En el seno del Regimiento de Caballería “Farnesio” nº12 del Ejército de Tierra se ha desarrollado un nuevo mini robot o vehículo terrestre no tripulado (UGV) para facilitar las labores de reconocimiento de sus pelotones.
De muy pequeñas dimensiones, 50x30 centímetros, ofrece múltiples capacidades a sus usuarios en especial en el campo del reconocimiento, que pueden ser fundamentales para prevenir ataques enemigos y contribuir a salvar vidas propias. El sistema, desarrollado por el personal del Regimiento de Caballería “Farnesio” nº 12 que tiene sede en la base militar El Empecinado, es un pequeño medio terrestres no tripulado o Unmanned Ground Vehicle (UGV).
Estamos ante una nueva implementación que ayudará a las unidades a realizar labores de reconocimiento en distintos escenarios de una forma más segura y sin necesidad de exponer a su personal. El Equipo de Simulación realizó un primer prototipo en 2021 y ya se ha utilizado en escenarios como el Centro de Adiestramiento (CENAD) de “San Gregorio” (Zaragoza), mostrando las posibilidades que puede ofrecer.
El Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general de ejército Amador Enseñat, tuvo la oportunidad de ver su operatividad sobre el terreno durante su visita a un ejercicio en Pontevedra, promovido por la Brigada “Galicia” VII, a la que pertenece el Regimiento de Caballería. El objetivo final es contar con dos modalidades de este UGV de reconocimiento: uno de ruedas (como el prototipo) y otro —tipo oruga— que utilice sistema de cadenas. De este modo, el primero de ellos podría actuar en escenarios de combate urbano con mayor eficiencia, mientras que el segundo lograría desenvolverse con mayor agilidad ante obstáculos en el terreno que se encontraría en sus labores de reconocimiento en el campo.
«El vehículo puede operar a 200 metros de distancia y tiene una autonomía de hasta 2 horas», explicaba el cabo 1º Castillo, involucrado en el proyecto, al periódico Tierra medio oficial del ET, a través del que se ha dado la información. El prototipo se ha realizado utilizando una impresora de tres dimensiones, lo que permite una gran flexibilidad al sistema y permite que el proyecto sea sostenible a bajo coste, ya que es posible reparar o sustituir las piezas en la propia unidad. Además, es autorrecuperable, ya que, de forma autónoma, puede regresar al punto donde se encuentra el operador. También cuenta con un sensor de movimiento para prevenir posibles acciones ofensivas que pudieran surgir.
Otra de las ventajas que ofrece el nuevo UGV del reconocimiento del Ejército de Tierra es que no requiere de una conexión a internet ni de un servidor externo para su funcionamiento, además a través de una red de área local, puede conectarse a dispositivos telefónicos o tabletas, que porten los operadores. Un estudiado e ingenioso diseño que permitirá que, incluso a nivel de pelotones de Caballería, se pueda obtener la información y el material que necesitan de una manera mucho más sencilla. Gracias a un sistema de infrarrojos que lleva incorporado, permite visualizar imágenes tanto en cámara diurna como en nocturna, por lo que se amplían más sus posibilidades de actuación. (Julio Maíz Sanz)
Fotografia: El nuevo UGV de reconocimiento del Ejército de Tierra (foto Regimiento “Farnesio” nº 12)
