al puerto, desde donde los dos barreminas y el ROU 23 Maldonado las llevarían hasta el punto donde las hundieron con una serie de disparos.
En un momento previo la lancha tocó fondo y cuando estaba próximo al canal se hundió, estando a su cargo un guardiamarina que correctamente dio la orden de abandonarla, intentando salvar la embarcacion dañada, remolcándola a puerto donde, con una entrada pronunciada de agua, se hundió en pocas horas, y al otro día, izada por el balizador ROU 21 "Sirius" para su traslado a dique, cae al romperse la linga, nuevamente, causando gravísimas pérdidas a sus sistemas eléctrícos y electrónicos. En ese entonces, pese a la gran difusión que registraron los artículos de defensa.com, redes y columnas radiales al respecto, el Ministerio no tomó medida disciplinaria alguna. La oposición tampoco las reclamó, lo que es particularmente llamativo. (Javier Bonilla)
