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Regimiento de Caballería Farnesio

Láminas históricas de la Revista Defensa

A comienzos de 1710 llega a España un aguerrido cuerpo de Caballería titulado Hersemburgo, dado que éste fue el nombre de su organizador y primer maestre de campo. Había nacido en tierra de Flandes y, aunque la denominación resultaba extraña, no por eso dejaba de ser en la práctica y en el espíritu esencialmente hispano como lo fueron los Verbo Valanzart, Scheldon, Ferrar, etc., que, pasado el tiempo, los cambiaron por otros de consonancia y de recio abolengo español. Venía requerido por el primer monarca Borbón, Felipe V, en esos momentos tan seriamente comprometido en la Guerra de Sucesión frente al archiduque Carlos de Austria. Ello explica que de inmediato fuese agregado al nuevo Ejército dispuesto para la ofensiva de Cataluña. La dirección de la maniobra armada la llevaría el propio Rey y el mando lo asumiría el marqués de Villadarias. El regimiento Hersemburgo formaría parte de la Caballería de don Antonio de Amézaga. Esta operación constituyó un fracaso para el rey Felipe V, primero en Almenara y después en Zaragoza (20 de agosto de 1710) —donde el monarca estuvo a punto de ser hecho prisionero—, e hizo que éste se replegara con las fuerzas que le quedaron a Valladolid en espera de mejor ocasión.

El tercio Hersemburgo tenía su origen en la imperiosa necesidad que hubo, en un momento dado, de engrosar las fuerzas españolas destacadas en los Países Bajos. Fue Felipe V quien comunicó al gobernador general de aquellos Estados, Leopoldo Guillermo, archiduque de Austria, la conveniencia de crear un cuerpo de caballos. Leopoldo Guillermo, a su vez, ordenó al príncipe de Hersemburgo la organización de un Tercio de Caballería, nombrándole a tal efecto su maestre de campo, entrando a sueldo del Estado el 7 de marzo de 1649. Debidamente organizado cinco días más tarde salió de campaña por la Picardía francesa con el Ejército del general Degli-Ponte. Larga y dura hubo de ser la andadura bélica de esta fuerza a través de lo que quedaba de siglo. La malquerencia del rey Luis XIV de Francia hacia la España de los Austrias la manifestó por medio de incesantes guerras, y el Tercio de Hersemburgo hubo de vérselas en batallas como las de Las Dunas, Maastricht, Valenciennes. Gravelinas, etc. Osadas fueron sus actuaciones, adquiriendo nombradía en los Ejércitos de prestigiosos jefes militares como el mariscal Turena o Condé, y algunos no menos ilustres jefes españoles como fueron Fuensaldaña, Juan José de Austria, marqués de Caracena, duque de Villahermosa, etc. Y así hubo de curtirse y hacerse veterano en múltiples batallas, todas libradas en el Continente europeo hasta que se llegó a la paz de Riswick en 1697.
Con su venida a España en la fecha anteriormente citada, y tras de participar en la Guerra de Sucesión, queda en situación de cuartel hasta que en 1717 emprende la segunda campaña de Italia integrado en el Ejército del marqués de Lede. Estando allí aparece la RO. del 10 de febrero de 1718, en la que figura ya como 4º Regimiento de Caballería Farnesio. Pospuesta tras un período de tres años la guerra por los Ducados, Farnesio regresa a España, actúa luego en Orán y, más tarde, regresa de nuevo a Italia con las fuerzas del general Montemar. Forma en la Caballería del marqués de la Mina como unidad de Dragones. Campañas por Nápoles y Lombardia con final en 1746 y con ello el logro del sueño de Isabel Farnesio: los tronos de Nápoles y Parma para sus hijos Carlos y Felipe. Vuelto a España el regimiento combate en Portugal, algo más tarde lo haría por Argel y aún hubo de actuar en el bloqueo de Gibraltar. Despide el siglo interviniendo en los Pirineos Orientales contra las fuerzas francesas y pelea a las órdenes del general Urrutia y en la acción de Besalú es citado públicamente por el rey Carlos IV. En 1808 estalla la Guerra de la Independencia, participando en ella por entero el regimiento Farnesio con meritorias acciones en Bailén, Talavera, Albuera, etc. Acabada ésta, y tras los vaivenes políticos del primer periodo del reinado de Fernando VII en 1823 el Regimiento de Caballería Farnesio es disuelto y una mayoría de su tropa, licenciada.
Fue ya en el reinado de Isabel II cuando ante la necesidad de aumentar los regimientos de Caballería y en atención a su glorioso pasado, Farnesio vuelve a figurar en las filas del Ejército español. Por RO, de 20 de junio de 1848 aparece como Regimiento de Caballería de Farnesio n° 4. Fue organizado en Burgos con efectivos de los regimientos Constitución, Bailén, María Cristina, Príncipe, Reina y Alcántara. Su emblema era la Cruz de Borgoña en gules y el lema en latín se traducía por “Sean disipados sus enemigos, huyan a su vista”, siendo su patrona la Asunción de Maria Santísima.
En la escala general de la Caballería ha figurado con los números y nombres siguientes: 4º de Caballería de línea Farnesio (1718); 4° de Lanceros (1848); 2° de Lanceros (1849); 5° de Caballería (1851); regimiento de Caballería Cazadores de Farnesio nº 5 (1935), de guarnición en Valladolid, donde le sorprendió la guerra de 1936-39; Grupo de Exploración y Explotación nº 7 (1939), que era unidad mixta de caballos y mecanizados; Regimiento Mixto de Caballería nº 17 afecto a la División de Infantería Oviedo nº 71 (1940); Regimiento de Caballería Independiente de Sables n° 17 (1943); Regimiento de Caballería Dragones de Farnesio nº 12 (1954); por la Instrucción General nº 160/115 del EMC del Ejército, Agrupación Blindada Farnesio nº 12 afecta a la DI Oviedo nº 71(1960) y por orden similar del EMC del Ejército nº 165/142 de 1965 Regimiento Acorazad o de Caballería Farnesio nº 12 (RCAC), formando parte de la Brigada de Caballería Jarama.


(Texto y dibujo por Miguel MONTANER)


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