Experiencias militares recientes en Ucrania han demostrado la notable vulnerabilidad de los Puestos de Mando y que su destrucción afecta de forma especial a las operaciones en curso en el entorno terrestre. Las lecciones aprendidas, con pautas establecidas desde el Estado Mayor del Ejército y de Fuerza Terrestre (FUTER), han llevado a la Brigada Aragón I a evolucionar sus capacidades en lo que a Puestos de Mando de sus diferentes unidades se refiere. En general, se apuesta porque sean mucho más ligeros, menos voluminosos y detectables, o que tengan una menor huella logística para poderlos mover de forma más discreta y rápida. También, que tengan capacidad de evolución para que se adapten a las necesidades actuales y futuras.
En esa línea de trabajo están experimentando con estructuras en las que el Puesto de Mando de Apoyo desde Retaguardia (PCAR) quede en una posición tan retrasada que -en operaciones en otros países- pueda ser incluso el territorio nacional y que tenga una menor entidad en cuanto a estructura manteniendo las capacidades -e incluso superándolas- de configuraciones anteriores más clásicas que establecían Puestos de Mando grandiosos con equipo, redes miméticas y otros medios fácilmente vulnerables.
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La configuración más reciente de los Puestos de Mando Tácticos tiende a reducir su personal y su huella logística para dificultar su localización y neutralización. (Octavio Díez Cámara)
En PCAR, que buscaría emular en entidad lo que es uno ahora usado a nivel Batallón, trabajan las células del Estado Mayor de la Aragón I y otras procedentes de Zapadores, Defensa Aérea, Inteligencia, NBQ (Nuclear, Biológico y Químico),…, de unidades que desplieguen en el terreno con ellos. Incluye elementos como el OPCEN (Operations Center) que sigue en tiempo real y desde retaguardia lo que es la operación en curso, el SUSTAIN que sigue aspectos como el sostenimiento en cuanto a la logística y personal, o el FUTUROPS con personal que analiza datos para prever lo que sucederá en un espacio temporal superior a 24 horas.
Más a vanguardia, junto a las unidades de esa estructura tipo brigada, estarían otros mucho más pequeños, móviles y compactos. Son sus dos Puestos de Mando Tácticos (PCTAC) que en su caso aprovechan medios blindados de cadenas tipo M577 que, con avances exteriores, acogen sus propias células. Contarían con una Zona de Mando, donde trabajarían células con menos de quince personas, y una Zona del Centro de Transmisiones separada porque cuenta con equipos de comunicaciones por satélite ATQH (At The Quick Hait), VHF (Very High Frequency) y HF (High Frequency) que al emitir muchos datos en tiempo real son detectables y sobre ellos puede derivarse alguna acción destructora.
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En el caso de la Aragón I se recurre a los vehículos blindados oruga M577 para establecer varios Puestos de Mando tácticos asociados a cada operación en curso. (Octavio Díez Cámara)
Por cierto, si fuesen destruidos, podrían ser reemplazados en su función por el OPCEN del PCAR de la Aragón I.
En los Puestos de Mando de nueva concepción se busca integrar más funcionalidades clásicas como planos y chinchetas, que no pueden ser perturbados por el adversario, que reemplazarían a medios digitales más avanzados. La estructura de la Aragón I está siendo hábilmente transformada para evitar vulnerabilidades y a los Puestos de Mando reseñados añade un Puesto de Mando Móvil (PCMOV) con transmisiones satélite en movimiento en el que desplegaría el general jefe. En el caso que nos ocupa, acaba de ser designado para ese cargo el general de brigada de Caballería Francisco Javier Calero Perea al que deseamos lo mejor en esta nueva etapa profesional de su dilatada carrera militar. (Octavio Díez Cámara)







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