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Jueves, 28 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Mk.U ROMEO Ro-41

Láminas históricas de la Revista Defensa

Este avión, cuando entró en servicio, resultaba ya anticuado, y por eso en España se le destinó a proteger ciudades de retaguardia y cobertura de aeródromos, pues no podía competir en velocidad con los modelos rusos de sus enemigos, aunque era muy acrobático y subía bien y rápido hasta los 7.500 metros. En combate fue asignado al Grupo G-7.  Más tarde pasó a servir en la Escuela de Caza como entrenador avanzado, y prácticamente todos los pilotos de caza nacionales que se formaron en la guerra volaron este avión.

Al terminar la contienda quedaban 25 aviones Romeo RO-41, que con la designación C-7 se integraron en las unidades de caza..

La Industrie Aeronautich Romeo de Nápoles construyó en 1935 un caza ligero biplano con destino a la Regia Aeronautica que, designado R041, tenía el fuselaje de estructura de tubos de acero revestidos en su dorso por planchas moldeadas de duraluminio, siendo el resto entelado. Las alas (la superior en gaviota) eran de estructura de aluminio recubiertas de madera y forradas de tela, estando unidas por montantes oblicuos que las fijaban al fuselaje, con la consiguiente robustez de todo el conjunto. El tren de aterrizaje era fijo con grandes carenas y patín de cola con amortiguadores. El puesto del piloto estaba abierto, aunque protegido por un amplio parabrisas y llevaba un colimador de tubo.
El motor que impulsó a este avión fue un Piaggio Stella C-2 de siete cilindros radiales refrigerado por aire que daba una potencia de 430 CV. Con él alcanzaba una velocidad máxima de 325 km/h., siendo la de crucero de 290 km/h. con lo que lograba un radio de acción de 600 kilómetros. Su techo era de 8.200 metros y sus dimensiones comprendían una envergadura de 8,81 metros, con longitud de 6,70 y altura de 2,65. El peso en vacío era de 980 kg. que, al despegue, llegaba a los 1.250.
Iba provisto de dos ametralladoras Breda de 7,70 mm. que tiraban entre los cilindros del motor y sincronizadas con el paso de la hélice.

(Texto y dibujos de Juan Abellán)


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