El Jefe de Estado Mayor del Ejército, general de Ejército Francisco J. Varela, ha presidido el 15 de octubre el acto institucional conmemorativo del 300 aniversario de la creación de la Real y Militar Academia de Matemáticas, en el Palacio de Capitanía General de Barcelona, sede de la jefatura de la Inspección General del Ejército, a cuyo mando se encuentra el teniente general Fernando Aznar Ladrón de Guevara.
Durante su intervención, ha destacado que se trata de un hito histórico de máxima transcendencia: «Sus ingenieros favorecieron no sólo a la ejecución de las operaciones militares, sino también al desarrollo de la infraestructura civil necesaria para la modernización de la sociedad española, en los siglos XVIII Y XIX», ha apuntado.
De este modo, ha invitado a participar en todas las actividades y eventos culturales que se están realizando en Barcelona con motivo del aniversario, y que incluyen una exposición sobre la Academia, inaugurada el 22 de septiembre, y que se puede visitar en el Palacio de Capitanía General de Barcelona.
El JEME no ha querido perder la oportunidad de contemplar la muestra y al respecto ha destacado durante su intervención su interés «en que sirva para difundir la historia y las obras que llevaron a cabo los que en ella se formaron».
Además de la exposición, se ha establecido un ciclo de conferencias y se ha editado un libro conmemorativo para la ocasión. Con todo ello, ha agradecido el esfuerzo y dedicación para promover la celebración de la efeméride al Instituto de Historia y Cultura Militar, al Centro de Historia y Cultura Militar Pirenaico y al resto de unidades que han colaborado con la programación.
Reseña Histórica
Tras la pérdida de los Países Bajos al inicio del siglo XVIII, era necesario trasladar a la península su Academia Militar ubicada en la ciudad de Bruselas. El lugar elegido será Barcelona y el nombre: Academia de Matemáticas de Barcelona. La Academia abriría sus puertas en 1720, tan solo nueve años después de la organización del Cuerpo de Ingenieros Militares. El impulsor de ambos proyectos sería el general de origen belga, D. Jorge Prospero de Verboom, y su primer director D Mateo Calabro. Los Ingenieros Militares en la época de la ilustración desarrollaron una labor encomiable en el ámbito militar y civil, resaltando la vigencia actual para el Ejército de Tierra de los valores que les inspiraron y haciendo sentir la presencia del Ejército como parte intrínseca de la sociedad en general, y en Cataluña y Barcelona en particular, donde la academia residió más de 80 años. En el año 2020 se cumplirán trescientos años de la creación de esta Academia Militar orientada a la construcción de fortalezas, estrategia de ataque y defensa de las mismas y levantamiento de planos. Esta Academia se considera precursora de algunas de las Academias Militares actuales, especialmente de la Academias de Ingenieros y Artillería del Ejército, así como de las Escuelas Técnicas Superiores de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
