La suspensión se extiende a todo tipo de cooperación militar entre ambas partes y estará vigente, al menos de momento, hasta el mes de abril. Las instalaciones del fabricante de armamento Rheinmetall AG iban a estar destinadas al entrenamiento y formación del Ejército de Tierra ruso y debían ubicarse en Mulino, ciudad situada al este de Moscú. El acuerdo, que se cerró en 2011 ente las dos partes, está valorado en 165 millones de dólares y tenía previsto certificar su culminación para finales de este año.
Así lo confirmó durante la pasada semana el Ministerio de Economía alemán, dentro de la primera fase de medidas que ya anunció la canciller Ángela Merkel recientemente en respuesta a la anexión de Crimea por parte de la Federación de Rusia después del referéndum que se celebró en esta península autónoma el pasado 16 de marzo. Alemania también suspende cualquier tipo de exportación de armamento a Rusia.
La paralización de este contrato y de las relaciones militares entre Berlín y el Kremlin se suman también a la expulsión temporal de Moscú del G-8, que celebrará desde este lunes en La Haya (Holanda) una nueva reunión independiente de la Cumbre de Seguridad Nuclear, donde se abordará incluso la exclusión de Moscú como parte de este grupo de países más poderosos del planeta. (Javier Martínez)