Munición de gran calibre, la estabilidad del suministro a medio y largo plazo en Europa

Consideramos munición de gran calibre aquella por encima de 105 mm. para artillería, carros de combate y morteros. Encontramos sobre todo munición de 105 y 155 mm. en el caso de la artillería, proyectiles de 105 y 120 mm. para carros de combate y vehículos blindados y granadas de mortero de 120 mm.

Tras tres años de guerra en Ucrania se han convertido en pieza clave del apoyo de guerra occidental contra Rusia y un activo estratégico muy importante ya que se han mostrado no solo un activo vital en el apoyo de guerra sino un elemento clave de la autosuficiencia europea, en un marco de demanda creciente y consolidación industrial.

Se trata de productos relativamente sencillos pero que encierran gran complejidad tecnológica y unos procesos de fabricación en los que prima la seguridad. En España destaca Fábrica de Municiones de Granada (FMG), único productor en España por ejemplo de munición de carro de combate de 120 mm., desde 2020 integrada en el grupo eslovaco MSM, que forma parte del checo CSG, donde juega un papel de gran importancia.

La munición de gran calibre supone la columna vertebral de los ejércitos modernos ya que su alcance y potencia de fuego permite abatir objetivos a grandes distancias a y la vez proteger a las tropas propias de amenazas distantes. Esto ha quedado claro en Ucrania durante los últimos tres años la demanda continua ha mostrado que los arsenales europeos estaban bajo mínimos.

Como hemos analizado en diferentes ocasiones, esta tensión en los mercados para asegurar contratos continuos ha mostrado las carencias y puntos débiles de la cadena de suministro, destacando aquellos productos o tecnologías que venían desde fuera y que ahora es necesario proveer en Europa para asegurar la soberanía tecnológica y la independencia operativa. Entre las materias primas que han sufrido estos efectos están los explosivos como el TNT, la nitrocelulosa que se emplea en las cargas de proyección o los aceros y aleaciones especiales usados para fabricar vainas o proyectiles.

Europa ya se ha dado cuenta que depender de la importación de este tipo de materias primas supone un riesgo, de ahí que se hayan dado pasos en aumentar la producción europea, con mecanismos como el ASAP (Act in Support of Ammunition Production) de la Unión Europea. Empresas europeas como CSG, MSM o FMG resultan claves en el control de la cadena de producción, desde las materias primas hasta el producto final.

Municiones de FMG (autor)

¿Cómo se fabrica la munición de gran calibre?

La munición de gran calibre está formada por diferentes elementos que a menudo se fabrican en distintos lugares y en el que se combinan procesos de ingeniería de precisión, química y fabricación de precisión. La parte principal es el cuerpo del proyectil, una carcasa metálica que aloja el explosivo, que debe ser resistente para soportar las elevadas presiones durante el disparo y debe estar fabricado con precisión para dibujar la trayectoria correcta que asegure la precisión. Dentro del proyectil está el explosivo, normalmente TNT (trinitrotolueno), responsable del efecto destructivo, activado por la espoleta, el dispositivo que inicia la explosión, que puede ser por impacto, retardo o proximidad y que se monta en la parte final de la fabricación. La carga propulsora genera el impulso que proyecta al proyectil fuera del cañón y está formada por una mezcla de sustancias químicas. Por ejemplo, FMG es el único centro del grupo CSG donde se fabrican cargas propulsoras.

De entre los elementos clave en este proceso productos destacan el TNT y la nitrocelulosa, un componente crítico de la carga propulsora. A modo de ejemplo, el grupo CSG no produce ahora mismo estos materiales, pero ha iniciado diferentes proyectos en Europa para disponer de ellos en dos años. La producción de TNT comenzará en Grecia gracias a una asociación con la empresa griega Hellenic Defence Systems (HDS) y una subvención ASAP, mientras que la nitrocelulosa se obtendrá mediante la adquisición de una instalación en Walsrode (Alemania) a la estadounidense IFF. Esto permitirá la producción de nitrocelulosa energética con mayor contenido de nitrógeno, esencial para la munición moderna.

El proceso de fabricación comienza el procesamiento en condiciones muy controladas de las materias primas como la nitrocelulosa, la nitroglicerina o el TNT, según las estrictas normas de seguridad que se siguen durante la fabricación de explosivos. La fabricación de los componentes comprende la de los casquillos, que emplean acero de alta calidad que es prensado y mecanizado según tolerancias precisas.

Una vez completados, en estos casquillos se introducen cantidades precisas de explosivo mediante líneas automatizadas que minimizan el riesgo de accidentes. Las cargas propulsoras se fabrican con diferentes empaquetados que permiten ajustar la potencia del proyectil según sea necesario y en la fase final se incluyen las espoletas en los proyectiles. Después llega la fase de pruebas, control de calidad y embalaje. Unos estrictos controles de calidad permiten garantizar la fiabilidad del producto al usuario final.

Proyectiles de 105 mm. de FMG (autor)

Las capacidades estratégicas de FMG

FMG es actualmente uno de los principales productores de propulsantes de base simple y doble, cargas propulsoras y munición para carro de combate en 105 y 120 mm. que usan el Ejército de Tierra español en sus vehículos Centauro y Leopardo respectivamente. También produce munición de mortero de 60, 81y 120 mm., munición de artillería de 105, 106 y 155 mm., equipos pirotécnicos y componentes para misiles Meteor y Mistral y misiles anticarro Spike y Spike LR2.

El año pasado FMG puso en marcha una nueva planta de producción de cargas propulsoras que permitirá aumentar la producción anual. En concreto, según informaba hace poco Jan Marinov, consejero delegado de CSG Defence, se espera que la producción de nitroglicerina en FMG comience entre 2026 y 2027 permitiendo a la empresa cubrir todas sus necesidades de esta materia prima.

Además, FMG ha puesto en marcha la adquisición del polvorín de Vadollano en la jienense localidad de Linares. En el caso de este proyecto, se trata de un polvorín que el Ejército de Tierra dejó de usar en 2012 y que FMG ha comprado a la empresa que adquirió los terrenos al Ministerio de Defensa en 2022. Ahora se acometerá una puesta al día de las instalaciones y a medio plazo se pondrá en marcha una nueva fábrica que dará empleo a un centenera de trabajadores. 

Estas iniciativas están en sintonía con los planes del grupo matriz CSG que tiene previsto duplicar su capacidad de producción de carcasas y explosivos en un plazo de dos años, aumentar significativamente la producción de espoletas y cubrir casi todas las necesidades de cargas propulsoras, situando a CSG no sólo como líder en Europa, sino también como socio clave de la OTAN y la UE para garantizar la seguridad.

El trabajo coordinado entre las diferentes plantas de CSG en Europa, desde República Checa a Grecia, pasando por España o Alemania contribuirán a la consecución del objetivo de independencia europea y estabilidad del suministro a medio y largo plazo. (José Mª Navarro García)