La 62ª edición del Salón Náutico de Barcelona tuvo lugar del 8 al 12 de octubre en el puerto de la ciudad Condal. Desde su primera edición, allá por 1963, la Armada ha tenido una participación ininterrumpida y destacada. Así mismo, la organización sigue desarrollando nuevas actividades y propuestas dirigidas a profesionales y grandes compradores nacionales e internacionales. Con una nueva orientación, organizado por Fira de Barcelona, con la colaboración de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), el evento fue diseñado conjuntamente con las principales empresas del sector representadas en el Comité Organizador con el objetivo de mejorar la experiencia de expositores y visitantes.
Durante esos cuatro días; el Moll de la Fusta, España y parte de Marina Port Vell de Barcelona se convirtió en la capital marítima por excelencia, con más de 240 expositores y unas 600 embarcaciones, donde 130 de dichas embarcaciones se exhibían en el agua. La participación de las empresas top del mercado y un mayor número de astilleros internacionales, pretende cautivar a un público más cualificado y con mayor capacidad de decisión y compra. Todo ello combinado con el atractivo propio que proporciona esta importante ciudad mediterránea.
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La Fragata Santa Maria (F-81) pudo ser visitada durante los días del Salón Náutico de Barcelona. (Antonio Ros Pau)
Notable fue de nuevo la presencia de la Armada, su estand en tierra estuvo acompañado por la importante muestra en el agua, con una fragata y dos cazaminas clase Segura. En el estand, donde se atendía a los visitantes, se mostraba una serie de paneles recordando la participación ininterrumpida de la Armada desde su primera edición y maquetas de sus buques.
Durante los días del Salón, se realizaron jornadas de puertas abiertas, todo un éxito de visitas y donde se formaron colas para poder pisar sus cubiertas y atender las explicaciones sobre sus misiones y capacidades. La Fragata Santa Maria (F-81), la primera de la serie de 6 unidades que componen la 41ª Escuadrilla de Escoltas; un buque bien mantenido pudo ser visitado por el público durante esos días.
Por otra parte, los dos cazaminas fueron: el Segura (M-31) y Turia (M-34), estos medios para la lucha contraminas que se hallan en proceso de modernización, pudieron ser visitados por el público e incluso realizar navegación a bordo durante los días del salón. Atracado al muelle y cercano a los buques de la armada, también pudimos ver la patrullera de la Guardia Civil Rio Tordera. (Antonio Ros Pau)
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La patrullera de la Guardia Civil Rio Tordera la pudimos ver también amarrada cerca de los buques de la armada. (Antonio Ros Pau)
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Los dos dragaminas de la clase Segura participaron en las jornadas de puertas abiertas. (Antonio Ros Pau)







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