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Martes, 23 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

La nueva clase de acorazados “Trump” y la “Flota Dorada” de la Marina de Estados Unidos. Así se quieren redefinir las operaciones navales del futuro

Donald Trump ha sacudido tanto al ámbito militar como, de nuevo, al político internacional:  tras más de 8 décadas sin que un astillero estadounidense construyera un acorazado, la Marina de Estados Unidos (US Navy) ha anunciado que iniciará la construcción de una nueva clase de acorazados que llevará el nombre del propio mandatario, integrándose bajo el ambicioso concepto de la llamada “Flota Dorada” promovida desde la Casa Blanca dentro de su doctrina geopolítica de defensa.

Este anuncio, realizado el lunes 22 de diciembre durante una conferencia de prensa en su villa de Mar-A-Lago en Palm Beach (Florida), representa uno de los proyectos más intrépidos en la modernización de la US Navy desde el final de la Guerra Fría. Durante su presentación, el presidente Trump, fiel a su estilo, no escatimó en adjetivos y aseguró que estos nuevos buques no solo serán los más potentes y avanzados, sino también los más emblemáticos de la supremacía naval estadounidense.

¿Qué es la clase Trump?

Hasta ahora sólo se sabe que la nueva clase de acorazados Trump, representa una ruptura con la tradición reciente de la US Navy, que desde finalizada la Segunda Guerra Mundial ha priorizado la construcción de portaaviones y destructores sobre los acorazados clásicos. Sin embargo, el presidente Trump ha decidido resucitar y renovar este concepto, haciendo énfasis en la combinación de poder de fuego, blindaje extremo y tecnología de punta.

De acuerdo con lo anunciado, los acorazados clase Trump se prevé que tengan unas 30.000-40.000 toneladas estarán equipados con cañones electromagnéticos de última generación, defensa antimisiles avanzada, sistemas de drones integrados y una estructura diseñada para minimizar la detección por radar. Además, incorporarán instalaciones de mando y control digitalizadas, con inteligencia artificial para la toma de decisiones en tiempo real y también portarían misiles balísticos intercontinentales para su lanzamiento desde la superficie, teniéndose previsto que esta clase podría llegar a tener entre 20 y 25 buques.

La “Flota Dorada”: un concepto disruptivo

Según el diario estadounidense The Wall Street Journal, el concepto de la “Flota Dorada” irá mucho más allá de la construcción de nuevos buques de superficie. Se trata de una visión estratégica en la que la Casa Blanca busca reposicionar a Estados Unidos como la potencia naval indiscutible antes de la mitad del siglo XXI. Bajo esta iniciativa, se invertirán recursos no solo en acorazados, sino también en portaaviones de próxima generación, submarinos no tripulados y corbetas ultrarrápidas.

La denominación “Dorada” hace referencia, en palabras del propio presidente Trump, a la excelencia, el poder y la prosperidad que representan estos nuevos activos militares de la US Navy. El presidente ha señalado que la flota será “no solo la más poderosa, sino la más deslumbrante que los mares hayan visto jamás”. El énfasis en la imagen y la marca personal del mandatario es evidente, contribuyendo a consolidar su legado en la defensa estadounidense.

Este anuncio ha generado reacciones polarizadas dentro y fuera de Estados Unidos, senadores y representantes del Congreso del partido Demócrata, han criticado la enorme inversión requerida, poniendo en duda la pertinencia de regresar a acorazados en una era dominada por la guerra cibernética y los misiles de largo alcance. Sin embargo, sus contrapartes del partido Republicano, además de asesores en defensa resaltan la importancia simbólica y estratégica de la iniciativa para disuadir a potenciales adversarios, en alusión a China.

A nivel internacional, potencias como China y Rusia han seguido de cerca el anuncio, y analistas en temas de defensa consideran que la “Flota Dorada” puede desencadenar una nueva carrera armamentista naval, obligando a otros países a acelerar la modernización de sus propias flotas.

La construcción de la clase “Trump” marca un regreso al protagonismo de los acorazados, pero con una visión adaptada a los desafíos actuales. La combinación de tecnología avanzada, poder de fuego clásico y capacidades autónomas podría redefinir las operaciones navales del futuro en escenarios de alta tensión. Queda por verse si la apuesta de la administración Trump se traducirá en una verdadera revolución o en una estrategia costosa y polémica. Lo cierto es que el anuncio ya ha dejado una huella imborrable al poner nuevamente a las Fuerzas Armadas estadounidenses en el centro del debate mundial sobre el poderío militar en pleno siglo XXI. (Bernardo de la Fuente)

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

2 comentarios

  1. WAYNE | 23/12/2025 18:21h. Avisar al moderador
    Los Zumwalt se cancelaron porque se quedaron sin enemigo. Con enemogo nuevo, puede interesar una versión corregida y aumentada. Además, si EEUU deja de garantizar la libertad de navegación para todos, como ha hecho desde la IIGM mundial, volveremos al todos contra todos, con corsarios y la necesidad de proteger el tráfico marítimo cada uno como pueda...    
  2. Cavalier | 23/12/2025 17:14h. Avisar al moderador
    Trump no verá como presidente esos buques.Son meros proyectos, maquetas, poco más. Tardarán al menos un lustro en ver algo real, y mr Trump ya será expresidente. El mundo lo agradecerá.    

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