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Martes, 19 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Regimientos de Infantería de Asturias, de Vitoria. Granadero del Regimiento de América, 1780

Láminas históricas de la Revista Defensa

En acuerdo tomado por la Gran Alianza de la Haya en 1701, el Imperio y media Europa declaran la guerra a los Borbones. Felipe V, primer Borbón que ocupa el trono español, se ve forzado a mantener casi de modo independiente la llamada Guerra de Sucesión Española. El ejército español en esos momentos se halla en trance de consunción y es inminente el reorganizar y hasta crear nuevas tropas para hacer frente a los acontecimientos. Se exhorta al país para contribuir a tales medidas y entre los que responden está el Principado de Asturias que ofrece levantar un cuerpo bajo el pie de tercio, formado por 600 hombres vestidos y armados a costa de dicho Principado. Se pone por condición la libre elección de su oficialidad. S.M. accede y otorga las reales patentes el 6 de julio de 1703.

Por una orden en 28 de septiembre de 1704, queda como regimiento, y por otra en 28 de febrero de 1707, adquiere el nombre fijo de Asturias. De inmediato actúa por la línea de Portugal con el ejército de Blake. Más tarde opera por las Vascongadas y Cataluña en las fuerzas del duque de Orleans. En todas cuantas acciones toma parte se distingue por el valor y osadía que pone en la lucha. Finaliza ésta su primera contienda y comienza su éxodo bélico por tierras de Sicilia; se bate en Messina y Palermo, luego invade Savoya y con el propio Infante don Felipe a la cabeza conquista aquellos ducados. Después es trasladado a Orán y lucha contra los moros, y cuando pasa a Ultramar saben de su enconado pelear en La Habana, Veracruz y demás tierras de Nueva España. Regresa a la patria y es destinado a Gibraltar, interviniendo durante todo el bloqueo.
Cuando llega el año 1807, parte para Dinamarca con La Romana y allí hallará lo que su postrero destino significó para el Asturias, llamado el “Cangrejo” porque en las retiradas lo hacía de cara y nunca dio la espalda.
En 1808 se creó el 2° gemelo del Asturias combatiendo en la guerra de independencia con el mismo brío de su antecesor y sobre todo en la batalla de Vitoria en la que el mariscal Soult fue ampliamente derrotado. El 3° batallón se disgregó del regimiento al recibir orden de partir para Ultramar en 1812, combatiendo por todo el Perú, llegando a perecer por completo en 5. Juan de Ulúa el 1 de julio de 1822. Mientras, el 1° y 2° batallones actuaron separadamente, ya agitados por la convulsión política de entonces, viniendo a suceder que por un decreto en 20 de marzo de 1823, el Asturias pierde el nombre y toma los números 49 y 50. Al año siguiente es disuelto y su oficialidad y tropa licenciada. Pero pasado el tiempo y por un decreto en 31 de diciembre de 1841, el Asturias es restituido con el número 31, siendo su coronel don Antonio Díez Mogrovejo.
Por orden de Carlos III se crea el regimiento de América con el objeto de reforzar las tropas de Ultramar. Con la recluta hecha por Valencia y Alicante se forma el regimiento bajo el pie de dos batallones de a 9 compañías, incluida la de granaderos. Pasa revista en Valencia el día 8 de agosto de 1764.
El 10 de agosto se embarca en Cartagena y al llegar a Cádiz se une a las fuerzas que manda el general don Juan Villalva. Llegando a Veracruz sale para defender el castillo de S. Juan de Ulúa. Estando en México es relevado por el Savoya, Ultonia y Flandes. Regresa a España y participa en el sitio de Gibraltar bajo el mando del duque de Osuna. Cesado el bloqueo sale para Zaragoza y se integra en el ejército de Navarra y actúa en S. Marcial y Monte Meridale contra los revolucionarios franceses. Cuando estalla la Guerra de la Independencia toma parte en la batalla de Bailén en el ejército del general Castaños; después acude a Zaragoza y permanece en su defensa durante los dos sitios. Luego en Tortosa caen prisioneros de los franceses, pero el sargento mayor don Pío Falces se fuga con gran número de oficiales y soldados y en Valencia se presentan a Blake que los organiza de nuevo para intervenir en diversas acciones que cumplen con manifiesto heroísmo y decidido coraje.
Hecha la paz, y a igual que las demás fuerzas del ejército, sufrirá el contínuo vaivén constitucionalista y por el consabido decreto del 22 de marzo de 1823 pierde el nombre y toman sus dos batallones los números 55 y 56.
Se crea el regimiento de Vitoria el 30 de octubre de 1703 bajo el pie de tercio compuesto por 500 hombres que facilitó la Diputación Foral de Álava, y es su primer Maestre de Campo don Diego Estrada y Nava y por las mismas ordenanzas que el Asturias queda como regimiento y adquiere nombre fijo como regimiento de Vitoria, así como la fecha de su antigüedad. De continuo sale para Cádiz y aumenta sus filas con voluntarios andaluces pasando a defender la costa de las escuadra anglo-holandesa. Luego partirá para el frente portugués y luchará en el ejército del mariscal Berwick. Más tarde pasa a Levante y Cataluña con las fuerzas de don Miguel Pons. Vuelve a luchar en Portugal hasta que le sorprende el final de la guerra. El Vitoria queda un tanto oscurecido por el espacio de algún tiempo, hasta que un rico hacendado de Lima en el año 1793 se ofrece a costear los gastos que originen el resurgimiento del Vitoria. Pero cambiará de nombre. Se llamará: Granaderos Voluntarios del Estado. En el año 1799 se forma con 3 batallones de 5 compañías de granaderos cada batallón. Pero por una orden en 28 de noviembre de 1803, se suprime el nombre de granaderos y queda como los demás regimientos de línea. Era su coronel don Francisco Alonso, fallece éste y le sustituye el marqués de Casa Palacio, y con él viene a guarnecer Madrid, donde le sorprende el levantamiento del 2 de mayo. Un teniente de la 3° compañía, don Jacinto Ruiz, huye del cuartel y corre a unirse a los capitanes de artillería Daoiz y Velarde que defienden el parque de Monteleón y juntos protagonizan una brillante acción que quedará perenne en las anales de la Historia.
El Vitoria, encerrado en el cuartel de la Mejora1a, huyó y se dispersó, pero una parte de sus componentes se concentraron en el Ferrol, donde el capitán de fragata don Manuel Mirallas los organizó en un regimiento de 3 batallones, recobrando el antiguo nombre de Vitoria el 11 de junio de 1811. De este modo salió para Ultramar el 14 de febrero de 1814 S.M. ordenó formar un 20. Vitoria peninsular el 2 de marzo de 1815 en Valladolid. El Vitoria expedicionario se extinguió totalmente en la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, y el peninsular sufrió los desvaríos de la época liberal.


Texto y dibujo: Miguel Montaner


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