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Martes, 19 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Antonio Críspulo José Martínez, el madrileño que llegó a general de la Legión francesa.

Láminas históricas de la Revista Defensa

Numerosos españoles han servido en la mítica Legión francesa, creada por el Rey Luis Felipe el 10 de marzo de 1831. Entre sus primeros batallones destaca en 1832, en Argelia, el 42, formado por españoles y portugueses, que según Bemelle y de Colleville , llegaron a ser el terror de los árabes y se vio a menudo a la caballería árabe huir de la infantería española, que sin dudar iba a su encuentro, en cuanto estaban a su alcance. Las guerras civiles españolas del siglo XIX, arrastrarán a las filas de la Legión centenares de carlistas, y, a principios de la Segunda Guerra Mundial, un 28 por cien de la tropa legionaria, estará formada por republicanos españoles.

Uno de los españoles que han dejado huella de su paso por la Legión francesa fue, sin duda, el madrileño Antonio Críspulo José Martínez (*), coronel del 1º Regimiento extranjero que acabó su carrera como general del Ejército francés. Su vocación castrense comienza en 1824, cuando ingresa en el cuerpo de voluntarios realistas de su villa natal. Durante la primera guerra carlista, el subteniente Martínez sirve en el Batallón de Voluntarios de Tortosa nº 3, y después en el Estado Mayor de la División, hasta pasar en 1893, como capitán, al Batallón de Mora. Su hoja de servicios, redactada por el comandante Pablo Alio del 1º batallón de Mora, y que lleva el sello de subintendente de Perpiñán, detalla los numerosos combates en los que participa, como las operaciones del Ejército de Aragón, bajo las órdenes del famoso general Cabrera.
Derrotado el Ejército carlista y firmado el convenio de Vergara, Martínez, como tantos otros, tienta su suerte en las filas de la Legión extranjera. El 20 de julio de 1840 presenta su candidatura para ingresar como capitán en la Legión. Su petición es aceptada por las autoridades francesas y el 10 de septiembre de 1840, es nombrado capitán a título extranjero, siendo destinado tres meses más tarde al 22 Regimiento.
El 7 de junio de 1846, en la Kabylia argelina, es herido en la pierna izquierda. Por distinguirse en los combates contra los árabes, es citado en la orden de la subdivisión de Setif, que ensalza su bravura y energía. El 22 de abril de 1847 recibe la más alta distinción francesa: la Legión de Honor. Debido a su conducta heroica del 21 de mayo de 1852 frente a la tribu de los Beni-Aïdonu, en Kabylia oriental, nuevamente es citado en la orden del Ejército de África. Durante el combate es herido de bala en el pecho.
Del 21 de junio de 1854 al 6 de julio de 1856, Martínez participa con el 2º Regimiento de la Legión extranjera en la campaña de Crimea, contra las tropas rusas, tomando parte en numerosos combates y actos de valor. El 29 de junio de 1854 es ascendido a comandante y el 22 de septiembre del año siguiente se le destina al 1º Regimiento de la Legión extranjera, con el grado de teniente coronel. Al término de esta campaña, Martínez vuelve a África. En su pecho luce otra condecoración más, la Medalla de Crimea, y en su expediente militar se puede leer: Citado en la orden general del Ejército de Oriente el 1 de junio de 1855, por haberse distinguido particularmente en las noches gloriosas del 22 al 24 de mayo de 1855.

Foto: Los legionarios en la batalla de Magenta, en la que se distiguió el antiguo oficial carlista.

En 1859, los austriacos invaden Italia, y las tropas francesas intervienen, enviando la Legión extranjera dos regimientos. En solamente cinco meses de campaña, el teniente coronel Martínez, del 2º Regimiento extranjero, dará pruebas de las mayores virtudes militares. Las memorias del general Zédé, describen los combates de Magenta, haciendo constar la valentía y abnegación del antiguo oficial carlista: Martínez, con la cara cubierta de sangre, una bala acababa de arrancarle la ceja izquierda, muy calmado, estaba entretenido en reajustar sus lentes en la nariz...
Ascendido a coronel al concluir la campaña de Italia, toma el mando del 1º Regimiento extranjero, estacionado en Argelia. A pesar de que nunca quiso asimilar ni estudiar en profundidad la lengua francesa, fue considerado como un excelente jefe de Cuerpo. Su terrible aprentón de manos y su brillante carrera, le ganaron el respeto de todos. El 14 de diciembre de 1861, el 1º Regimiento extranjero es disuelto, siendo entonces destinado al Ejército regular: al 42 Regimiento de línea.
En 1870, la guerra estalla entre Francia y Prusia. Nuestro héroe, que desde el 14 de julio luce las estrellas de general de brigada, toma el mando de la Subdivisión de La Loire, antes de ser designado jefe de la 2ª Brigada de la 35 División de Infantería del 15 Cuerpo de Ejército. Una de las acciones más importantes de este episodio bélico en la que toma parte, es la conquista del pueblo de Pourpry, defendido por la división prusiana Wittich. . . el general Martínez entraba en Pourpry, pistola en mano, con toda su brigada, atacando a bayoneta a los últimos defensores y cogiendo un gran número de prisioneros...
El 12 de marzo de 1871, se jubila, retirándose a Tolosa (Francia), donde muere el 21 de diciembre de 1877. El general Martínez, estaba también condecorado con la Medalla de Italia, con la Medalla del Valor Militar de Cerdeña, por último, con la Medalla de la Orden de San Femando de Primera Clase, esta última española. Según un antiguo oficial del regimiento, el coronel Druene, Martínez fue de aquellos para los que mandar no es hacer un papel, sino empujar a la acción, animar, instruir, levantar, llevar al enemigo.  

(*) Martínez nació el 10 de junio de 1806, hijo de Félix y de Francisca Rodríguez de la Huerta, según su hoja de servicios, conservada en los archivos de la Legión extranjera, Aubagne (Francia).


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