Un ciudadano que disparó fuegos artificiales y dispositivos artesanales contra un helicóptero de la Policía Militar que patrullaba un área de manifestación popular en el distrito de Rio Vermelho (Florianópolis), al norte de la isla de Santa Catarina, tuvo su condena confirmada esta semana por la Sala Segunda Penal del Tribunal de Justicia. Justicia. Su conducta, en el ámbito judicial, se enmarcó en los términos del artículo 261 del Código Penal local: "Exponer a peligro una embarcación o aeronave, propia o ajena, o realizar cualquier acto tendiente a impedir o dificultar la navegación marítima, fluvial o aérea" . La pena en estos casos puede variar de dos a cinco años de prisión.
Según la denuncia del Ministerio Público, los hechos fueron registrados en la tarde del 25 de febrero de 2017, cuando policías militares del batallón de aviación volaron en helicóptero hasta la carretera João Gualberto Soares, en Rio Vermelho, con el objetivo realizar un reconocimiento aéreo de la región, donde algunas personas bloqueaban la vía pública , impidiendo la libre circulación de automóviles, incluyendo quema de neumáticos.
El acercamiento del helicóptero despertó la atención y también la irá de ciertos manifestantes. Algunos de ellos, incluido el acusado, comenzaron a arrojar piedras, cohetes y fuegos artificiales al helicóptero. Un policía al mando del aparato, informaba entonces, que los intentos comenzaron al ejecutar un vuelo bajo sobre la carretera, a unos 30 metros de altura, con al menos siete lanzamientos hostiles registrados, que fallaron por poco. “Pasaron muy cerca de la aeronave, al punto de poder sentir el desplazamiento del aire, sobre todo porque el vuelo se realizó con las puertas abiertas”, recordó el efectivo.
La guarnición identificó en ese momento a dos hombres. La actuación letrada se desmembró en relación a uno de ellos y se prolongó hasta la condena del otro imputado. Por exponer la aeronave a peligro, con posibilidad de desastre, además de crear un riesgo para la tripulación , las personas y bienes de las inmediaciones, al ser una región habitada, el hombre fue condenado a dos años de prisión, en un régimen semiabierto sustituido, opcionalmente, por el pago de un salario mínimo y servicios comunitarios durante el mismo período. La sala confirmó por unanimidad la sentencia.
Días antes de este hecho , acaecido en 2017, otro atentado, utilizando una suerte de morteros artesanales se había configurado, esta vez por parte de narcotraficantes ,contra otro helicóptero policial en las cercanías de Florianópolis. En años anteriores, y en otras ciudades, como Río de Janeiro, helicópteros policiales han sido derribados por el tráfico, incluso utilizando armamento sumamente profesional. (Javier Bonilla)
