El Consejo de Ministros ha aprobado la celebración de un acuerdo marco destinado a la adquisición de munición de artillería de campaña de 105 mm. para el Ejército de Tierra. Esta medida responde a la necesidad de mantener las capacidades de artillería de campaña, asegurando tanto la preparación operativa como la posibilidad de despliegue en distintos teatros de operaciones, ya sea en territorio nacional o en misiones internacionales.
La decisión permitirá sostener un nivel de instrucción constante para las unidades de artillería, asegurando el suministro de munición tanto para ejercicios y maniobras rutinarias como para la eventual participación en operaciones reales. El consumo anual de proyectiles de 105 mm. es significativo dado el uso continuado durante los ciclos de adiestramiento y las actividades de interoperabilidad en el marco de compromisos con aliados.
El acuerdo marco estará vigente durante cuatro años desde su formalización, con opción de ser prorrogado por dos años más si las necesidades así lo exigen. Este formato contractual permite una mayor flexibilidad y agilidad administrativa, ya que habilita la realización de contratos específicos en función de los requerimientos concretos a lo largo del periodo contratado.
Artillería de 105 mm.
La munición de 105 mm. constituye una de las dotaciones estándar en la artillería de campaña del Ejército de Tierra, siendo utilizada principalmente en obuses ligeros como el L118, una pieza empleada por diversas unidades. Este tipo de adquisición es fundamental para la sostenibilidad de la fuerza y la actualización de los arsenales, en línea con las necesidades operativas actuales y futuras.
Se estima que la adquisición de este tipo de municiones no solo reforzará la capacidad de respuesta del Ejército ante escenarios imprevistos, sino que también contribuirá al cumplimiento de los compromisos adquiridos por España en el marco de la OTAN y otras organizaciones internacionales, donde la disponibilidad y el estado operativo de las fuerzas son elementos críticos.
Esta decisión se enmarca en la política de modernización y sostenimiento de las Fuerzas Armadas, donde la disponibilidad de material esencial —como la munición de artillería— es clave para conservar la eficacia, seguridad y proyección de las unidades desplegadas.
Hace ahora dos años se puso en marcha otro acuerdo marco similar para este tipo de munición por valor de 76 millones de euros que se adjudicaron Rheinmetall Expal Munitions y FMG.
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