Se trata, en su gran mayoría, de dispositivos muy parecidos a los también Condor utilizados en Bahrein (que adquirió en Brasil 600.000 municiones) y Turquía entre 2011 y 2012, también con consecuencias aparentemente letales en el primer caso y mutilantes en el otro, con el mal uso policial- deberían haber sido manipulados en sentido vertical ,no horizontal- nexo en común con la represión venezolana.
Cada proyectil alcanza a una distancia media de 120 metros, sorteando muros o barricadas. Cuando han caducado, el gas puede alcanzar concentraciones muy peligrosas,o el propio dispositivo fragmentarse o lanzarse de forma prácticamente letal.
En publicaciones de diarios, canales de TV o medios digitales, se observan granadas fabricadas en 1997 y expiradas en 2002, sin identificar claramente al fabricante, así como algunas cuantas de Condor fabricadas en 2008 y vencidas en 2013, ampliamente utilizadas por la Guardia Nacional Bolivariana.
Fuentes reservadas indican que, al Brasil haber adquirido decenas de millones de dólares de armas no letales Condor para su propio uso policial y militar durante el próximo Campeonato Mundial de Fútbol, no existe disponibilidad de exportación, aunque también aluden a un reciente cargamento de este tipo de sistemas- y de esta procedencia- desde territorio brasileño a Venezuela en un cuatrimotor militar.
Al igual que en Bahrein y Turquía, la cancillería brasileña podría decidir investigar, aunque en los casos anteriores no llegó a ninguna conclusión. (Javier Bonilla)