La compañía Israel Aerospace Industries (IAI) ha presentado recientemente un nuevo miembro de la familia ADA de sistemas de navegación resistente a perturbación o jamming. Conocíamos la versión aérea desarrollada con Honeywell que analizamos en junio del año pasado, mientras que la actual, denominada ADA-O está diseñada para su instalación plataformas terrestres como carros de combate, sistemas artilleros o incluso puestos de mando y control móvil.
Los modernos sistemas de navegación con que cuentan diferentes plataformas dependen para su correcto funcionamiento de un sistema de navegación y posicionamiento preciso, dependiente de las señales de posicionamiento GNSS (GPS, Glonass o Galileo). Sin embargo desde hace años están disponibles en el mercado sistemas de perturbación que degradan la señal de posicionamiento o la hacen imposible de utilizar.
La vulnerabilidad de los sistemas de navegación por satélite actuales para plataformas de todo tipo no hace más que crecer por la proliferación de sistemas de perturbación o jamming cada vez presentes en mayor número de escenarios. Unido a eso no paran de crecer las necesidades de señal de navegación satelital para sistemas de armas o de navegación por ejemplo.
Por ello IAI ha decidido comercializar su tecnología de navegación resistente a jamming a plataformas terrestres, que ya estaba presente en plataformas aéreas al menos desde comienzos de 2017 en aeronaves de la Fuerza Aérea de Israel. El ADA-O está en servicio ya por lo que cuenta con un grado de madurez tecnológica (TRL) 9, es decir, que se trata de un sistema probado en éxito en entorno real.
Ante esta amenaza, los sistemas de navegación, comunicaciones, sistemas de guerra electrónica u otros sistemas de misión ven afectado su funcionamiento. Desarrollos como el ADA permiten a plataformas aéreas o terrestres seguir confiando en sus señales de navegación para continuar con sus misiones a pesar de la presencia de sistemas de perturbación que pretenden bloquear las señales de los satélites. El último hito ha sido la firma de un contrato con un cliente asiático que no ha sido desvelado para suministrar sistemas ADA en plataformas aéreas por valor de “decenas de millones de dólares”. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El receptor del ADA-O (IAI)
