Este pasado lunes la justicia brasileña volvió a pronunciarse sobre el acuerdo de fusión entre Boeing y Embraer dando marcha atrás a una orden del pasado 6 de diciembre que paralizaba cautelarmente las negociaciones entre las empresas. La propia Embraer anunciaba la noticia en un comunicado recientemente, estando pendiente de la aprobación del Gobierno brasileño que mantiene una “acción de oro” con capacidad de veto tras la privatización de la compañía en 1.994.
Concretamente el juez Luiz Alberto de Souza Ribeiro, del Tribunal Regional Federal de la 3ª Región de Brasil anuló la decisión cautelar emitida por el juez Victorio Giuzio Neto de la 24ª Corte Civil Federal de Sao Paulo. Este último había aceptado la solicitud de dos diputados del Partido de los Trabajadores (PT) que denunciaban que la fusión era perjudicial para los intereses de la empresa.
En la última sentencia, el juez estima que la Justicia no puede intervenir en las negociaciones entre dos empresas privadas si no se producen ilegalidades, alegando además que se generaría inseguridad jurídica con repercusiones en el mercado nacional e internacional. El Gobierno había solicitado a la Justicia que diera marcha atrás a la sentencia.
En julio las dos compañías llegaron a un acuerdo que contempla la creación de una joint venture valorada en 4.750 millones de dólares en la que Boeing tendrá el 80 % del accionariado y Embraer el restante 80 % y que supone de facto la absorción de la empresa brasileña por parte de la estadounidense, acuerdo que fue aprobado en septiembre. Embraer vendería según el acuerdo, el 80 % de su actividad en la aviación comercial por 3.800 millones de dólares, lo que permitiría a Boeing disponer de productos para la gama regional y poder ofrecer una cartera de productos completa con la que competir con Airbus. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Boeing dispondrá de aviones regionales gracias al acuerdo con Embraer (Embraer)
